Opinión | SANGRE DE DRAGO

La carta que me dejaron los magos

Los Reyes Magos acortan el recorrido en la Cabalgata de Santa Cruz

Los Reyes Magos acortan el recorrido en la Cabalgata de Santa Cruz / Andrés Gutiérrez

No sé si habrá sido a todos o solo a mí; pero este año, con algunos detalles que me dejaron los Reyes Magos, me han adjuntado una carta certificada con sello franqueado de Oriente Medio. Siempre había sido al revés: yo les escribía la carta a ellos; este año ellos han escrito una carta para mí. Con cierta vergüenza y con el pudor evidente, se las transcribo:

«Querido Juan Pedro:

Espero que al despertarte en esta mañana mágica te encuentres bien, contento e ilusionado, para afrontar con decidido entusiasmo el año que tienes por delante. Hemos supuesto que lo que te dejamos te resultará útil y te alegrará. Como eres ya un poco mayor –aunque tú hables de juventud acumulada– hemos abandonado la dinámica de los juegos y nos hemos centrado en tus necesidades básicas. Pero un detalle siempre es un detalle, y tú lo sabes agradecer.

Los camellos este año estuvieron bastante desagradables. Eran renuentes a los excesos de peso que han tenido que sufrir en años anteriores. No te hemos podido traer todo lo que hubiéramos querido. Por eso es por lo que hemos pensado complementar los detalles con esta carta, para que sepas lo que nos hubiera gustado poner en tus zapatos. Por cierto, no nos ha parecido bien que te hayas olvidado de colocar la hierba junto al cazado, porque las tradiciones, cuando alimentan a nuestros animales de carga, hay que mantenerlas.

Nos hubiera gustado traerte un poco más de:

a) Tiempo para entregar a los otros. El tiempo es siempre corto. Muy esquivo y fugaz cuando se tienen muchas tareas. Cuanto más lo das a los demás, más tiempo tienes. Es el misterio de la multiplicación de los días y las noches cuando el tiempo se pone en las manos del Niño Dios.

b) Lecturas para servir a otros. Ya estás grande para leer para ti; nos gustaría que leyeras más pensando en los demás, en las otras personas que escuchan lo que dices. Nunca se aprende tanto como cuando se estudia para los demás.

c) Memoria para recordar a los otros. Sin esa memoria no vas a cuidar bien a los tutyos y a los amigos que tienes. No debes olvidarte de los pequeños detalles. Una llamada, un mensaje, un saludo, en ocasiones es mucho más de lo que imaginas. Los otros están ahí. Recuérdalo.

d) Sabiduría para entender a los otros. Otros Magos lo llaman empatía; a nosotros nos gusta entender que se trata de una sabiduría especial que ofrece la ocasión de conocer la parte blanda de los demás y saber estar oportunamente. El lugar del otro no lo puedes ocupar, pero te puedes hacer cargo.

e) Alegría para sonreír más a los otros. De esto hubiéramos querido regalarte mucho más. Esa cara tienes que cambiarla, que parece que siempre hay un problema en el horizonte. La realidad es un don que acoger agradecido y con la caricia del alma que es una sonrisa.

Bueno, sin otra cuestión, quedamos a tu disposición y, si no hay reclamación alguna, nos volveremos a ver dentro de un año y un día, que el 2024 será bisiesto.

Melchor, Gaspar y Baltasar.»

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