El primer parque eólico marino de Tenerife costará casi 104 millones de euros

Se construirá en aguas del Puerto de Granadilla, tendrá cinco aerogeneradores, el más próximo a 1.850 metros del litoral, y una potencia de 50 megavatios

El proyecto y el estudio de impacto ambiental salen a exposición

Infografía de la zona en la que se desarrollará el parque y su posible emplazamiento.

Infografía de la zona en la que se desarrollará el parque y su posible emplazamiento. / CARSTEN W. LAURITSEN

J. A. M.

El proyecto Parque Eólico Marino Granadilla y su estudio de impacto ambiental se somete a información pública durante 30 días, a partir de hoy. Constará de cinco aerogeneradores situados entre 1.850 y 3.650 metros del Puerto de Granadilla, con una potencia de 50 megavatios. Su construcción e instalación requerirá una inversión de 103.771.367 euros, según el consorcio promotor que forman BlueFloat Energy y Capital Energy, con Esteyco como socio tecnológico.

El estudio de impacto ambiental concluye que el proyecto es compatible y viable. Especifica que más de un 90% del coste, excluyendo el suministro de las turbinas, beneficiará a empresas y tecnologías existentes en Tenerife. Es decir, «trabajo directo para más de 300 personas durante prácticamente tres años, e indirecto para una cantidad aún mayor».

La zona propuesta para emplazar el parque eólico está dentro del dominio público portuario, que se extiende desde el Puerto de Granadilla actual hasta la Punta del Sordo, hacia el Noreste, y dos millas mar adentro hacia el Sureste. En concreto, el proyecto señala que «el área considerada para el emplazamiento se sitúa frente a la Caleta y Arico». En la elección del lugar tuvieron en cuenta «condicionantes determinados básicamente por el recurso eólico, la capacidad de evacuación de la energía, las condiciones del tráfico marítimo, servidumbres aéreas, batimetría y características de la plataforma marina».

Los cinco aerogeneradores de 10 megavatios estarán dispuestos en dos alineaciones, alcanzando profundidades de entre los 15 y 55 metros. Cada cimentación ocupará en el fondo marino 1.590 metros cuadrados. Se interconectarán con cable marino a 66 kilovoltios (kV) y enlazarán con la subestación de Red Eléctrica en el Polígono Industrial con entre 4.850 a 5.800 metros de cable submarino y 1.400 metros de cable terrestre.

Conclusiones

El estudio de impacto ambiental que comienza hoy su periodo de información pública es «ambientalmente viable», si bien requiere aplicar medidas protectoras y correctoras y que se desarrolle el programa de seguimiento ambiental que propone. En el documento se afirma que la instalación evitará la emisión de entre 3,8 y 4,05 millones de partículas de CO2, «lo cual tiene su directa repercusión sobre la calidad del aire y la minimización de los efectos del cambio climático».

Aunque este parque eólico marino conlleva «previsiblemente» efectos «sobre los elementos del medio en el que se ubicará» durante durante su construcción, mantenimiento y desmontaje, «su contribución a la producción de energía renovable es determinante a la hora de decidir su viabilidad ambiental».

Impactos

El estudio elaborado por la empresa Esteyco SA valora como moderado el impacto en el hábitat marino, en el área de interés comunitario existente en la zona y en la avifauna. Además, concluye que aporta un beneficio medio en aspectos como clima, calidad del aire y en la fauna pesquera; beneficio que pasa a ser bajo en la actividad pesquera y en el empleo.

El documento concluye que «la valoración de los efectos globales asociados a la construcción y funcionamiento se pueden calificar como muy beneficioso, a pesar de que puedan generar otros efectos aislados y puntuales no tan positivos, como sería el caso del impacto visual de los aerogeneradores». Al respecto, y teniendo en cuenta «su implantación en un medio ya alterado desde el punto de vista paisajístico por las instalaciones que ya existen en el Polígono Industrial y el Puerto de Granadilla», el estudio de impacto ambiental en exposición establece que «se valora compatible».

La construcción del Parque Eólico Marino Granadilla «puede ser un punto de partida, y por lo tanto una gran oportunidad, para que el Puerto de Granadilla pueda convertirse en un referente internacional para la fabricación, montaje y distribución de subestructuras offshore, no solo a nivel nacional sino especialmente a nivel europeo, con el consiguiente desarrollo que esta industria traería tanto al puerto de Granadilla como a la isla de Tenerife».

El objeto de la instalación eólica marina es contribuir, mediante un proyecto rentable, «al autosuministro energético sostenible de la isla de Tenerife, rebajando el coste del megavatio a la hora (MWh), actualmente lastrado significativamente por la importación de combustibles fósiles», se contempla en el epígrafe de justificación y objetivo del proyecto.

En el mismo, se considera que, tal y como está planteado, «es perfectamente viable y puede constituir un hito comercial muy razonable, tras la instalación en 2018, en la isla de Gran Canaria, de un prototipo de 5 MW (el primer aerogenerador offshore de España)».

Rechazo

Desde que se hizo público el interés por instalar este parque marino en el entorno del Puerto de Granadilla y la costa de Arico limítrofe, pescadores y autoridades expusieron su rechazo al proyecto. El argumento esencial es que las características de estas infraestructuras afectan al tránsito de las embarcaciones pesqueras y al ecosistema, además de suponer un peligro para algunas especies. «El pueblo de Tajao vive al 100% de la pesca. Si nos dificultan el trabajo, no tendría sentido la restauración marinera de la zona», explicó Francisco Javier García Hernández, patrón mayor de la Cofradía San Miguel de Tajao.

En el caso de este parque, aseguró que está previsto «anclar cinco molinos en una zona en la que, además de haber poca profundidad, hay sebadales y angelotes», un ecosistema que los pescadores «han preservado y que harán desaparecer». Además de las cadenas y la infraestructura del molino, en el fondo marino se instalará un cable que generará un campo magnético que «supondrá un peligro para las especies, especialmente para el cangrejo rey, que perderá su capacidad para aparearse e, incluso, desaparecerá».