Arona rinde tributo a sus orígenes con la romería en honor a San Antonio Abad

Miles de personas se dan cita en el casco para disfrutar de una jornada que une celebraciones populares y religiosas con casi cuatro siglos de historia

Las fiestas patronales en honor a San Antonio Abad son la muestra real y palpable de que Arona no olvida sus orígenes. Porque el municipio, que ha sido y es santo y seña del turismo como fuente de riqueza, tiene un pasado que preservar y traspasar a las futuras generaciones. Conjugar historia y modernidad no siempre es fácil, pero reunir en una misma jornada una Santa Misa, cantada por la Parranda Chasnera, con una Romería Popular permite combinar lo mejor de ambos mundos en un ambiente festivo.

Los antecedentes históricos explican que “en el año 1625, se asientan los primeros pobladores del municipio, llegando a fundar la Ermita de San Antonio Abad, hecho que marca la historia del poblamiento de Arona”. Primer dato importante, hace 399 años que lo que hoy conocemos como Arona empezó a tomar forma.

Pero hay más datos contrastados. “La construcción de la ermita de San Antonio Abad, bajo la jurisdicción de la parroquia de San Pedro de Vilaflor, se efectuó en 1627. El edificio se localiza en la Plaza del Cristo, que actúa como eje desde el que se articula el centro histórico de Arona, declarado BIC en el año 2006. Además de pertenecer a un conjunto declarado como BIC, en 2017 esta iglesia ha sido declarada BIC con categoría de Monumento”, aseguran las fuentes históricas.

El templo fue, precisamente, el primer escenario de una jornada inolvidable. La Santa Misa en Honor a San Antonio Abad fue presidida por los miembros de la Corporación, con la alcaldesa Fátima Lemes al frente; quienes estuvieron acompañados por la Romera Mayor de las Fiestas, Sheila Chávez Santos; autoridades y vecinos del municipio que no dejaron un asiento libre. Terminada la celebración litúrgica a cargo de Padre Arnovio, la imagen de San Antonio Abad fue sacada a hombros a la Plaza del Santísimo Cristo, donde la multitud que no pudo entrar a la iglesia aplaudió, vitoreó e hizo sus peticiones al Santo.

La historia de Arona no se puede entender sin la de la tierra, los cultivos, la pesca… lo que ahora denominamos sector primario. Bien es cierto, que los últimos 50 años ha sido el turismo el impulsor del municipio y de la comarca, pero las raíces del pueblo son las que son. Y los animales siempre han tenido un protagonismo y una unión muy especial con las gentes de Arona. Por eso, otro de los momentos más arraigados es la Bendición de los Animales, un acto emotivo por la carga de historia que acumula detrás.

Y llegó la hora de la fiesta popular: la Romería. En el cielo, sol y ni una nube. En la tierra, con el santo al frente, seis carretas y miles de personas llegadas de todos los rincones de Arona y de otros municipios dispuestas a disfrutar de todo lo que supone una romería. Caras familiares y ‘conocidas’ se mezclaban con visitantes y turistas -muchos de ellos llegadas en las guaguas gratuitas facilitadas por el Ayuntamiento- dando forma a un ‘cuadro’ multicolor.

Qué decir de nuestra gastronomía… De esa carne fiesta, huevos duros, pellas de gofio, papas arrugadas, el buen vino y tantos y tantos productos que salieron y salen de las medianías para dar de comer a sus gentes… Sabores que no pueden faltar en una romería. Como tampoco las notas musicales de nuestro folclore y los trajes típicos, expresión que salta de lo local a los universal con muestras de hombres y mujeres ataviados con ropajes de pueblos de todas las Islas Canarias.

Todo ese ‘universo multicolor’ se movió por las empinadas calles de Arona Casco, repletas de ‘espectadores’, quienes la gran mayoría con móviles y cámaras fotográficas inmortalizaron momentos para el recuerdo… y para compartirlos por las redes sociales.

Casi cuando el sol se escondía se dieron por concluidos los festejos, una jornada que fue posible gracias al extraordinario trabajo de la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de Arona y al resto de departamentos del Consistorio que echaron una mano para que todo saliera como estaba previsto; y a la Policía Local de Arona, Adae Protección Civil y resto de Fuerzas de Seguridad del Estado, siempre atentos a todo y todos.