Cambio total en las cotizaciones: los becarios lo sufrirán

La nueva ley para estudiantes en prácticas entrará en vigor el 1 de enero de 2024 y beneficiará a todos lo que tengan este requisito de la universidad

Los estudiantes que tengan que hacer prácticas en empresas durante su formación universitaria, empezarán a cotizar para la jubilación a partir del 1 de enero del 2024. Esta medida se encuentra recogida dentro del marco de la reforma de las pensiones que se aprobó en marzo de este año. Los becarios tendrán que estar afiliados obligatoriamente a la Seguridad Social y esto ha causado el rechazo de las compañías e instituciones públicas que asumirán ese gasto.

El exministro de la Seguridad Social y actual titular de Transformación Digital, José Luis Escrivá, incluyó un apartado dentro del Real Decreto-ley 2/2023 por el que obligaría a las empresas a tener bajo el régimen de la Seguridad Social a todos los estudiantes que estuvieran becados. Desde el primer momento no gustó a todas las partes implicadas, especialmente a las universidades, que alegaban que las empresas empezarían a poner más trabas a estos jóvenes. A menos de un mes del inicio de la ley, las facultades anuncian que se están encontrando con numerosos problemas por parte de las compañías para que los estudiantes realizaran prácticas. La modificación afectará principalmente a quienes estén en ese lugar sin cobrar ninguna remuneración, como pueden ser estudiantes de magisterio o medicina.

Las universidades están indignadas

La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue) ha criticado duramente la medida: “De no ser así, no habría graduados en Medicina, Enfermería o Magisterio en los próximos años. La Asamblea considera que, dado que una parte sustancial de las prácticas se realizan en organismos públicos, estos deberían asumir la gestión y el pago”. En un comunicado, todos los rectores de estos centros han denunciado una problemática con la que ya se encuentran todos los estudiantes que notan que la oferta se reduce. A partir de ahora, las empresas o lugares de trabajo deberán hacer frente a los gastos de dar de alta o baja de la Seguridad Social a los estudiantes, y muchos no están dispuestos.

Los centros solo dan dos soluciones: quitarlas del plan de estudios, lo que perjudicaría en la formación universitaria, o asumir ellas el coste. Esta segunda opción es por la que están optando la mayoría de facultades, que entienden que de otra manera no se podrían llevar a cabo las prácticas. Mientras estaba vigente la legislación anterior, esta medida era excepcional, pero desde el 2024, se ha convertido en algo habitual.

La letra pequeña del contrato

La nueva cotización en los contratos de prácticas incluirá a los estudiantes universitarios (de grado, máster, doctorado, diploma o título propio de la universidad) y a los de Formación Profesional. Quedarán excluidos los que realizan prácticas a bordo de embarcaciones, que se incluyen en el Régimen Especial del Mar. Para compensar el impacto de la medida, la aceptación de las prácticas bonifica a las empresas en un 95%, por lo que estas solo tendrían que encargarse del 5% restante. Sin embargo, no todo es bueno, porque la cotización solo les incluirá una cosa.

Los estudiantes únicamente aportarán para su jubilación y no para el desempleo. Cuando estén en el paro no les servirá para pedir un subsidio del SEPE, ya que las prácticas no le aparecerán cotizadas a estos efectos. Para que empiece a contar en la Seguridad Social, los alumnos tendrán que ser dados de alta como trabajadores por cuenta ajena en el Régimen General. Esta se dará al inicio de las prácticas, mientras que la baja se realizará cuando finalicen.