ELECCIONES EUROPEAS 9J

El PP se lanza a taponar el voto a Vox y busca el tú a tú con Sánchez en la campaña europea

Feijóo endurece el tono contra el Gobierno para concentrar el voto de la derecha, evitar que Vox se dispare e intentar plantear las europeas como el plebiscito que siempre quiso

El líder del PP se vuelca en la campaña y viajará por toda España en estas dos semanas para intentar una victoria clara sobre el PSOE, que podría aguantar

Alberto Núñez Feijóo y Dolors Montserrat en la presentación de la campaña del Partido Popular para la campaña del 9J.

Alberto Núñez Feijóo y Dolors Montserrat en la presentación de la campaña del Partido Popular para la campaña del 9J. / José Luis Roca

El PP siempre planteó las elecciones europeas -las primeras en las que todos los españoles votan tras la investidura de Pedro Sánchez- como una segunda vuelta de las generales, un plebiscito contra el presidente y sus pactos -sobre todo la ley de amnistía- o una pugna directa entre populares y socialistas. Pero en las últimas semanas han ocurrido muchas cosas. Vox logró mantener su escaño en el País Vasco y, sobre todo, aguantó los once parlamentarios catalanes el 12 de mayo a pesar del crecimiento del PP. En los últimos días, el partido de ultraderecha ha ganado protagonismo gracias al conflicto diplomático entre España y Argentina tras el paso de su socio, Javier Milei, por Madrid.

Los populares quedaron en tierra de nadie durante unas horas, atrapado entre Moncloa y Vox pero ahora han vuelto a tomar impulso y el tono será todavía más duro en las próximas dos semanas, en busca de recuperar la idea del plebiscito con solo dos opciones: Sánchez o Feijóo. Taponar el voto hacia el partido de Santiago Abascal es una necesidad de primer orden por varios motivos. El PP quiere una distancia contundente sobre el PSOE (a pesar de que el CIS sitúa a los socialistas por delante, el resto de encuestas hablan de una victoria de los conservadores) y solo lo conseguirá si aúna el voto de la derecha

La división del electorado penalizará al PP. Y asumiendo que Vox crecerá porque está fuerte y porque en las pasadas europeas (2019) solo tuvo 3 eurodiputados, los populares van a dar todas las batallas en disputa dentro de la derecha. 

Ya han confirmado que llamarán a Sánchez a comparecer a la comisión de investigación en el Senado y no piensan aflojar en todo lo que tiene que ver con la actividad empresarial de Begoña Gómez, aunque no hagan desfilar a la esposa del presidente por la Cámara Alta. La realidad es que Feijóo sigue exigiendo respuestas y ha llegado a decir que Sánchez debió dimitir por permitir que su mujer tuviera relaciones con empresas adjudicatarias de su Gobierno “si tuviera principios”. La semana parlamentaria tan dura para el Ejecutivo -le tumbaron su propuesta sobre proxenetismo y retiraron la Ley del Suelo para no sufrir otra derrota- también será exprimida por el PP en los próximos días, que ven cómo la coalición ya se ha roto esta semana y los socios empiezan a fallar.

En la crisis con Argentina el PP ha ido matizando su postura hasta marcar algo de distancia con Milei, pero el reproche a la “sobreactuación exagerada” del Gobierno y la “irresponsabilidad” de retirar a la embajadora es lo que predomina en su discurso, igual que en el reconocimiento de Palestina también acusan a Sánchez de estar haciendo partidismo sin pensar en las consecuencias que tendrá para los propios palestinos. A la oposición dura en todo lo exterior se suma la agenda propia de España, donde la migración y el campo jugarán un papel importante en la campaña del PP.

Después de abrir este periodo previo a la cita con las urnas en Barcelona este jueves, Feijóo se desplaza a Elche y Murcia, donde desplegará toda su propuesta en agricultura. Es un voto que forma parte de la pugna con Vox y que el PP está peleando duramente. La semana pasada ya estuvo en la comunidad murciana, consciente de que el discurso en todo ese territorio es crucial. En Génova no esconden que será una de las prioridades, mientras Vox intenta acaparar el debate. Que hace unos días Feijóo apoyara la tauromaquia asistiendo a una corrida de toros en Las Ventas tampoco fue casual. 

Y haber elegido la ciudad condal para lo que se conoce como la tradicional pegada de carteles -desde hace años el primer mitin de la campaña- tampoco es una casualidad. Cataluña no es, desde luego, donde el PP aspira a tener sus mejores resultados, pero en Génova reconocen que buscan una imagen simbólica: darle importancia a la comunidad donde hace solo unas semanas crecieron más de 130.000 votos y 12 diputados y donde, en efecto, se disputan parte del voto con Vox. En este caso, donde las elecciones se plantean como generales, por las alianzas de Sánchez con los independentistas.

Cada paso está medido y Feijóo se va a involucrar de lleno en la campaña con la cabeza de lista, Dolors Montserrat, y el resto de la candidatura. El mensaje que lanzó el líder nacional a la plana mayor del partido en el último comité ejecutivo fue claro: “No cometamos errores”, dijo, en plena resaca catalana a pesar de su resbalón a cuenta de si el procés sigue vivo o lo dan por muerto.

Para el PP, en todo caso, que la suma de sus diputados y Vox llegara en esa comunidad a 26 escaños y que el voto haya crecido en las dos formaciones a la vez es un hito nada desdeñable. La victoria de Salvador Illa fue rotunda y acaparó toda la atención, igual que la debacle de ERC. Pero la derecha ha crecido inequívocamente en Cataluña y ahora necesitan proyectar ese crecimiento de nuevo en las europeas.

Feijóo busca taponar el crecimiento de los ultra para que el PP, además de primera fuerza, quede marcadamente por delante del segundo. Pero sabe que Vox tiene un suelo consolidado. El objetivo, por eso mismo, es confrontar en todo momento con Sánchez en esta campaña.

Las metas del PP pasan por aumentar mucho sus representantes –la horquilla que manejan va de los 20 a los 24 eurodiputados–. Eso implicaría una subida importante porque ahora mismo tienen 13 escaños en el Parlamento Europeo. En Génova empezaron a modular sus expectativas hace días al asumir que el PSOE podía crecer gracias a que compensará, dicen en el equipo de Feijóo, su desgaste con el voto que pueden arrebatar a Sumar y Podemos. 

Un empate con los socialistas sería un varapalo electoral para los conservadores, teniendo en cuenta que Feijóo exige la máxima movilización para que los votantes “digan lo que piensan sobre Sánchez” y sus decisiones. Y en esta campaña habrá una mezcla de todo: amnistía, alianzas con los independentistas, el periodo de reflexión del presidente, Begoña Gómez y la política exterior. Así se verá en la manifestación del domingo, donde el PP celebrará el mitin más multitudinario de la campaña electoral en la Puerta de Alcalá de Madrid. Toda la carne en el asador, dicen en Génova, sin dejar de admitir “lo mucho que está en juego”.