Plataforma Canarias por Palestina: un trabajo ingente en favor de la población de Gaza

La actividad de la Plataforma Canarias por Palestina es ingente. Desde hace meses no han cesado de realizar acciones de todo tipo para visualizar la causa palestina. Frente a las movilizaciones de miles de estudiantes de Estados Unidos, con revueltas y detenciones masivas, los colectivos y ciudadanos implicados en las Islas han optado por actividades más pacíficas y aglutinadoras con la sociedad. Se trata de pedir la paz con la paz.

En Canarias está la comunidad palestina más antigua de Europa, cuenta la docente Rosa Halaby, presidenta de la Asociación Mujeres por la Paz y Acción Solidaria por Palestina. Los emigrantes palestinos radicaron en las Islas a principios del siglo pasado cuando se trasladaban hacia América, principalmente a Chile, y los barcos recalaban en las Islas para avituallarse. Así, muchos de ellos se quedaron.

Su meta, desde hace años, ha sido dar conocer la causa palestina y, en los últimos meses, desde el 7 de octubre, movilizarse aún más si cabe para dar su apoyo a la población de Gaza en el actual conflicto con Israel y pedir que se pare la guerra.

"Parar el genocidio"

La Plataforma Canarias por Palestina, integrada por colectivos y ciudadanos, no ha cesado en realizar acciones de todo tipo que visualicen «este genocidio», explica Rosa Halaby, que también es portavoz de este movimiento. La actividad es frenética y hasta pionera en España por la gran cantidad de actos que día a día desarrollan: manifestaciones, conciertos, charlas, exposiciones...

Eso sí, los integrantes de la Plataforma Canarias por Palestina tienen claro que su forma de protesta es más pacífica, e incluso pedagógica, que las movilizaciones protagonizadas por miles de estudiantes en las últimas semanas a lo largo y ancho de Estados Unidos en apoyo al pueblo palestino, que han dejado en la retina graves disturbios y más de 2.000 detenidos.

Las protestas, sobre todo en Nueva York y Los Ángeles, ya han traspasado las fronteras estadounidenses y han llegado a Europa. Francia, Reino Unido, Suiza o España se han hecho eco de este clamor estudiantil.

De hecho, estudiantes de varias universidades españolas, como en Madrid, Granada, Málaga, Barcelona o Valencia, han empezado a sumarse con actos reivindicativos. Por ejemplo, los universitarios que llevan diez días acampados en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Valencia consideran un «orgullo» haber sido la «punta de lanza» en España de este movimiento.

Y en Madrid, una asamblea de estudiantes de distintas universidades acordaron el martes iniciar de forma inmediata una acampada indefinida para exigir el alto el fuego en Gaza, «el fin del genocidio palestino» y la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel.

La acampada, que también cuenta con el apoyo de docentes, se está realizando en el campus de la Ciudad Universitaria de la Universidad Complutense de Madrid.

Movilización en la ULPGC

Los centros canarios también se están movilizando. De hecho, al mediodía de este jueves está convocada una manifestación en el Edificio de Humanidades en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y distintos grupos de jóvenes están recogiendo firmas para parar la guerra.

Por la tarde, también está prevista una manifestación en la plaza de La Concepción en La Laguna por los bombardeos en el campo de refugiados de Rafah.

Manifestación el sábado 18 de mayo por Palestina

Y el sábado 18 se va a producir la quinta movilización estatal y europea en favor de la población palestina, a la que la Plataforma de Canarias espera que se sumen todas las Islas, como en anteriores ocasiones.

Rosa Halaby expone que los actos violentos en EEUU «pueden estar provocados por grupos sionistas». En cualquier caso, en Canarias las actividades son más «discretas», pero no han cesado de visibilizar la situación del pueblo palestino. Entre ellas, una cadena humana en la Avenida Marítima, en la capital grancanaria, o la colocación de 500 banderas de Palestina en la playa de Las Alcaravaneras por parte de estudiantes y profesorado de varios centros educativos de Gran Canaria. También se ataviaron a las esculturas de Las Palmas de Gran Canaria, La Laguna y Santa Cruz de Tenerife, con el kufiya, el pañuelo de dibujos geométricos que identifican a los palestinos.

Asimismo, se han realizado actividades muy especiales, como en el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria donde hubo una maratón musical benéfico para los niños de Gaza, además de exposiciones, charlas en los colegios, porque muchos de los miembros de la plataforma propalestina son docentes, indica Rosa Halaby. También han editado un libro que narra vivencias de palestinos en Canarias y están en la segunda parte, o unos cómics con historias de mujeres de Gaza y Cisjordania, cuenta.

Pero no solo eso. Se confeccionó una gran bandera palestina que se colocó en el edificio sindical de la capital Gran Canaria, se han hecho grafitis en contra de la guerra, pegado carteles en las puertas de las iglesias para movilizar a los feligreses, recogido firmas o performances.

Otra de las actividades con mayor afluencia fue un ciclo de cine palestino en el Centro Cultural de Gran Canaria, que tuvo un gran éxito. A juicio de Halaby el gobierno israelí cree que «puede hacer lo que quiera, de la manera que quiera, saltarse todas las leyes, incumplir absolutamente todos los acuerdos, como si no existieran ni resoluciones de la ONU ni dictámenes del tribunal de La Haya ni convenciones de Ginebra».

"En Estados Unidos el genocidio ha colmado el vaso"

Para la presidenta de la Comunidad Palestina en Canarias, Fátima Suleimán, «es prioritario despertar las conciencias de los gobiernos de un mundo insensible y deshumanizado ante el genocidio en Gaza».

Desde su punto de vista, «lo que pasa en Estados Unidos es que han estado apoyando a Israel todos estos años y este genocidio ha sido la gota que ha colmado el vaso» y ha provocado esas protestas. Ella es artista plástica y, entre otras acciones, resalta en las Islas los murales participativos por Palestina, o una exposición de artistas de Gaza, Cisjordania y canarios.

Evoca que una de las obras era «de una chica que a principios de esta guerra o genocidio fue bombardeada y asesinada a junto a su familia».

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