Inspección de Trabajo pide la eliminación del polvo cancerígeno de los tranvías

La Inspección de Trabajo de Santa Cruz de Tenerife, a través de un requerimiento fechado el pasado día 8, aunque culminado el 5, insta a Metrotenerife a sustituir el polvo de sílice cristalino cancerígeno del sistema de frenado del tranvía «por otro producto que entrañe menor riesgo para los trabajadores expuestos», un total de 17 de la plantilla de 202, además de los de la subcontrata de limpieza Lerican. Una noticia que «aunque sea tarde porque la primera denuncia data de 2021» es recibida con «satisfacción» por el Comité de Empresa de la entidad dependiente del Cabildo insular, ya que era una de las líneas rojas para mantener la huelga que iniciaron el 17 de febrero. El conflicto laboral puede quedar resuelto hoy mismo si la propuesta de la parte empresarial convence a la social.

El informe de 14 paginas concluye en requerir a la empresa de transportes en tres aspectos concretos relacionados con la labor inspectora previa, conforme a lo establecido en el artículo 43 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y 22.2 de la Ley 23/2015, Ordenadora del Sistema de Inspección de Trabajo y Seguridad Social. En primer lugar, «sustitución de la sílice cristalina». También se invita a impulsar «medidas higiénicas concretas a adoptar y mejorar a partir de las actuaciones desarrolladas en la empresa respecto de los trabajadores expuestos». Por último, «criterios a tener en cuenta para adoptar mejoras en las evaluaciones higiénicas desarrolladas por la empresa y consecuentemente en las medidas correctoras subsiguientes».

Problemática

Los trabajadores denuncian la presencia de un elemento cancerígeno, el polvo de sílice, en los raíles y el entorno de las paradas. La exposición a este componente puede provocar silicosis, una patología irreversible en el aparato respiratorio derivada de haberlo aspirado en gran cantidad, asociada también al cáncer de pulmón. El tranvía, en su sistema de frenado, utiliza arena de sílice, que al ser aplastada o triturada por el vagón se convierte en polvo cristalino respirable. Desde diciembre de 2020 se considera una sustancia altamente cancerígena, de primera categoría, mismo nivel que el conocido amianto. Los delegados de prevención lo pusieron en conocimiento del Comité de Seguridad y Salud.

Acatar

Santiago Correa, responsable de Comunicación de Metrotenerife, señaló que «haremos lo que nos requiere la Inspección de Trabajo». De hecho, añadió, «ya hemos iniciado la tarea». Recuerda Correa que «la sustitución del sistema de frenado compete a la empresa fabricante que nos ha hecho llegar su voluntad de iniciar este proceso». En principio se trataría de un plan de ocho meses para eliminar el polvo cancerígeno. Alstom, multinacional responsable del sistema de Metropolitano de Tenerife, propuso, por primera vez desde la inauguración en 2007, sustituirlo y así lo hizo llegar a la empresa del Cabildo el pasado 16 de febrero. El informe de Inspección de Trabajo lo refleja al igual que el antecedente de Metro Bilbao que en diciembre de 2021 sustituyó el polvo de sílice por silicato de calcio.

Polémica

El polvo de sílice protagonizó el final del penúltimo pleno del mandato actual en el Cabildo de Tenerife (2019-2023) el pasado día 8. Cristo González (Sí Podemos Canarias) y Enrique Arriaga (Cs) se enzarzaron dialécticamente. La primera habló de riesgo para la salud pública, lo cual indignó al responsable de Movilidad y de la empresa que garantizó todos los controles. Discutieron sobre dos posibles casos en la empresa de limpieza Lerican (hay ya tres, pues se suma otro en Metrotenerife). Ambos se retaron, ahora que dejan la institución, a mantener el pulso. Cristo González, a través de «la lucha en la calle». Arriaga al estar «muy pendiente» desde su puesto como técnico de Prevención de Riesgos Laborales en la Corporación insular al que volverá el día 28 tras el primer pleno del nuevo mandato.

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