"El Heliodoro no se vende": tensión y acusaciones cruzadas en el Cabildo por el futuro del estadio del CD Tenerife

La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, insiste en la apuesta del Gobierno actual de reformar el Rodríguez López y acusa a su antecesor, Pedro Martín, de pretender "especular" con él

Imagen de un partido disputado en el Heliodoro.

Imagen de un partido disputado en el Heliodoro. / María Pisaca

Tensión y acusaciones cruzadas en el Cabildo de Tenerife. El debate sobre el actual estado del Heliodoro Rodríguez López y el reparto de responsabilidades sobre las deficiencias del mismo han provocado un intercambio de recriminaciones entre el actual Grupo de Gobierno, el Mixto y el Socialista, que ha sido atacado por el resto de formaciones.

El pasado viernes 26 se aprobó en Pleno una moción para elaborar un Plan Director cuyo fin será la rehabilitación del estadio. Para ese entonces, el PSOE, que se abstuvo ese día, ya había solicitado una comparecencia con el objetivo de abordar la situación del Rodríguez López. En el Gobierno consideraban que los socialistas desistirían en su intención de pedir explicaciones al haberse puesto en marcha la iniciativa, pero no fue así.

La formación encabezada por el expresidente Pedro Martín no cesó en sus intenciones y forzó una comparecencia que se transformó en un acalorado debate sobre quién es más tinerfeñista y quién es más culpable del actual estado -muy deficiente- de la casa del representativo insular. Fue ahí, y solo ahí, donde hubo unanimidad. El Heliodoro necesita una importante remodelación, que solo llegará de la mano una inversión millonaria.

Rosa Dávila durante un pleno en el Cabildo de Tenerife

Rosa Dávila durante un pleno en el Cabildo de Tenerife / María Pisaca

El PSOE, señalado por las demás formaciones

La presidenta, Rosa Dávila (CC), comenzó su intervención señalando los problemas con los que tuvo que lidiar apenas unos días después de su nombramiento, el pasado 3 de julio. “A los ocho días de entrar al Cabildo nos encontramos con una cornisa caída y unos cascotes que invadían la carretera, obligando a cerrar uno de los carriles de la avenida San Sebastián. Ese es el legado de quien hoy pide esta comparecencia”, expuso justo antes de acusar a Martín de querer “especular con el estadio para venderlo”. “Este Gobierno les dice a los aficionados que el Heliodoro no se vende. El tinerfeñismo no está en venta”, afirmó la lideresa nacionalista.

Seguidamente, tomó la palabra Ana Salazar (Vox), portavoz del Grupo Mixto. Salazar aseguró no entender “a qué juega el PSOE” forzando la celebración de un pleno extraordinario “después de haberse abstenido”. “Es la estrategia del alarmismo y la búsqueda del foco que, en realidad, oculta un bloqueo constante. Se sitúan en el no a todo. En el berrinche constante. En el pataleo”, sentenció visiblemente contrariada.

Aunque con un tono más comedido, José Carlos Acha, del Partido Popular, también disparó contra los socialistas. “Nos encontramos baños sin agua, cañerías en mal estado y unos vestuarios tercermundistas”, indicó antes de poner de manifiesto que “se han iniciado una serie de mejoras y se ha aprobado un Plan Director para que el estadio esté a la altura”. “El señor Martín dijo que iba a vender el estadio y que se lo iba a llevar a otro sitio. Una operación urbanística. Interesante”, apuntó con un tono que invitaba a la sospecha.

José Miguel Ruano, portavoz de Coalición Canaria y último en intervenir antes del turno de la oposición, atacó directamente a Martín, al que acusó de exceso de protagonismo, incapacidad en su gestión y no haber acepado que ya no gobierna. “Ahora estamos en otra etapa, usted ya no es el presidente. No hizo lo suficiente. Lo que se debe hacer es mirar hacia delante y cumplir con el compromiso que hemos adquirido”, indicó Ruano.

Martín responde a las acusaciones

El líder socialista, al que no le alcanzaron los siete minutos de turno establecidos para defenderse de todos los golpes recibidos, también pasó al ataque. “Algunos quieren hacer creer que el estadio tiene cuatro años de construido. A nosotros también se nos caían los cascotes. En la primera reunión que tuve con la Directiva del Tenerife, lo primero que me hicieron saber fue que el estadio estaba en muy mal estado y necesitaba reformas urgentes”, expuso en primer lugar.

El expresidente aprovechó los últimos segundos de su tiempo para responder a las acusaciones acerca de su hipotética voluntad de vender el estadio para “llevárselo a otro lugar”. “Será porque soy del sur”, comentó irónicamente. “Fue la anterior Directiva del Tenerife la que propuso la posibilidad de construir un nuevo estadio y fui yo quien dijo que no había dinero para reformar el actual y levantar uno nuevo. Si se optaba por lo segundo, habría que buscar una alternativa con el antiguo para utilizar el dinero de la venta. También dije que se ubicaría en el área metropolitana, primero, y concretamente en Santa Cruz, después”, concluyó.