La okupación llega a los yates de Vigo: "Bebieron, fumaron y follaron en los camarotes"

Si la okupación se había convertido en una práctica relativamente frecuente en algunos edificios de la ciudad, llegando algunas inmobiliarias a ponerlos en venta a precios de oferta por esta condición, ahora este fenómeno ha dado el salto al mar con las embarcaciones de recreo. Este martes uno de los usuarios del puerto deportivo del Náutico descubría cómo una pareja se había apropiado de su barco tras colarse desde el paseo de As Avenidas. Al aproximarse al muelle se sorprendió al ver la escalerilla hacia el mar desplegada, objetos movidos en el pantalán y la escotilla de proa abierta, ya que siempre ha sido “muy meticuloso” con esos detalles. Al instante pudo comprobar cómo había gente en el interior del mismo y, tras agarrar un objeto para defenderse si fuera necesario, los increpó y llamó a la Policía mientras vigilaba que no se escapaban.

Hasta siete agentes de la Policía Nacional se personaron en el lugar para identificar y arrestar al hombre y la mujer, de entre 40 y 45 años de edad, que habrían entrado el lunes por la noche al mismo. Al utilizarse durante los meses de verano como residencia, el barco estaba provisto de bebidas alcohólicas y comida que fueron ingeridas por la pareja mientras causaban desperfectos en todo el interior. Además, cuando fueron descubiertos se encontraban desnudos, por lo que la Policía tuvo que aguardar a que se vistieran mientras mostraban “chulería y descaro” ante los presentes.

El dueño de la embarcación, de unos 15 metros de eslora, califica la escena que encontró de “vomitiva” debido al fuerte olor que desprendía el interior. “Bebieron, fumaron, follaron y defecaron por todo el camarote” señala al tiempo que constata que usaron su ropa para bañarse con “impunidad” durante varias horas sin que nadie los detectase por las cámaras de seguridad.

Fuentes del Real Club Náutico de Vigo ratifican la versión del denunciante, del que destacan que “tuvo temple” para afrontar la situación. Desde la casi centenaria institución defienden que es un “hecho aislado” y “no ocurre habitualmente” aunque varios usuarios ya hayan denunciado este riesgo. Al mismo tiempo, recalcan que se trata de un “puerto abierto” a la ciudad y “no hay forma de aislarlo” herméticamente.

Según relatan tanto el dueño del barco como fuentes del RCNV, la reforma del paseo de As Avenidas ha provocado que el acceso a los pantalanes entre el edificio de la Xunta y la estatua de Julio Verne esté “a un paso” con la marea alta. El martes por la noche fue presentada una denuncia al respecto y el interior del barco fue limpiado el miércoles; aunque el dueño cree que esta escena podría repetirse dada la vigilancia en la zona.

El descubrimiento de los intrusos y su arresto se produjo en la jornada de martes, cuando miles de turistas copaban el frente portuario por la histórica escala de cinco cruceros en la ciudad. Esto provocó una gran expectación entre los presentes.

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