ANÁLISIS

El Rincón sí, pero no así

A los 30 años de la aprobación del plan especial de esta parte de la costa orotavense no se ha ejecutado ninguna de las medidas

El Ríncón

El Ríncón / Miguel Ángel González de Chaves Trujillo

Miguel Ángel González de Chaves Trujillo

Hace 30 años que se aprobó la Ley 5/1992 para ordenar la zona de El Rincón, en La Orotava. En 1997 se aprueba definitivamente el Plan Especial de El Rincón con una redacción tan próxima a un régimen bolivariano, que afortunadamente ha sido y será inviable su ejecución, al menos mientras exista propiedad privada y libertad económica en esta tierra.

El Plan Especial contempla distintas actuaciones como un hotel difuso, un camping o un centro ecuestre, iniciativas que, gestionadas desde lo público, generarían una renta que se redistribuiría entre los propietarios. Simplemente idílico. Afortunadamente, ninguna iniciativa se ha podido trasladar a la realidad. El modelo de gestión, a fecha de hoy y con una visión retrospectiva, cuando menos se puede catalogar de naif. La Ley recoge que «con el fin de garantizar el mantenimiento de los valores agrícolas de El Rincón, se propondrán las actuaciones de carácter socioeconómico que sirvan para compensar a la comunidad local y a las actividades afectadas por la protección establecida».

Huelga decir que, en estos largos años, la «comunidad local y a las actividades afectadas», entiéndase los propietarios, no hemos sido compensados en un solo céntimo, más bien lo contrario. Hemos sido ninguneados por los políticos y técnicos más cercanos, abandonados en un rincón sin servicios municipales dignos. Han mirado para otro lado ante el compromiso de soterrar el tendido «provisional» eléctrico que sobrevuela en dirección al Puerto de la Cruz. No existe saneamiento y han dificultado hasta lo indecible todos los trámites urbanísticos a los propietarios. En definitiva, cabe aquí reclamar daños y perjuicios por lucro cesante, al que daremos el debido trámite judicial.

El ámbito de El Rincón está suspendido hasta tanto se apruebe el correspondiente plan territorial especial, lo que motivó que la aprobación del Plan General de La Orotava fuera solo parcial, según el acuerdo de la Cotmac del 2 de febrero de 2004. La redacción del plan territorial especial, que tenía un plazo de tres años para su aprobación, tiene el importante objetivo de adaptar el Plan Especial de El Rincón a la normativa vigente. Con estos antecedentes se entiende que, ya cansados, en abril de 2022 la Agrupación de Propietarios presentara un escrito al Consorcio solicitando que adaptara el Plan Especial. Consideramos que está obsoleto y que, si bien el objetivo de la Ley es plausible, no lo es la intervención planificadora, expropiatoria y redistributiva que pretende un Plan redactado bajo una mentalidad intervencionista fuera de época.

En 2017, con la entrada en vigor de la nueva ley del Suelo y de los Espacios Naturales de Canarias, el Plan de El Rincón ha quedado, más si cabe, en un limbo jurídico ininterpretable por los propios funcionarios. Baste como ejemplo la solicitud de dictamen que hace Gesplan en 2000 al profesor Luciano Parejo Alfonso. La Agrupación de Propietarios del Rincón ha exigido de forma reiterada la revisión en profundidad del Plan. Estamos ante un bloqueo en el que los mismos responsables de promover la ejecución del Plan ven en él una evidente inseguridad jurídica y un difícil encaje en la normativa vigente.

En vista de la inactividad, tanto del Consorcio como de las diferentes instituciones públicas que lo componen, impugnamos el Plan ante el Juzgado de lo Contencioso, sin que hasta la fecha hayamos recibido respuesta alguna de las instituciones implicadas directamente: el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife o el Ayuntamiento de La Orotava. Son estas tres administraciones las que el pasado 22 de septiembre se felicitan por la puesta a disposición de los afectados de una plataforma digital para gestionar todos los asuntos de El Rincón y su Plan Especial. Es bochornoso que se feliciten de haber obviado su responsabilidad: adaptar el plan en tiempo y forma a la normativa vigente, mediante la aprobación del correspondiente Plan Territorial Especial, tal como contemplaba la propia Memoria de Ordenación del PGO de La Orotava (2004). Consideran así que después de 26 años se puede decir sin sonrojo alguno que «es fundamental la coordinación y cooperación entre todos los agentes involucrados, donde la empresa pública Gesplán cumple un papel determinante para culminar la adaptación y actualización del Plan Especial de El Rincón». Pues otra vez no. Esta vez no nos lo vamos a creer. La Coordinadora El Rincón, grupo ecologista representado en el Consorcio, responde a la nota anterior y muestra su preocupación por las «condiciones de explotación de las fincas agrícolas en el espacio protegido» cargando sobre las mismas una responsabilidad que como propietarios tendremos que cumplir, «la consecución de la soberanía alimentaria» y «paliar, al menos en parte, algunos de los problemas vinculados a la crisis climática…». Por si este objetivo fuera poco relevante, añaden que nuestros cultivos deben ser la «despensa para la población de La Orotava». Sin duda, se reiteran en una visión intervencionista, en línea con los redactores del Plan, en la que se nos limita la propiedad privada.

