Vertido en la costa

Expertos de CSIC y UB alertan de que los pellets están ya en la cadena trófica y tardarán años en desaparecer

El fiscal de Medio Ambiente, Antonio Vercher, ha advertido de "indicios de toxicidad" y la Xunta ha reculado y ha activado la alerta al nivel 2

Continúa la limpieza de pellets en el parque natural de Corrubedo

Continúa la limpieza de pellets en el parque natural de Corrubedo / Lavandeira jr

Guillem Costa

La marea de plásticos en forma de pellets no solo se ha extendido por la costa gallegavasca y asturiana, sino que ya ha llegado a Portugal y Francia. El fiscal de Medio Ambiente, Antonio Vercher, ha advertido de "indicios de toxicidad" y la Xunta ha reculado y ha activado la alerta al nivel 2, algo a lo que se había negado en un principio. La gran duda aún por resolver ante la crisis originada por este vertido es determinar qué riesgos concretos tienen estas bolas de plástico para los ecosistemas marinos y cómo se puede solucionar el problema que dura ya varias semanas.

Los científicos consultados advierten de que los plásticos son muy peligrosos para los ecosistemas porque los peces los ingieren

Anna Sánchez Vidal, investigadora de la Universitat de Barcelona experta en el impacto de los microplásticos, es contundente: "Es un producto peligroso, sin duda. El problema es que a menudo no se le da importancia porque se cataloga como materia prima y no como un material con riesgos".

Sánchez Vidal avisa de que no tiene claro el tipo de material que se está acumulando en la costa: "De momento, las especulaciones se basan en indicios. La Xunta ha afirmado que se trata de polietilentereftalato (PET), pero es muy probable que también haya polietileno (PE) o polipropileno (PP)".

¿Y qué diferencia hay entre estos materiales? El primero no acarrea tantos riesgos, ya que está pensado para hacer botellas de plástico, que deben contener alimentos, asegura la experta. En cambio, las otras dos sustancias contienen varios aditivos que les aportan durabilidad. "Estos aditivos pueden llegar al organismo de los animales e interferir en el sistema endocrino", constata. "Es muy posible que se trate de polietileno o polipropileno porque han llegado flotando a las costas", añade.

Alimento de peces

Cristina Romera, investigadora del Institut de les Ciències del Mar (ICM-CSIC), enumera varios riesgos para el ecosistema marino: "Son muy difíciles de eliminar. Algunas especies pueden confundir estos plásticos con comida y se los tragan, lo que puede bloquear sus vías intestinales o digestivas". Otra consecuencia, apunta Sánchez Vidal, es la disminución del crecimiento de los peces: "Tienen la sensación de saciedad pero no ingieren nutrientes".

Los científicos creen que los pellets pueden contener polietileno o polipropileno y exigen aclarar su composición

En las últimas horas ya se han visto imágenes de peces que habían comido estos pellets en la costa gallega. Ambas especialistas coinciden en afirmar que estas bolitas, a día de hoy, ya forman parte de la cadena trófica de esos ecosistemas. "En esta zona de Galicia, el agua es muy rica en nutrientes, por lo tanto, bacterias y hongos colonizan las bolitas y se crea una capa de fitoplancton que atrae a la fauna marina. Esto provoca que los animales ingieran estos plásticos, recubiertos de materia orgánica", precisa Romera.

De todas formas, Sánchez Vidal considera que estos pequeños plásticos no son dañinos para los humanos. Sin embargo, exige que se haga una investigación al detalle para determinar exactamente qué sustancias contienen estos pellets.

Difícil limpieza

"Eliminar estos microplásticos (científicamente no se pueden catalogar si no tienen menos de 5 milímetros) del ecosistema es muy complicado. Limpiar botellas o latas es relativamente sencillo. En cambio, para separar estos elementos tan pequeños es muy dificultoso, como ya se está viendo en estos primeros días", destaca la experta. Uno de los problemas es que con el paso de los años, estas bolitas pueden irse degradando con la luz solar, pero es difícil que se rompan por su forma, y seguirán formando parte de los ecosistemas marítimos.

Sánchez Vidal destaca el caso de la playa de la Pineda, en Vila-seca (Tarragonès), donde se han acumulado varios vertidos de pellets similares en los últimos años. La entidad Good Karma lleva años denunciando el caso.

"Hace años que estas bolitas de plástico se acumulan cerca de Tarragona y no ha parecido preocuparnos especialmente", critica Sánchez Vidal. "Los efectos de las petroquímicas están provocando esta situación desde hace tiempo", denuncia Romera. Insiste en que este problema no es nada nuevo y se debe resolver: "Se ha confirmado que los pellets de la playa de la Pineda se han llegado a detectar en las Baleares. Permanecen intactos durante mucho tiempo sin deshacerse", añade.

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