Corredera ya ejerce de líder: «Hay que exigirse más»

Álex Corredera ejerce de líder. Dentro y fuera del campo, el futbolista gerundense está exhibiendo evidentes dotes de mando y la suficiente clarividencia para discernir qué están haciendo bien en el CD Tenerife y dónde deben mejorar. Ayer, el centrocampista blanquiazul sorprendió por lo certero y diáfano de su análisis. Es el suyo un discurso repleto de autocrítica pero también de ambición. «Queremos estar arriba», pronunció el catalán, quien no rehuye el ascenso a Primera División como objetivo claro para esta misma temporada.

Para Corredera, hace falta pausa para decidir mejor. «Nos está faltando calma, elegir bien. Queremos estar todo el año ahí arriba y hay que exigirse un puntito más. Luego es verdad que el equipo trabaja bien, presiona, hace muchas cosas bien, no para de correr... Pero tenemos en la plantilla a jugadores para marcar las diferencias en la zona de tres cuartos y creo que ahí podemos subir el nivel», argumenta el pivote, que ha sido titular en 11 de los 12 partidos jugados por el representativo.

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Recién renovado en verano su contrato por tres años más, el faro del Tenerife apuesta por subir el pistón en los partidos a domicilio, ahí donde el cuadro de Garitano acumula tres partidos seguidos sin vencer. No lo hizo en Éibar, única vez que no compitió con solvencia; pero tampoco a continuación en Gijón ni Miranda de Ebro. «En casa ante nuestro público sí nos hacemos con el control de los partidos, mostramos nuestro fútbol y todos nuestros argumentos. Pero este tiene que ser el camino también cuando viajamos fuera», apunta el 10 de los blanquiazules.

«Ahora tenemos una doble salida fuera, más el debut en la Copa. Es una semana para tener personalidad por los campos a los que vamos, primero Elche y luego Valladolid», sugiere. «Queremos demostrar que este equipo quiere pelear por el ascenso a Primera», aduce Álex a continuación. Sin ambages, ya habla del cambio de categoría como propósito colectivo. Pero los empates no bastan. «El otro día hicimos un buen partido. Minimizamos a un rival muy bueno, que venía haciendo las cosas muy bien fuera de casa. Y nos supo a poco», resumió.

En el lado positivo, Corredera subraya que el equipo está haciendo un «enorme» trabajo defensivo que se ha traducido en las siete porterías a cero que ha firmado en 12 compromisos. «El otro día les minimizamos. Ellos tienen buenos jugadores, gente con mucha calidad, muy peligrosa... Prácticamente no tuvieron ninguna ocasión clara. Nosotros en cambio sí tuvimos alguna para haber ganado el partido», dijo respecto al duelo empatado (0-0) contra el Levante.

A dos puntos del líder Leganés y con los mismos que el aspirante Espanyol, Corredera da por bueno «ese punto más» del sábado si sirve para seguir escalando. Y también porque la imagen ofrecida por el representativo dejó un buen pálpito en las gradas del Rodríguez López. «Al público le das uno y te devuelve diez. El otro día no pudo ser, pero la línea de resultados es buena. Obviamente valoran el trabajo y el esfuerzo del equipo, aunque todos queremos sumar de tres en tres», demandó ante los partidos que vienen. De paso, insistió en exigir más al colectivo y demandar al plantel un nivel acorde al de un aspirante al ascenso. «Hay que hacer autocrítica en las cosas que hacemos mal y apuntalar las que sí estamos haciendo bien. Hay que seguir trabajando y mejorando», resumió.

Para Corredera no hay medias tintas que valgan. Asume el propósito de estar con los mejores y competir por el ascenso directo, objetivo que en años pretéritos casi ha resultado tabú y del que casi nadie ha hablado. «El reto es bonito: estar ahí arriba. Pero para eso tenemos que ganar y competir ante cualquier rival y en cualquier campo. Ahora vienen partidos en los que toca ponernos el mono de trabajo, sacar personalidad, empequeñecer a los rivales, generar cosas... En definitiva, irnos con la sensación de que nos hemos vaciado», sentenció.

Desde que arribó al representativo de la mano de Juan Carlos Cordero, el rol de Corredera no ha hecho sino crecer. Referente para compañeros y aficionados, el catalán quiso dar un paso al frente y demostró todo su compromiso con el Tenerife al convertirse en el primero de los activos blanquiazules en renovar su contrato. Lo hizo cuando aún no se había producido el fichaje estelar de Ángel o la confirmación de la continuidad de Waldo, Sipcic o Mellot. Según dice, quiso testimoniar su gratitud a la afición y a la propiedad al mismo tiempo. «Aquí han confiado en mí», dice. Y no duda en ejercer como líder. E iluminar cuál es el camino.

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