CD Tenerife

Tenerife-Albacete: duelo de estrategas

Garitano y Albes rivalizan en la pizarra por el dominio del juego y las ocasiones en un partido entre presuntos aspirantes

El Heliodoro Rodríguez López, lleno con motivo de un partido de liga.

El Heliodoro Rodríguez López, lleno con motivo de un partido de liga. / CD Tenerife

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Una de las grandes revelaciones de la temporada anterior se asoma este sábado (20:00 horas) en la hoja de ruta del Tenerife. Jornada cinco y partido grande en el Heliodoro, donde cada contienda se vive ya como una fiesta. La alegría mayúscula que supuso el último triunfo en Andorra –van dos a domicilio– ha elevado los índices de estusiasmo a rangos insospechados en verano; y llegado el día del encuentro ya es seguro que el Heliodoro rozará otro lleno, en parámetros no idénticos pero sí muy cerca del entradón que hubo con el Zaragoza.

El partido se las trae. Engaña la posición en la zona tibia del Albacete, que se zafó de las dudas que le produjo un comienzo irregular y arrasó hace una semana al favorito Valladolid, escaldado del Belmonte. Trata de recuperarse el queso mecánico de dos bajas sensibles, probablemente sus grandes baluartes del notable curso pasado, donde llegaron a soñar con el ascenso. Por un lado vieron irse a Maikel Mesa, de los futbolistas de Segunda más codiciados, que acabó en el Zaragoza tras una ardua competencia con el Tenerife; y por el otro traspasaron a Dubasin al Basilea. También se les fue Boyomo, así que la reconstrucción ha sido difícil.

En que la tarea de recomposición sea rápida y no traumática se afana Rubén Albés, cuya continuidad posiblemente haya sido la mejor noticia del verano para el cuadro albaceteño, que tiene en el exblanquiazul Shashoua a una de sus grandes esperanzas. A la espera de que le den la alternativa y estrene condición de titular –no parece que sea este sábado–, los galones del gol son para Fuster y Quiles, por quien el club de LaMancha contuvo la respiración hasta el último día por si se lo llevaba el Alavés.

El partido tiene un sinfín de alicientes. Desde la óptica blanquiazul, sobre todo comprobar cómo se las apaña la tropa de Asier ante un equipo que quiere ser protagonista del juego y de las ocasiones. Tras saldar con buena nota sus cuatro exámenes anteriores –aunque con derrota el que le midió al Zaragoza–, el representativo vuelve a recurrir a su primera unidad para tumbar a su oponente. Los Luismi, Waldo, Roberto y Enric (cuarteto inamovible salvo en circunstancias excepcionales como la de Andorra) ya empiezan a infundir respeto en la categoría, donde ven al Tenerife con retrato de aspirante. Yuna vez conocidas sus cartas y su apuesta por el talento y la presión arriba, no es de extrañar que empiecen los rivales a adaptarse a sus virtudes para lograr neutralizarlas. Se prevé duelo de estrategas entre Albés y Garitano, como ya lo fue la contienda de Andorra, de donde el vasco salió fortalecido. Convencido de que toda opción de éxito para esta singladura pasa por repartir minutos, dosificar esfuerzos y tenerlos activos a todos –como así atestiguan las estadísticas–, Asier recupera al hijo pródigo Ángel tras un comienzo repleto de dificultades. Al de Geneto le ha advertido que le espera más calmado y las revoluciones controladas. Es de suponer que el buen momento colectivo haya serenado las ansias del lagunero, que anhela el momento del reencuentro con el gol. Y con la grada. Será otro aliciente más en una tarde apasionante.

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