Me explico, es evidente, que si se reduce nuestro mercado potencial a los habitantes del municipio se verán afectados nuestros ingresos brutos ya que el precio de equilibrio será siempre inferior al de un mercado abierto. Ya se sorprendió en el siglo XVIII el escocés Adam Smith de la exquisita eficiencia de los mercados libres, simplifiquemos normativas y dejemos que la mano invisible del mercado actúe. Solo quien no ha leído la obra del economista y filósofo Friedrich Hayek –recomiendo Camino de Servidumbre– cavilará, incluso desde su mejor intención, que injerencias de esta índole tendrán repercusiones positivas en la viabilidad de nuestros cultivos. Y es que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.

No discutimos incluso que esto pueda ocurrir, pero por favor, sin planificación, laissez faire, laissez passer, y si lo quieren, con claras compensaciones a la pérdida de ingresos, claro. Así, la propuesta de la Coordinadora es para nosotros cuando menos anacrónica y dictatorial. Sorprendentemente, esta misma asociación se felicita por la reanudación de la actividad del Consorcio, aun sabiendo que desde 2017 lo único que tangiblemente ha impulsado este ente ha sido una escalera para bajar a la playa de Los Patos, medida que casualmente es muy popular. Proponemos a la Coordinadora que obligue a las farmacias del Valle a dispensar medicamentos solo a los habitantes de La Orotava y así evitar cualquier riesgo de desabastecimiento y fomentar una economía de kilómetro 0.

Incluso, deberían obligar a una farmacéutica multinacional a implantarse en el municipio para garantizarnos el suministro, ya que tal y como teme la asociación ecologista debemos estar preparados ante el riesgo de nuevas pandemias que puedan cerrar los canales de abastecimiento. Nosotros somos empresarios agrarios, y reconocemos y asumimos nuestra responsabilidad social y ambiental, pero también tenemos que ser viables económicamente, y es este delicado punto sobre el que venimos discutiendo tan solo 26 años.

¿Quién invierte en El Rincón con la inseguridad jurídica actual? Y esto no lo quiere ni ver ni oír la Coordinadora, que probablemente en su firme inmovilismo considera un éxito este bloqueo permanente. Ya hicimos un esfuerzo de acercar posturas desde un grupo de trabajo, Amigos de El Rincón. Mantuvimos reuniones y avanzamos, pero cuando la Agrupación de Propietarios llegó a la conclusión de que era necesaria una revisión profunda del Plan se quedaron bloqueados en la foto de 1992. Podemos estar de acuerdo con la Coordinadora en la necesidad de las infraestructuras agrarias, la gestión del agua, una marca diferenciada o propuestas que aceleren una transición a una agricultura ecológica más certera y tecnificada. Pero la triste realidad es que en estos 26 años no hemos hablado en las reuniones del Consorcio ni un minuto de agricultura, de etnografía o de paisaje. Entonces, ¿para qué existe el Consorcio si todo lo que ha ejecutado son obras propiamente municipales y no existe ninguna que por su singularidad pueda recogerse en el marco tan especial de la Ley de El Rincón?

Tiempo, trabajo, reuniones, el pago de cuotas para mantener la Agrupación y 26 años perdidos. Cuántas ilusiones se han quedado sobre el papel. Para los agricultores el tiempo no es baladí. No podemos acelerar el desarrollo de una planta como quien revoluciona un motor. La agricultura tiene sus tiempos, hace del agricultor una persona paciente, observadora y perseverante, pero entiendan que hasta el agricultor tiene un límite. Así que ya hemos decidido que se acabó, que se rebosó el estanque, que el agua se está desperdiciando y ahora sí estamos obligados a actuar por el futuro de El Rincón, que es nuestro futuro.

Suscríbete para seguir leyendo