Entrevista | Natalia Álvarez Presidenta del Consejo Escolar de Canarias

Natalia Álvarez: "Los teléfonos móviles pueden ser útiles en las aulas, el problema es cómo se están usando"

La presidenta del Consejo Escolar de Canarias revela que la principal preocupación de la comunidad educativa en las Islas tienen relación con los efectos que pueden generar los dispositivos en la salud mental de los menores

Natalia Álvarez, presidenta del Consejo Escolar de Canarias.

Natalia Álvarez, presidenta del Consejo Escolar de Canarias. / E. D.

Iván Alejandro Hernández

¿Cuál ha sido la metodología que ha seguido el Consejo para llevar a cabo el informe?

Partimos de un informe de 2019 que hicimos sobre la competencia digital en la escuela canaria para desarrollar el análisis de la consulta de la Consejería, que estaba centrada en el uso personal y recreativo de los teléfonos móviles en los centros educativos. Después hicimos un foro en el que se debatió la conveniencia o no del uso de los móviles o la incidencia que tiene en los menores, es decir, fue un debate mixto, presencial y telemático, en el que la comunidad educativa pudo participar. Contamos con una orientadora de Las Palmas de Gran Canaria, que había trabajado el tema en su tesis doctoral, y con un catedrático de Psiquiatría de la Universidad de La Laguna, además de un director y un alumno de centros educativos. De ahí salieron una serie de propuestas. Todo esto lo pasamos a un primer borrador al que se le hicieron distintas aportaciones. Después se hizo un segundo borrador con enmiendas. Y esto lo llevamos a una permanente donde se debatió con serenidad y con intensidad. Entonces se llegó a la conclusión del informe que hemos publicado. Ha sido un proceso muy participativo dentro del Consejo Escolar en el que se ha escuchado la opinión de expertos y de la comunidad educativa.

¿Hubo muchas posiciones enfrentadas en la comunidad educativa?

En general, lo que había era una gran preocupación de lo que está ocurriendo, de la incidencia, sobre todo emocional y de salud mental en el alumnado, sobre el uso inadecuado del móvil. El problema no está en el instrumento, porque es un instrumento válido que se usa en la sociedad, entonces, desde ese punto de vista, es útil. El tema es cómo se está usando, el acceso que tienen los menores a cuestiones problemáticas de violencia, de pornografía, etc. En un periodo de maduración del alumnado es conveniente que tengan una formación para tener criterios de uso.

¿Por qué consideraron conveniente no recomendar una prohibición absoluta del uso de los móviles en las aulas?

Porque los centros conocen a su alumnado, saben cómo lo pueden introducir en su proyecto educativo. Los centros de Formación Profesional usan el móvil para algunas materias. Si nosotros planteamos una prohibición absoluta da la sensación de que estamos prohibiendo el uso pedagógico y queremos que quede claro que una cosa es el uso pedagógico y otra, el uso personal y recreativo.

El Consejo es favorable de un marco regulatorio común ¿Qué requisitos mínimos debe reunir?

Nosotros planteamos que hay que garantizar que las decisiones las puedan tomar las comunidades educativas de forma democrática y dialogada, de manera que puedan establecer criterios de regulación o prohibición si así lo estiman oportuno sobre el uso del móvil. Una de las cuestiones que planteamos es que, para garantizar que las competencias se desarrollen es conveniente que estén disponibles otros dispositivos en los centros, como pueden ser los ordenadores o tablets y cualquier otro instrumento que pueda llegar. Sin duda, una de las cosas que planteamos es que ante las situaciones de riesgo los centros tengan el asesoramiento para establecer sus regulaciones en el marco de su autonomía. Lo ideal es que el marco se elabore entre toda la comunidad educativa, pero la Consejería tiene la responsabilidad de garantizar que haya una referencia común, eso está claro. El tema es que cada centro, en el marco de su autonomía, lo regule. 

