Casi un millar de presos se quedan sin agua por el incendio y Escolástico Gil señala al Estado como culpable

El alcalde de El Rosario asegura que su municipio se ha quedado sin agua y que no pueden suministrarla a la prisión Tenerife II, que según Gil está abandonada por el Estado

El fuego se acerca al casco urbano de El Rosario

E. D.

El incendio de Tenerife continúa activo tras una semana y los trabajos de extinción se centran ahora mismo en el frente situado en el municipio de Güímar, el "único punto crítico" que mantiene el incendio.

Uno de los municipios que peor lo ha pasado con el fuego es el de El Rosario. La zona de La Esperanza tuvo que ser confinada para que los equipos de extinción pudieran moverse de manera coordinada y luchar contra el fuego que se acercaba al núcleo urbano.

Además, los problemas en los canales de agua están provocando que el municipio se haya quedado sin suministro para la población y para la prisión Tenerife II, a la que abastece de agua. Este problema ha creado una polémica con la que el alcalde del municipio, Escolástico Gil, ha terminado por estallar.

Según cuenta Escolástico, "tenemos otro grave problema y surje una grave polémica que llevamos tiempo reclamando. Ahora mismo no tenemos agua. El canal de Aguamansa, que nos viene por Montaña Aire, no llega. El canal del sur, el agua que llega por Río Portezuelo, no llega. Tenemos la población con cortes de agua porque no ha llegado agua y, además, tenemos que dar agua a la prisión de Tenerife II".

Según los datos que aporta el alcalde, abril y mayo la prisión consumió más de ocho millones de litros de agua. Los depósitos del municipio han destinado a apagar las llamas del incendio 1'6 millones de litros. Gil especifica que "nuestros depósitos están dedicados a apagar el incendio".

El líder de IR-Verdes apuntó que está problemática con la prisión debería haber sido resuelta hace tiempo, pero que no le han hecho caso: "Llevo reclamando al Estado desde que soy alcalde y desde antes que hicieran una obra para una infraestructura crítica como es la prisión. Que pudiera unir el depósito de La Cañada y el de La Parra con la prisión por si había un problema crítico como el que ha habido".

Incluso Escolástico ha apuntado que "ahora no se puede llamar al alcalde para amenazarlo porque no hay agua en la prisión. Lo que tiene que hacer el Gobierno es la obra que llevamos tiempo reclamando y que la prisión recibiera agua directamente". Unas amenazas que "no son directas, pero por dejar la prisión sin agua te puede caer la mundial".

Búsqueda de agua

El alcalde ahora se encuentra en la tesitura de buscar agua por todos los medios para un lado o para el otro, y es que "nos dicen que son personas vulnerables, pero toda la parte alta de El Rosario es vulnerable porque no tiene agua. Ahora tengo que quitar el agua de un lado para ponerla en otro. Esta es la otra situación que estamos viviendo, no la del incendio, sino la del abastecimiento de agua porque no llega y ahora todo el mundo a exigir".

Escolástico mando un mensaje directo y una exigencia al Gobierno central: "Yo exijo al Gobierno que dé tranquilidad a una estructura crítica y realicen las obras. Me he reunido con la delegación del Gobierno, con la prisión, con documentación enviada al Ministerio y no han hecho nada. El Estado ha abandonado El Rosario y la prisión Tenerife II desde hace muchos años".

La Diputación del Común se pronuncia

El diputado del Común en Canarias, Rafael Yanes, ha abierto una actuación de oficio por esta "gravísima situación", provocada porque "no tiene una infraestructura de emergencia para el suministro de agua".

Yanes se ha puesto en contacto "personalmente" con el Defensor del Pueblo de España para que "actúe de manera inmediata ante el Ministerio de Interior. Es inadmisible la situación que están pasando estas personas".

Una propuesta que viene de atrás

El Día se hacía eco en su momento del proyecto que propuso el Ayuntamiento de El Rosario al Estado por valor de 2,7 millones de euros y en un periodo de un año de trabajo.

Con esta idea se buscaba dar por concluidos los problemas de abastecimiento de agua del Centro Penitenciario Tenerife II. Esta fórmula se iba a utilizar con el fin de evitar que la prisión se pudiera quedar sin suministro ante un eventual fallo crítico del único conducto que actualmente le proporciona agua desde el Pozo de La Cañada, algo que ha terminado por pasar.

La obra pasa por crear nuevas conducciones para que el citado espacio deje de ser el único punto de suministro y que la prisión pueda ser abastecida también desde el depósito de La Parra, cuya agua procede del canal Río-Portezuelo.