Las mujeres canarias alzan la voz: «No vamos a dar ni un paso atrás»

Una marea feminista rebosó las calles de la capital grancanaria | Entre las participantes destacó un grupo de mujeres ucranias

Imagen de la manifestación de ayer en la capital grancanaria.

Imagen de la manifestación de ayer en la capital grancanaria. / JOSÉ CARLOS GUERRA

Media hora antes del arranque de la manifestación por el Día Internacional de la Mujer convocada por la Red Feminista de Gran Canaria, bajo el lema Sin igualdad no hay futuro, si nos cierran caminos abrimos veredas, una multitud se agolpaba en el parque San Telmo mientras seguía llegando una riada humana morada. «Hay que respetar a las mujeres y que tengamos los mismos derechos que los hombres. Es necesario que alcanzásemos la igualdad real», clama Naya Ortiz, de 11 años. Era la primera vez que acudía junto a su madre a la manifestación. Y es que, un año más, la convocatoria del el 8M congregó a miles de mujeres canarias de todas las edades y generaciones con un objetivo común: defender sus derechos y reivindicar medidas para alcanzar una igualdad real y efectiva.

A medida que el parque se iban llenando de gente, las pancartas invadían la visión y comenzaban los primeros acordes de las numerosas batucadas que acudieron a animar el recorrido. Con lemas como «la lucha será interseccional o no será», «¿Te cansas de oírlo? Yo de vivirlo», «Yo solo lucho por mis derechos, perdón que te salpique» o «el feminismo nunca ha matado a nadie, el machismo mata y viola cada día». Carmen Torres e Ivana Melián llegaron desde Telde, su municipio de residencia, para participar en la marcha. Madre e hija vestían de morado y portaban carteles caseros donde reivindicaban la ley del solo sí es sí y la importancia de que la ley gire entorno al consentimiento. Para Carmen, la madre, era su primera manifestación. En cambio, su hija Ivana es asidua de la marcha.

«Las mujeres trans sí somos mujeres», gritó una de las tantas mujeres ante las consignas de las excluyentes, mientras las presentes rompieron en aplausos y continuaron gritando esa consigna. Pese a que generaron un ambiente enrarecido, su voz se fue apagando mientras seguían llegando mujeres de todas las edades para dar comienzo a la marcha. Pasaban pocos minutos de las siete de la tarde cuando la cabecera comenzó su avance hacia la plaza de Santa Ana por la calle Rafael Cabrera.

Entre las primeras filas de la manifestación destacó un grupo de mujeres ucranianas, refugiadas en la Isla, que portaban imágenes de mujeres y menores asesinados por el Ejército ruso durante la invasión de su país. También destacó un grupo de mujeres africanas, llegadas en pateras y cayucos, que se unieron a la protesta. Una hora y media después del comienzo de la recorrido, y con la luna llena de fondo, comenzó la lectura del manifiesto en una abarrotada Plaza de Santa Ana.

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