El cambio climático agrava una ola de calor que bate 40 récords de temperatura en Canarias

Tacorón (El Hierro) marca una temperatura máxima de 46,2 grados, la segunda más alta de la historia en Canarias

El calentamiento global recrudece la intensidad de estos episodios de altas temperaturas

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Canarias se está despidiendo de una ola de calor que será recordada como una de las más intensas de la historia de Canarias. Las temperaturas extremas que han llegado a registrar algunas estaciones han sido lo suficientemente altas como para batir hasta 40 récords de las series históricas: 21 de máximas y 19 de mínimas. Los científicos tienen claro que detrás de la intensidad que ha adquirido este episodio de altas temperaturas está el cambio climático, que amenaza con intensificar y seguir aumentando las ocasiones en las que el calor extremo invade el Archipiélago.

"Esta ola de calor refuta lo que la comunidad científica lleva tiempo advirtiendo: las olas de calor están aumentando en Canarias y su duración e intensidad también", subraya Abel López, geógrafo de la Cátedra de Riesgos  de Desastres y Ciudades Resilientes de la Universidad de La Laguna (ULL). Victor Quintero matiza e aclara que una ola de calor como esta no es responsabilidad directa del cambio climático. Y es que no ha sido el calentamiento global la que la ha generado, pues dentro del amplio abanico de fenómenos meteorológicos que pueden afectar a Canarias se encuentran las olas de calor.

"Lo que sí es cierto es que la mayor frecuencia e intensidad con la que se están produciendo son producto de este cambio climático", revela Quintero. En otras palabras, si no fuera por las variaciones que está produciendo el cambio climático por todo el planeta, sería muy difícil que Canarias batiera 40 récords históricos de temperatura máxima y mínima en las Islas. Menos aún tras haberlas superado el año anterior. 

La temperatura máxima registrada durante esta ola de calor ha sido la de la estación meteorológica de Tacorón, en El Hierro, que, ubicada a tan solo 98 metros del mar, llegó a marcar 46,2 grados este sábado 12 de agosto. "La segunda temperatura más alta de la historia en Canarias", advierte Víctor Quintero, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Canarias. 

Tacorón (El Hierro) registra la segunda mayor temperatura máxima de la historia de Canarias

Un récord extraordinario en sí mismo, ya que se produjo tan solo un día después de haber batido la marca que la misma estación ostentaba desde 2021. "El día 11 se registraron 45,9 grados superando la efeméride anterior que se registró en agosto de 2021, cuando se alcanzaron los 44,7 grados", recuerda Quintero.

Esta zona de El Hierro cuenta con unas características orográficas que facilitan que el calor se mantenga confinado en su cuenca. "Su orientación provoca que la masa de aire caliente permanezca ahí", explica Quintero. Un fenómeno similar ocurre en otro punto caliente de las Islas: Tasarte, en la Aldea de San Nicolás (Gran Canaria). De hecho, en esta ola de calor dicha ubicación no ha registrado ningún récord de temperatura máxima absoluta, pero sí de temperatura media. 

Durante todo el sábado sus valores medios –que se calculan en base a la máxima y la mínima registrada–se situaron en 40,2 grados. La máxima fue de 45,8 grados y la mínima de 34,6. "Es la temperatura media más alta de la historia en Canarias", explica Quintero. "No tenemos claro, pero quizás sea la mayor temperatura media registrada en un día de toda España", asevera Quintero. Lo que sí está claro de las diez temperaturas máximas registradas en Canarias en toda su historia, cinco se han producido durante este último episodio.

Si bien las temperaturas diarias asfixiaron a la población, fueron las nocturnas las que resultaron ser realmente extenuantes. Tasarte fue una de esas zonas donde ni siquiera la caída del sol fue suficiente para dar tregua a la población. "Hemos tenido registros insólitos vinculados a las temperaturas mínimas", recuerda López, que indica que estos datos deberían "invitar a la reflexión". 

Durante los días que ha durado la ola de calor –entre 3 y 4 días, a la espera de los datos finales de este lunes– se han registrado madrugadas con más de 25 grados (noches tórridas) en un total de 95 ocasiones. En 20 del casi centenar de registros, los valores se elevaron por encima de los 30 grados (noches infernales) y en 2 registros, los dos en la misma estación de San Bartolomé de Tirajana en dos días consecutivos, los termómetros se mantuvieron por encima de los 35 grados durante toda la noche. 

La situación ha sido tan inusual que la Aemet carece de un nombre para referirse a esas noches donde el calor no se disipa y las temperaturas se mantienen por encima de los 35 grados. En este sentido, durante el fin de semana y a raíz de estos datos, el delegado de la Aemet, Rubén del Campo, reflexionó en sus redes sociales sobre la conveniencia de establecer un nuevo nivel de calor nocturno dada la asiduidad con la que se están produciendo estas situaciones a raíz del cambio climático. 

La frecuencia con la que las olas de calor visitan Canarias ha crecido un 67%

Todas estas cifras, no obstante, ponen de manifiesto lo extraordinario que ha sido este fenómeno dentro de la historia meteorológica canaria. "Este episodio se diferencia de otros principalmente por su afección en todas las islas y los registros nocturnos tan elevados que se han dado", resume López. Y es que, a los récords de temperatura máxima, temperatura media y valores nocturnos se suma también la activación, por primera vez desde que existe MeteoAlerta, de avisos rojos por altas temperaturas para seis islas al mismo tiempo. 

Si no fuera por el cambio climático, las olas de calor y los episodios de altas temperaturas también asaltarían menos a menudo al Archipiélago. Desde 1976 y contabilizando este último episodio, Canarias ha sufrido un total de 43 olas de calor. De esas 16 se produjeron en los primeros 24 años (de 1976 al 2000) y 27 se han registrado en los últimos 23 (del 2000 al 2023). Es decir, las visitas de las olas de calor se han incrementado en un 67% en lo que llevamos de siglo. Todo ello, según el investigador de la ULL, "se traduce también en que la gestión de este tipo de fenómenos debe comenzar a tratarse de una forma directa".

Tras el paso de este episodio, las miradas están puestas en el futuro. A corto plazo, los investigadores ya advierten de que el fenómeno de El Niño en el Océano Pacífico tiene capacidad para "provocar episodios más intensos y temperaturas más elevadas aún el año que viene". A largo plazo, se prevé que sigan aumentando las mínimas.  "Se traduce en un aumento de las noches tropicales y ecuatoriales lo que afectará de manera directa indicadores como la mortalidad", recuerda López. No será lo único, pues las altas temperaturas también tienen efectos en el confort térmico, y por ende en el turismo, y en la agricultura. 

Además, no descarta que a finales de siglo o "en unas décadas", en Canarias se puedan ver estampas como las que ha vivido este fin de semana Marruecos, cuando los termómetros de Marrakech llegaron a los 50 grados. "A corto plazo es muy poco probable que se registren valores como los de Marrakech, pero en unas décadas no sería descabellado pensar que se pudieran alcanzar valores similares a los registrados en Marruecos en algunas estaciones como la de Tasarte", recalca Abel López.

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