Fútbol

Sandra Bernal derriba muros

La zaragozana entrena el regional masculino del Real Unión de Tenerife Tacuense

En su palmarés se halla una final de Copa de la Reina y una década en Primera

Sandra Bernal, en las inmediaciones del periódico EL DÍA.

Sandra Bernal, en las inmediaciones del periódico EL DÍA. / ARTURO JIMÉNEZ

El Real Unión de Tenerife Tacuense presenta en su equipo regional un hito en el fútbol nacional. Sandra Bernal, de 31 años, personifica una historia que rompe con los cánones balompédicos. Su historia como entrenadora, que inició en Zaragoza, alcanza ahora su punto álgido al entrenar un equipo regional masculino.

En el mundo del fútbol, donde las historias de victorias y derrotas se entrelazan en cada partido, hay ocasiones en las que un nombre se destaca y desafía lo convencional para marcar un precedente en la historia. Sandra Bernal, jugadora y entrenadora del Real Unión de Tenerife Tacuense, es una de esas figuras que desafía los límites establecidos y derriba las barreras de género.

Con 31 años de edad, Sandra ha vivido una vida dedicada al fútbol desde sus primeros días en el UD Montecarlo de Zaragoza, donde su amor por el deporte floreció gracias a la influencia de su familia. Con un padre, hermano y hermana mayor involucrados en el balompié, Sandra creció respirando el aire del deporte rey y forjó su destino en los campos de juego desde una edad temprana.

Su trayectoria en el fútbol femenino español es un testimonio de éxito. Tras sus años formativos en el Montecarlo, entidad fundada por su abuelo, y una breve estancia en el San Juan de Mozarrifar, dio el salto al filial del Zaragoza Club de Fútbol Femenino, donde comenzó a labrar su camino hacia la élite del fútbol español. Con paso firme Sandra se estableció como una jugadora establecida en la Primera División, y representó al Zaragoza y al Sporting de Huelva durante una década.

Su participación en una final de Copa de la Reina con el Zaragoza, el 16 de junio de 2016, se encumbra como uno de los momentos más destacados de su carrera. La final fue contra el poderoso Barcelona de Alexia Putellas y Jenni Hermoso, a pesar de la derrota por 0-4 esta experiencia se convirtió en algo singular para la jugadora maña. Asimismo, guarda con «especial recuerdo» la victoria contra el Levante Las Planas en las semifinales de esa misma competición.

Sin embargo, la historia de Sandra Bernal va más allá de su vertiente como futbolista. Con una visión de futuro y un deseo de contribuir al crecimiento del fútbol, se incursionó en la profesión de entrenadora. Su viaje como directora técnica también comienza en Zaragoza, donde obtuvo su título UEFA C y comenzó a impartir sus conocimientos en la cadena formativa del Atlético Onubense.

Su llegada al Real Unión de Tenerife Tacuense, a los 28 años, marcó un nuevo capítulo en su carrera, donde se sumergió en las categorías base del club, y dedicó tres años a formar y guiar a futuras generaciones. Sin embargo, su historia presentó hace tres meses un giro inesperado cuando se le presentó la oportunidad de entrenar al equipo regional masculino del club, convirtiéndose en un hito en el fútbol nacional.

«El equipo tenía un fútbol directo y mi estilo era el de jugar a la pelota»

Sandra Bernal

— Entrenadora del Real Unión

La directiva del Real Unión identificó en Sandra Bernal a una verdadera «persona de club». Con determinación, Sandra emprendió el desafío de intentar rescatar al equipo del abismo, en una batalla contra el descenso a la Segunda Regional.

Sandra tomó las riendas de la entidad en la jornada 18 y se encontró con un equipo languideciendo en la última posición, atrapado en una espiral de resultados negativos. La zaragozana enfrentó el reto con un equipo «muy joven» en una categoría donde prevalecen los «jugadores veteranos». «Los errores que cometimos nos pasaron factura. Siempre ellos llegan dos veces, nos marcan dos goles, nosotros tenemos cuatro ocasiones y no marcamos», lamenta Sandra, señalando uno de los principales desencadenantes de la caída del equipo.

Consciente de la necesidad de cambiar el rumbo del juego, la entrenadora buscó imprimir un estilo diferente a la plantilla: «Observé en varios partidos del equipo regional un juego más directo. Sin embargo, como entrenadora, mi visión es que jueguen a la pelota», explica.

La zaragozana se enfrentó a duros reveses, como los encuentros contra el Raqui o el Fañabé, donde el Real Unión llegó a adelantarse en el marcador, pero no consiguió materializar la ventaja en una victoria. «No sé si es por nerviosismo o la juventud que hay en el equipo que nos hacen cometer los fallos y no somos capaces de ganar los partidos», verbaliza Sandra.

El Real Unión ha enfrentado esta temporada el desafío relacionado con la disponibilidad de campos de juego y la indisponibilidad del estadio de La Salud por obras. «Nos hemos visto obligados a distribuir nuestros equipos en varios lugares», explica Raquel Delgado, vicepresidenta de la institución. «Por ejemplo, algunas de nuestras categorías entrenan en el campo de fútbol de la Universidad de La Laguna, mientras que el equipo femenino juega en Santa Úrsula, el juvenil en María Jiménez y el regional masculino en San Joaquín», detalla la dirigente.

La situación actual de Sandra como jugadora presenta un escenario distinto. Forma parte del Real Unión Tacuense, club que se ha ubicado en la tercera posición de Segunda RFEF, rozando el ascenso a Primera RFEF. «A pesar de ser un equipo nuevo, la temporada ha sido muy buena», afirma Sandra, quien también destaca el papel del entrenador Robert Hernández: «El míster ha sido muy claro en nuestra forma de juego. Robert es un entrenador al que le gusta tener el control del balón», añade.

Al ser preguntada sobre cómo logra compaginar su papel como jugadora y entrenadora, Bernal explica que no ha enfrentado problemas de coincidencia de horarios entre los partidos de la liga regional y los del femenino. «El regional juega los viernes y nosotras solemos viajar los sábados para jugar los domingos», concluye.

Otro caso como el de Sandra

Samantha Tormo emerge como otra de las líderes que rompe con lo establecido en el ámbito deportivo. Actualmente ejerce como entrenadora en el Tenerife Fundación, equipo que pertenece al Club Deportivo Tenerife. En esta institución dirige a una plantilla compuesta por jóvenes de primer año en el Grupo 1 de la Provincial, donde sus futbolistas se enfrentan cada jornada a otros que les aventajan en uno o incluso dos años.Originaria de Chester (Inglaterra), Tormo pasó su infancia en Silla (Valencia), antes de establecerse en Tenerife hace 14 años, donde llegó como jugadora. Su trayectoria como entrenadora comenzó en la cadena formativa de la UD Coromoto y luego se incorporó al equipo representativo. En la temporada 2018-19, tras la destitución de José Luis Oltra, Cristo Marrero se unió al cuerpo técnico del primer equipo dirigido por Luis César Sampedro. En este contexto, Sesé Rivero, director de fútbol base del Tenerife, confió en Tormo para liderar al equipo juvenil blanquiazul. Desde entonces, ha continuado su carrera trabajando como entrenadora en los equipos base del Tenerife.