Entrevista | Germán Roda Amador Guionista, cineasta y codirector de ‘Kraus, el último romántico’

Germán Roda Amador: «La imagen que tenía de Kraus era distinta a la que ofrecen sus seres queridos»

«De alguna manera que es imposible de explicar Rosa y Alfredo acabaron convirtiéndose en la misma persona, eran indivisibles», afirma

Germán Roda Amador

Germán Roda Amador / ED

El granadino Germán Roda Amador, codirector del documental Kraus, el último romántico, es diplomado en Ciencias de la Comunicación y técnico superior en realización de audiovisuales así como socio fundador de la productora Estación Cinema en la cual realiza las labores de dirección, guión y montaje. «En los últimos veinte años he escrito, montado y dirigido diez películas documentales, entre las que destacan las emitidas en TVE como Juego de Espías, 600 Años sin Descanso El Papa Luna, Marcelino El Mejor Payaso del Mundo y Fleta. Tenor. Mito. También he dirigido una película de ficción, El Encamado y dos docuficciones, De Lorca a Lorca, con Carmelo Gómez, y Más allá de los Ojos Cerrados, con Lucía Jiménez», enumera.

Como editor, además de sus proyectos, ha montado cuatro películas de ficción de diferentes directores y cinco documentales dirigidos por Mabel Lozano, con los que han conseguido dos Premios Goya en los últimos cuatro años.

Siempre le han interesado los proyectos en los que se mezcla la cultura y el periodismo de investigación. «He tenido la suerte de poder trabajar y aprender con grandes profesionales como Pepe Viyuela, Javier Sierra, Manuel Vilas, José Sacristán o Carmelo Gómez. Necesito», dice, «que cada proyecto sea un reto y por eso intento hacerlo de manera diferente pero siempre busco que sea una experiencia motivadora para el espectador y, sobre todo, que sea emocionante».

De Alfredo Kraus pensamos que lo sabemos todo pero poco conocemos su lado más personal y con Kraus, el último romántico, en especial, sabemos un poco más de su faceta familiar. ¿Cómo, cuándo y por qué nace el documental?

Después de terminar mi documental sobre el tenor Miguel Fleta, desde Mediareport se pusieron en contacto conmigo para ofrecerme aportar mi experiencia en la película documental sobre Alfredo Kraus. El formato documental/musical es el que más me gusta y además siempre he sido admirador de Kraus, así que dije que sí enseguida.

Vimos todo lo que se había hecho sobre el tenor grancanario y optamos por contar la parte menos conocida de Kraus pero al mismo tiempo la más apasionante. En cierto modo, creo que nos arriesgamos, pero viendo el resultado creemos que fue la mejor decisión. Además, era necesario que la gente supiera cómo fue la vida de uno de los mejores artistas de nuestro país, no podíamos perder esta oportunidad.

Han sido meses de investigación y documentación. ¿Le sorprendió algo durante ese proceso de documentación?

Sí, lo que más me llamó la atención fue su mirada. Las imágenes en súper 8 grabadas por el propio Alfredo nos muestran la intimidad de su pareja, de su familia y amigos pero desde su mirada, eso lo cambió todo para mí. Él estaba acostumbrado a ser el centro de atención sobre los escenarios pero en la intimidad era otra persona, mucho más cercana y emotiva y eso es lo que no se había contado hasta este momento.

En montaje, he prescindido de las múltiples entrevistas que concedió ya que me parecía más interesante que los demás fueran los que dibujaran la personalidad de Alfredo, sus hijos, sus amigos y sus alumnos. Yo mismo me sorprendí, ya que la imagen que tenía de Kraus era muy diferente a la que se transmite en las fotografías, las imágenes y ofrecen sus seres queridos.

¿Cómo recibieron la idea de realizar este proyecto los familiares del artista? ¿Resultó sencillo contar con su implicación?

Yo al principio estaba algo inquieto precisamente por eso, hacer un documental tan personal e íntimo sobre una figura tan grande me imponía respeto, pero en cuanto conocimos a sus hijos, les contamos lo que queríamos hacer y cómo lo queríamos contar, y entonces, nos dieron la confianza y la libertad que necesitábamos.

También fue muy importante que nos cedieran tanto material inédito e íntimo y eso siempre se lo agradeceremos porque no es fácil desprenderse de ese material y mostrarlo a todo el mundo.

