«Sabotaje al montaje nace de la protesta»

Con su firma plasmada en muchos rincones del mundo, el artista expone su reivindicación social

En la parte superior, Matías Mata. En orden descendente, las obras

En la parte superior, Matías Mata. En orden descendente, las obras / Sonya García / Michael Valdivia

Sonya García / Michael Valdivia

El muralista Matías Mata trabaja bajo el seudónimo Sabotaje al montaje. Con su arte muralista llena las calles de Tenerife de arte y color para reivindicar los problemas sociales.

Conocido como Sabotaje al montaje, Matías Mata es natural de Lanzarote y licenciado en Bellas Artes y empezó, con tan solo 17 años, a realizar grafitis en el barrio de Las Escaleritas, en Las Palmas de Gran Canaria. Su nombre artístico refleja el afán de protesta hacia la sociedad contemporánea. En sus inicios, firmaba como Wip acompañado del dibujo de un gusano, si bien con posterioridad la fue transformando hasta llegar al pseudónimo actual. A lo largo de los años, su arte evolucionó a murales pintados con espray, lo que se conoce como arte efímero. Ha pintado en Estados Unidos, Latinoamérica, Asia, África y Europa y en sus obras juega con temas sociales y medioambientales, donde también trabaja la figuración. «A través de mis fotos represento estos conceptos y, también, otras facetas, como son el color y la abstracción, que me acompañan desde mis inicios en el grafiti», explica el artista. La inspiración de Mata proviene de distintas ramas creativas como el diseño, la fotografía y todas las artes que el artista ha estudiado. Al realizar un mural, la inspiración se basa en el concepto de cada uno. «Normalmente, saco fotos a los lugares que voy antes de pintar y crear un diálogo con el entorno, ya que ellos son los que van a convivir con el mural. Así genero esa conexión», comenta Mata.

en La Laguna;

en La Laguna; / Sonya García / Michael Valdivia

Las creaciones que realizan artistas como Matías Mata las llevan a cabo con mucho mimo. «Todos los murales son como un hijo, desde que nace hasta que van envejeciendo. Como la vida», reflexiona el muralista. La inspiración, en su caso, provino de muchos artistas y, aunque no tiene un referente concreto, en el inicio del grafiti se fijó en un mural del escritor Pumuky, realizado en el barrio de Altavista, en la capital grancanaria. Mata lo reconoce como un impulso para su creatividad.

en Granadilla de Abona, y

en Granadilla de Abona, y / Sonya García / Michael Valdivia

A la hora de llevar a cabo un mural, el artista pide permiso al dueño de la pared, edificio o estructura y, si obtiene el visto bueno, comienza el proceso de creación. Primero, fotografía el barrio para conocer su atmósfera; luego, realiza un boceto para establecer bien la idea que tiene en mente. Sin embargo, durante el proceso suele improvisar bastante, algo que heredó del grafiti. Una de sus obras más personales y significativas, ubicada en La Laguna, es un homenaje a las personas que cuidan a ancianos dependientes. En el mural se observa a una cuidadora que sostiene en sus brazos a dos personas mayores sentadas en un banco, lo que simboliza la protección de estos.

en una valla publicitaria de La Laguna. | e.d.

en una valla publicitaria de La Laguna. | e.d. / Sonya García / Michael Valdivia

Una de las características que distingue a Mata es su faceta de narrador de historias de su vida y de su entorno a través del arte figurativo. Mediante colores llamativos, lleva a cabo obras significativas con protagonistas, a quienes así rinde homenaje, o situaciones que para él vale la pena plasmar.

Al contrario de lo que piensan muchos, Sabotaje al montaje valora el grafiti como una disciplina que ha aportado una base positiva a su crecimiento como muralista. «Para nada me afecta, sino que me enriquece, más bien», expresa. Tanto es así, que para Mata ambas doctrinas nacieron en la calle, lo que permite que cada artista se exprese como quiera.

El artista sigue llevando su arte a varios rincones del mundo. Este año participará en un festival internacional a celebrar en Lleida para luego volver a las calles de Tenerife para dar color a Granadilla de Abona. Finalmente, irá a una residencia de arte urbano en Bilbao para seguir elevando su nombre artístico y que la sociedad identifique este ente urbano como lo es Sabotaje al montaje.

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