Entrevista | Sophie Mandoux Fundadora y directora de Les P’tits Bras

«Mueca es un festival hecho a la medida de la compañía francesa Les P’tits Bras»

«En Francia existe un paro especial para los artistas que pretende la excepción cultural», explica la fundadora y directora de Les P'tits Bras

Les P'tits Bras interpretan 'Bruits de Coulisses'.

Les P'tits Bras interpretan 'Bruits de Coulisses'. / E. D.

Calle, grandes estructuras y mucho público son algunas de las razones por las que la compañía francesa Les P’tits Bras afirma que «Mueca es exactamente lo que queremos». Este es tan solo uno de los grupos que la próxima semana conquistarán las calles de Puerto de la Cruz en una nueva edición del Festival Internacional de Arte. Actuarán en el espacio del festival en el muelle portuense en tres ocasiones.

El Festival Internacional de Arte en la Calle de Puerto de la Cruz, Mueca, es un festival hecho a medida de la compañía francesa Les P’tits Bras. Es la segunda vez que visitan el Puerto de la Cruz y esta vez llegan a la ciudad portuense con el espectáculo Bruits de Coulisses. Sophie Mandoux, fundadora y directora de la compañía, asegura que tienen muchísimas ganas de volver a Mueca.

Es una de las fundadoras de la compañía Les P’tits Bras y han pasado ya veinte años desde que la creara. ¿Cómo han sido estas dos décadas de trabajo ininterrumpido?

Exactamente, la compañía va a celebrar veinte años en 2023. Hacemos circo de calle porque es una elección de la compañía. Nos gusta en el exterior, con una estructura grande, que la gente pueda ver espectáculos de calidad en la calle y que la cultura llegue a todos.

Los gustos de la compañía encajan perfectamente con un festival como Mueca.

Sí, claro. Ya hemos estado en Mueca con otro espectáculo y sí, es exactamente lo que queremos. Además, es un festival donde hay mucha gente, mucho público, hacemos un espectáculo con una estructura de diez metros de altura y así se puede ver de muy lejos.

¿Han sido muy complicados estos veinte años?

Han ido muy bien. En Francia tenemos una ayuda del Gobierno cuando no estamos de gira, como el paro en España. Nos ayuda a crear, a inventar, a ensayar y eso permite que estemos todo el tiempo en la búsqueda de nuevas ideas y también de tecnicidad. Me encanta llevar en los números un alto nivel de acrobacias y una estética muy marcada. Además, de la estructura, los vestuario y también el humor. Mezclamos todo eso y creo que no hay más compañías de circo en la calle que propongan este tipo de espectáculos. Por eso tenemos muchas solicitudes para actuar por toda Europa.

Entonces, el Gobierno francés apoya a los artistas con una retribución mientras no están de gira.

Sí. En Francia existe un paro especial para los artistas. Esto es algo que existe desde 1980 y que pretende la excepción cultural. Nos ayuda bastante porque así sabemos que no tenemos que aceptar cualquier trabajo, que no tenemos que crear cualquier cosa y podemos tomarnos el tiempo necesario para hacer espectáculos de calidad.

Después de 20 años, ¿se han vuelto más conservadores a la hora de plantear acrobacias?

Aunque hablo por mí, en general no lo creo. Lo único que me pasa ahora mismo es que tengo un poco más de miedo de lesionarme. Eso sí. Me tengo que cuidar, entrenar y calentar mucho pero el paso del tiempo no ha afectado a la construcción del espectáculo. Creo que ahora buscamos espectáculos con temáticas más sociales y que no solamente hagan reír a la gente. Sí que he madurado a la hora de elegir la temática para el espectáculo.

Hablando de lesiones, ¿siguen alguna rutina de entrenamiento físico?

No tenemos una rutina cada día, pero sí hacemos yoga o pilates, eso es una obligación. Si no el cuerpo no puede. Ensayamos en nuestra casa ya que tenemos una sala de entrenamiento. Mi pareja me carga y podemos ensayar en casa. Ahora todo el equipo viene a casa porque no estamos juntos durante el invierno. Tenemos que encontrarnos unas semanas antes para ensayar, para ver cómo funciona.

El espectáculo que presentan en Mueca, Bruits de Coulisses, es de estética barroca.

Sí, es completamente barroca. El público verá lo que hay normalmente entre bambalinas. Es como si pudieran ver todo lo que pasa en los camerinos: las relaciones entre los artistas, los diferentes personajes y personalidades. Hay cosas que ocurren realmente y a la gente le encanta ver lo que normalmente no se ve. Todos somos un poco cotillas.

Al tener una estética tan marcada, ¿cuánto de importante es el trabajo de preproducción?

Súper importante. Todo esto lo hacemos como casi dos años antes del estreno. Qué estética o cómo es el vestuario. Ya hace dos años que estamos trabajando en el próximo espectáculo de 2024. Toma mucho tiempo y mucha energía.

Hace unos siete años que la compañía estuvo en Mueca. ¿Hay ganas de repetir?

Claro, tenemos muchísimas ganas. Es algo complicado para nosotros porque es muy lejos. Pero estamos muy felices de venir al Puerto de la Cruz y reencontrarnos con el público de Mueca.