Aptitud y actitud

Hay trabajos que se identifican con tu ideal de vida y son tu vocación. Hay otros que no se adaptan a tu ideal, pero te sientes capaz de desarrollarte en él. Existen otros que no te gustan, pero son necesarios para mantener tus obligaciones sociales y económicas.

Obviamente es ideal encontrar el primero por encima del tercero, aunque se detecta una menor propensión del trabajador a esforzarse para garantizar la subsistencia de su familia frente al subsidio gratuito que ofrece la administración, casi indiscriminadamente, en contra de la cultura del empleo que nos enseñaron nuestros padres.

También se está instalando una tendencia entre los futuros trabajadores, que exigen a las pequeñas empresas un plan de carrera, un salario o unas prestaciones sociales que no se pueden permitir frente a las grandes empresas, olvidándose que no todos los empresarios pueden asumir los mismos costes laborales, que dependen del sector de actividad y dimensión de la empresa.

Si lo quieres todo, que es legítimo, dicho sea de paso, hazte emprendedor. Crea una empresa, compite y no te pongas límite. Pero si entras en una empresa, lo primero que tienes que hacer es integrarte en una organización que ya está funcionando y aportar lo más posible, a través de la eficiencia, el respeto y el compromiso.

También hazte el favor de elegir bien a la hora de estudiar y si quieres un empleo de alto rango, elige lo que demandará el mercado de trabajo y de consumo dentro de 4 o 5 años (cuando termines de estudiar). No cometas el error de mucha gente que planta papas cuando están caras sin pararse a pensar que cuando crezcan tendrás que competir con todos los que tuvieron tu misma idea, por lo que los precios bajarán.

Si, además quieres saber qué buscan los directivos de las empresas a la hora de contratar, déjate asesorar por psicólogos o expertos en reclutamiento de personal y trabaja una serie de puntos, más allá de la formación académica, que van a ser fundamentales para tener más posibilidades que otra persona que compita por el mismo puesto.

Entre ellas, universalmente, debes buscar las siguientes: aprende a trabajar en equipo, profundiza en tu capacidad para comprometerte, sé responsable, aprende a trabajar bajo presión en vez de quejarte, adáptate, practica la sinceridad, aporta, motívate y motiva a quien trabaja a tu alrededor, aprende durante toda la vida laboral y comunícate.

Si, además, eres capaz de dejar tu impronta personal, valora en potenciar tus habilidades, la dedicación y la creatividad.

A cambio, exige de la empresa lo que quieres conseguir para tu vida personal, entre otros factores, un plan de empresa para ti, busca una empresa con ética, con capacidad de crecimiento y, en general, aquella que te haga sentir orgulloso de pertenecer a sus cuadros.

Con buena actitud por ambas partes, tanto el futuro de la empresa, como el tuyo, mejorarán.

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