El informe cita que es en los niveles más altos de Secundaria donde existe mayor uso del móvil. ¿Por qué recomienda establecer ese marco regulatorio por igual desde Primaria a FP?

Sabemos que hay niños y niñas que llevan el móvil en Primaria, entonces no tendría sentido aplicarlo solo a partir de Secundaria. Por eso decimos que sería conveniente hacer un planteamiento general desde Primaria hasta Bachillerato y Formación Profesional. Ese tema hay que reflexionarlo y el centro debe tener unos criterios al respecto. 

El documento atribuye a las familias la responsabilidad sobre cómo hacer uso de los móviles y los riesgos que conllevan. ¿Esta labor no podría formar parte del aprendizaje en las aulas?

Hay que tener en cuenta que el tiempo escolar es limitado. Todo lo que salga del tiempo escolar, ya es de carácter social y, sobre todo, familiar. Nosotros nos atrevemos a hacer recomendaciones o propuestas a las familias porque lo ha planteado ese sector del Consejo Escolar. Es importante que padres y madres sepan cómo acompañar y tutelar a sus hijos e hijas y, sobre todo, que tengan modelos positivos. Una de las cuestiones también que nos estamos encontrando es que se desconoce cómo tratar el tema digital. Y recomendamos que sería genial que a través de las organizaciones familiares puedan tener formación, información y debate, que se les clarifique en coordinación con el resto de la comunidad educativa. Todo lo que sea trabajar conjuntamente y coordinadamente y que los menores vean que no hay contradicciones es muy importante.

En el informe se recuerda bastante un documento de 2019 sobre la competencia digital en Canarias y abunda en este aspecto. ¿Se ha avanzado en las recomendaciones que realizó el Consejo?

Hemos tenido reuniones con el sector de la Consejería que lleva las tecnologías, porque en ese informe veíamos que ya se planteaba que había que pasar de las tecnologías de la información y la comunicación a las tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento. También se hablaba de que de ahí se debía pasar a las tecnologías para el empoderamiento y la participación. A raíz de la pandemia se ha generado mucho trabajo con los centros, no solo en el ámbito de los recursos, sino también formativo, con el tema de las tecnologías. Pero nosotros siempre somos muy ambiciosos y decimos que hay que seguir trabajando, sobre todo, para que los sectores más vulnerables no se vean descolgados o apartados por no tener los instrumentos necesarios. Y que en Canarias hemos tenido tradicionalmente un problema de conectividad, entonces, garantizar la conectividad aparejada a la formación del profesorado, es muy importante. 

Entonces, ¿considera que la clave está en la digitalización de las aulas para evitar el uso de dispositivos personales?

Exactamente. Que haya suficientes recursos tecnológicos en las aulas de los centros para que no haya que acudir a un instrumento que es muy útil socialmente. Que pueda ser sustituido por otro que responda mejor a las estrategias pedagógicas. Desafortunadamente, no todos los centros cuentan con dispositivos y uno de los principales problemas es el tema de la cobertura o la conectividad, entonces hay centros que acuden a los móviles porque les falla el wifi. Tenemos un problema de conectividad y hay que seguir insistiendo en mejorar en este sentido. Por eso consideramos que no había que hacer una prohibición general, sino una regulación. Eso no quiere decir que no haya que ser restrictivo a la hora del uso recreativo y personal. 

¿Son favorables al uso de los dispositivos móviles personales en el ámbito del recreo?

Hay muchos centros de Canarias que han prohibido el uso del móvil y ponen actividades de socialización o de formación, ya sean deportivas o musicales, en lo que se ha denominado como recreos activos. Me han contado experiencias bastante llamativas de cómo veían al alumnado en los recreos con el móvil en la mano, sin comunicarse entre ellos y cuando se empezaron a implantar cómo en el momento en el que se empezó a implementar actividades ha cambiado el clima de relaciones del alumnado en el centro. No hay que olvidar que muchas amistades las hacemos en los colegios y se mantienen a lo largo de la vida. Los centros son lugares de socialización.

Suscríbete para seguir leyendo