El Mallorca gana por 2-0 los antecedentes coperos con el Tenerife

El equipo balear amargó la trayectoria copera de los blanquiazules en dos temporadas de éxito, la de la primera clasificación para la UEFAy la del ascenso con Rafael Benítez.

Portada de Deportes de El Día del 21de enero de 1993.

Portada de Deportes de El Día del 21de enero de 1993. / El Día

Julio Ruiz

Julio Ruiz

El Mallorca es uno de los equipos que más veces se han enfrentado al Tenerife en categorías nacionales. Baleares y canarios disputarán esta noche su encuentro número 57. Solo LasPalmas, Oviedo, Valladolid, Cádiz, Sporting, Zaragoza y Rayo se han cruzado en más ocasiones en el camino de los blanquiazules.

La relación con el club mallorquín se ha desarrollado en Segunda (36), Primera (16) y también en una Copa del Rey que ahora los vuelve a reunir. En la temporada 92/93 ya fueron adversarios en el torneo del KO. El pase de ronda fue para los bermellones. En la 2000/01 se repitió el emparejamiento y el signo fue idéntico. Por ahora, los Tenerife-Mallorca de Copa del Rey van 0-2.

Cada eliminatoria se celebró en un contexto diferente. En la más lejana, los blanquiazules, ya instalados en Primera y entrenados por Jorge Valdano, fueron favoritos ante un Mallorca que estaba iniciando una etapa que duró cinco campañas seguidas en Segunda División. La clasificación de los tinerfeños pareció resuelta tras el resultado del encuentro de ida, jugado en el estadio Luis Sitjar el 13 de enero de 1993. Chano, Juan Pizzi y Dertycia anotaron por los visitantes y Stosic anotó para los locales. Aquella tarde, Valdano alineó a Ochotorena, Toño, César Gómez, Antonio Mata, Paqui, Redondo, Ezequiel Castillo, Chano, Felipe, Dertycia y Juan Pizzi. Participaron como suplentes Chemo del Solar y Estebaranz. Un bloque ganador, sin fisuras. De ahí, el 1-3.

En el Mallorca, dirigido por Lorenzo Serra Ferrer, destacó la presencia del tinerfeño Luis Delgado, con pasado blanquiazul reciente.

La vuelta, lejos de ser un trámite, se convirtió en una pesadilla para el Tenerife. «Hay partidos que salen de nalgas», lamentó Valdano después de despedirse de la Copa de manera inesperada. Los rojinegros fueron levantando su remontada poco a poco. Paco Soler hizo el 0-1 en el minuto 33 y Pepe Gálvez aportó el 0-2 en el 69’. La afición respiró aliviada cuando Dertycia batió a Prats en el 87’, pero vio venir la prórroga instantes después como consecuencia del 1-3, firmado por Sacarés. En la media hora añadida no se alteró el resultado y la eliminatoria fue a parar a una tanda de penaltis en la que el Mallorca fue mejor (5-6). Valdano había vuelto a apostar por una alineación de garantías:Ochotorena, Llorente, César Gómez, Toni, Berges, Alexis Trujillo, Chemo, Ezequiel Castillo, Chano, Estebaranz y Dertycia –luego entraron Pizzi y Pier–, pero no hubo manera de evitar una decepción que no empañó una temporada histórica, la de la primera clasificación del Tenerife para una competición europea, la Copa de la UEFA, gracias a un quinto puesto en la tabla, por detrás del Barcelona, Real Madrid, Deportivo y Valencia.

Por su parte, el Mallorca accedió a unos octavos de final en los que no pudo imponerse al Real Madrid. Unos meses más tarde, perdió ante el Albacete la promoción de ascenso en su anterior formato.

Ocho campañas más tarde, al Tenerife se le presentó la oportunidad de vengarse. Fue un enfrentamiento con los papeles cambiados respecto al duelo anterior. El Mallorca era el equipo de moda en Primera y su rival, un aspirante al ascenso a esa misma categoría. Con Luis Aragonés como entrenador y futbolistas del nivel de Leo Franco, Miquel Soler, Miguel Ángel Nadal, Caño Ibagaza, Vicente Engonga, Finidi George, Leo Biagini o Samuel Eto’o, la escuadra balear, que acabó tercera en la clasificación liguera, no tuvo problemas para avanzar en la Copa. Y eso que el Tenerife no era un Segunda cualquiera. Preparado por Rafael Benítez, el representativo ya se había perfilado como uno de los candidatos a subir y había superado en Copa a dos Primeras, el Real Oviedo y el Deportivo, en ambos casos, en eliminatorias jugadas a partido único en casa.

El Mallorca fue un obstáculo insuperable en 2001. La ida tuvo lugar en el Heliodoro, escenario en el que los blanquiazules habían perdido tres días antes ante un rival directo en Liga, el Sevilla. Ese tropiezo dejó la mala noticia añadida de la lesión del portero Julio Iglesias, inconveniente que propició el debut del tinerfeño Ibrahim en la competición secundaria. No convenía arriesgar con Aragoneses. El realejero coincidió en el once con varios jugadores que no venían siendo titulares fijos en Liga. La alineación se completó con Álex Castro, Pablo Paz, Charcos, Caínzos, Basavilbaso, Juan Jesús, Hidalgo, Martí, Hugo Morales y Barata. En la segunda mitad tuvieron minutos Simutenkov, Torrado y Pier. A esas alturas, el Mallorca ya había encarrilado su pase con un autogol de Basavilbaso y un segundo tanto de Eto’o.

La vuelta sobró. Se jugó una semana después en Son Moix y tuvo poca historia (2-0). Carlitos aprovechó para reivindicarse con un doblete y Pablo Paz fue expulsado a falta de media hora para el final. Con un equipo similar al del primer partido, el Tenerife tuvo que conformarse con salir de la Copa sin sufrir daños colaterales. En realidad, la decepción, si es que la hubo, duró muy poco. Los blanquiazules respondieron con dos triunfos seguidos en Liga, ante el Leganés y el Albacete, y siguieron su camino hacia un ascenso que conquistaron en la última jornada, gracias al 0-1 en Butarque, con el tanto de Huguito.

Como en 1993, cuando se produjo la primera clasificación para UEFA, la eliminación copera a manos del Real Mallorca quedó eclipsada por un posterior éxito histórico.