Tenerife apuesta por los aparcamientos disuasorios para ir a los centros urbanos

El Plan de Movilidad propone parquin junto a intercambiadores y estaciones desde donde irradian las redes de guaguas, tranvías o, en el futuro, trenes   

Pasajeros a punto de subirse a una guagua directa a Santa Cruz, la 015, en el Intercambiador de La Laguna

Pasajeros a punto de subirse a una guagua directa a Santa Cruz, la 015, en el Intercambiador de La Laguna / Andrés Gutiérrez

El Plan Insular de Movilidad Sostenible apuesta por los aparcamientos disuasorios en las afueras de los grandes centros urbanos de Tenerife –Área Metropolitana (Santa Cruz y La Laguna) y zona Sur (Arona y Adeje)– para dejar el vehículo privado y que los ciudadanos se desplacen en transporte público, a través del transbordo, hasta los cascos y las zonas comerciales. El documento, actualmente en exposición pública durante 45 días desde el pasado viernes 15, analiza las medidas necesarias para mejorar el tráfico y otros factores relacionados con la circulación de vehículos en la Isla en un umbral puesto en el año 2045. Este detallado diseño concluye que «es necesaria la implantación de aparcamientos de disuasión junto a las estaciones de aquellos nodos públicos que ofrezcan las prestaciones que el viajero demanda: puntualidad, frecuencia, fiabilidad y comodidad. Esos nodos públicos corresponden a lugares desde donde irradien las redes de líneas de guaguas y del sistema ferroviario, en general, tranvía y trenes e el futuro; es decir, intercambiadores y estaciones. 

La propuesta pasa por la necesidad de implementar «una política decidida de restringir el uso del vehículo privado en las principales ciudades de Tenerife mediante el control del estacionamiento en viario y la limitación de acceso a los centros urbanos». La disuasión de una parte de los viajes mediante una política de regulación y gestión del aparcamiento en las zonas de mayor demanda significaría «una disminución de la congestión», no sólo en esos puntos sino también en los viarios de acceso, entre ellos las autopistas TF-5 y TF-1, donde se producen colas de manera recurrente.

Déficit general

Las encuestas realizadas por el estudio a los 31 ayuntamientos de la Isla concluyen que prácticamente todos manifiestan como uno de sus problemas principales «el déficit de aparcamientos a la vez que la dotación de plazas forma parte de su política de movilidad, o al menos, la no reducción en la vía pública». Ese déficit se establece cuando el 75% del parque de vehículos de una zona no tiene oferta de garaje. En general la de la práctica totalidad de los municipios es insuficiente y es notable en núcleos menores. En resumen, «casi la mitad de los vehículos estacionan en la vía pública». Pero también deja claro el plan que «más allá de la dotación del estacionamiento en la residencia (el 65% de los viajes están basados en casa) es en destino –las grandes ciudades– donde se debe actuar». El documento especifica que, en el 48% de desplazamientos, los residentes en la Isla estacionan los vehículos en una plaza de aparcamiento libre de la calle en su lugar de destino. Otro 23% utiliza una plaza en propiedad y, por último, un 10% estaciona en una de su empresa. Suman el 81%.

Congestión

El Plan Insular de Movilidad define que «las horas de máxima congestión en Tenerife coinciden –a primera hora de la mañana o de la tarde– con las de entrada o salida al trabajo». En ellas, «el tráfico está básicamente constituido por empleados y escolares que acuden a sus empresas y centros de enseñanza utilizando vehículos privados». La gestión de los aparcamientos urbanos y la implantación de los de disuasión conectados con intercambiadores de transporte y con terminales ferroviarias, cuando las haya, deben estar en la base de la política a seguir en la construcción de las infraestructuras. 

Soluciones

Cuando la congestión es un problema manifiesto, tal como ocurre en la Isla, la dotación o estándares de aparcamientos tradicionales «debe ser puesta en cuestión, tal y como se ha hecho en Europa». De tal forma que los centros urbanos que ya disponen o son susceptibles de ser cubiertos por buenos servicios de transporte público establezcan «topes a la oferta o la reduzcan a mínimos, además de la obligada regulación del estacionamiento en la vía pública». El objetivo: desincentivar, al menos parcialmente, la utilización masiva del vehículo privado. 

Transbordo

El transbordo desde el vehículo privado al transporte público se propone como «paradigma del cambio cultural en la movilidad». Por eso, «debe potenciarse y facilitarse tanto funcional como física y tarifariamente». Una de las conclusiones del análisis de la movilidad isleña para las próximos dos décadas es que el del aparcamiento es «uno de los principales aspectos a tener en cuenta para la puesta en marcha de medidas de desincentivación de viajes en vehículo privado». El documento plantea «la necesidad de una política decidida para restringir su uso en las principales ciudades mediante la limitación del acceso al centro».

Cuatro grandes medidas

Cuatro son las grandes líneas de actuaciones de futuro que prevé el Plan Insular de Movilidad de Tenerife en aparcamientos. En primer lugar, dotarlos para residentes en las zonas con demanda insatisfecha o regular el estacionamiento en la vía dándoles preferencia a quienes viven allí. Otra de las medidas sería desincentivar el uso de la vía pública para estacionamientos de larga duración por parte de los no residentes, que generalmente son trabajadores y estudiantes que levan a cabo los que es informe califica como «viajes obligados y recurrentes». La tercera gran propuesta en el ámbito pasa por conseguir un uso más equitativo de las plazas en la vía pública que incentive la rotación (viajes no asociados a «Ir al trabajo» o «estudios»). La cuarta premisa que se plantea es garantizar que el aparcamiento por motivo de compras no disuada de acudir a las zonas comerciales abiertas tradicionales a favor de las grandes superficies comerciales donde aparcar es gratuito.