Parte del legado de Kraus son sus hijos, por eso tienen tanta importancia en este documental.

Rosa Ley-Bird, esposa de Alfredo Kraus, fue durante 37 años su compañera, su cómplice, la madre de sus hijos y el amor de su vida. ¿Se podría contar sin ella la historia del tenor?

La respuesta en la que coincidieron todos los entrevistados fue en la importancia de Rosa en la vida y en la carrera de Alfredo Kraus. Creo que ella era más moderna que su marido y más moderna que la mayoría de las mujeres de su época. En el documental no se cuenta pero nos explicaron que jugaba al fútbol y practicó varios deportes.

Su educación era exquisita y al viajar tanto pudo conocer de primera mano las diferentes culturas, por eso su perspectiva de la vida era diferente al resto de personas de su edad.

De alguna manera que es imposible de explicar, acabaron convirtiéndose en la misma persona, eran indivisibles. Da la impresión de estar hablando de una historia de amor romántico del siglo XVIII pero vivieron esa historia de amor hace relativamente pocos años.

¿Destacaría alguna participación por su importancia o por aportar al relato que aborda Kraus, el último romántico detalles poco conocidos del tenor canario?

Ten en cuenta que tenemos que dejar algo para el día del estreno, no podemos contarte todos los detalles, espero que lo entiendas. Por ejemplo, una soprano nos contó que cuando cantaba con él se ponía tan nerviosa que en los ensayos no le salía la voz, ya que le imponía mucho. Uno de sus alumnos nos contó que sabía tanto de canto que siempre les pillaba si se habían ido de fiesta hasta las tantas la noche anterior. Cuando está calentando la voz, el maestro le para y le dice ‘Qué pasa, que anoche saliste a tomar algo hasta tarde no’. Gracias a su técnica y a su oído no se le escapaba ni una.

El rodaje de esta producción de Mediareport duró alrededor de un mes y se llevó a cabo entre Andalucía, Madrid y Canarias. ¿Fue sencilla la grabación?

Cuadrar las agendas de todo el mundo nunca es fácil pero lo que ocurrió en esta ocasión es que como se trataba de un documental sobre Alfredo Kraus todo el mundo nos dio facilidades, no querían perdérselo. Me acuerdo de que a Marta Sánchez, al acabar la entrevista, le dimos las gracias por su participación y nos dijo: ‘Es que si me entero que hacéis un documental sobre mi padrino y no me llamáis os mato’.

Es codirector de Kraus, el último romántico, con Laura Bueno. ¿Se conocían? ¿Ha sido sencillo trabajar con ella?

Resulta que vivíamos cerca en Madrid y nos conocimos por el barrio. Vino al estreno de alguno de mis documentales. Luego le perdí a pista porque volvió a Las Palmas de Gran Canaria. Cuando me llamó para contarme el proyecto de Kraus enseguida le dije que sí porque quería trabajar con ella y porque la historia y la figura de Alfredo me parecían un regalo para mí.

Y luego resultó que trabajando nos entendemos muy bien, creo que formamos un buen tándem en el que los dos sumamos al proyecto. Espero que podamos volver a repetir.

¿Cuándo y dónde está previsto estrenar esta producción?

Lo estrenaremos el martes 28 de mayo en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria. No puede haber un sitio más indicado.

¿Han visto ya la familia y los amigos de Alfredo Kraus el montaje final?

Sí. Es un documental en que ellos se han volcado, nos han cedido parte de su vida y de su intimidad y queríamos devolverles esa implicación sin la cual hubiera sido imposible haber hecho el documental.

¿Qué le han transmitido?

Al acabar hubo un silencio de unos segundos, creo que estaban emocionados. Luego aplaudieron, sonrieron y nos dieron las gracias. No se puede pedir más. Nos transmitieron sus ganas de que el documental llegará al mayor número de gente posible.

¿Y usted está contento con el resultado final del proyecto de Mediareport?

Estoy satisfecho porque no hemos escogido el camino fácil para contar esta historia tan apasionante. Y ese riesgo, creo que se ve reflejado en el resultado final. Nuestra intención era sorprender, homenajear, divulgar y emocionar con esta historia especial de Alfredo Kraus . Ahora le toca al público dar su opinión.

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