El último despropósito de la crisis de la vivienda en Tenerife: tiendas de campaña en una azotea por 12 euros la noche

Santa Cruz de Tenerife se ha convertido en una víctima más del imparable fenómeno del alquiler vacacional. Víctima, por el vacío legal que aún existe en cuanto a la regulación de esta actividad y porque el incremento de la oferta de este tipo de alojamiento en el municipio chicharrero ha disparado los precios del alquiler residencial. A los pisos que se ponen a disposición de los visitantes en cualquier comunidad de vecinos y barrio de la capital, se suman las ocurrencias de algunos propietarios. Es el caso, por ejemplo, de las tiendas de campaña instaladas en la azotea de un edificio de la calle Castellón de la Plana, en La Salle, que se ofrecen a unos 12 euros la noche y que traen de cabeza al resto de vecinos de este inmueble y aledaños.

Esta curiosa opción, por denominarla de alguna manera, para pasar unos días en la capital tinerfeña puede encontrarse en un conocido portal de búsqueda de viviendas de alquiler vacacional. Se anuncia como "Centro de Tiendas de Campaña", en Santa Cruz de Tenerife. "Saborea los detalles especiales de este alojamiento romántico. Es una oportunidad a buen precio. El baño y la cocina se pueden utilizar en un apartamento". Estas dos últimas instalaciones son compartidas entre todos los huéspedes y se advierte de que, incluso, "puede que la habitación se comparta con otras personas".

En esta azotea, con vistas a y para los edificios cercanos, pues no existe intimidad alguna, suelen instalarse entre tres y cuatro tiendas de campaña. Vecinos del inmueble, que aseguran llevar allí más de 30 años, cuentan que la "pesadilla" comenzó hace casi dos, "cuando el piso de arriba salió a subasta y los propietarios actuales lo compraron".

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"Desde entonces, vivimos entre ruidos, basura y miedo. Se alquila un apartamento como destino vacacional de manera ilegal y también tiendas de campaña en la azotea, sin pagar la luz del edificio y sin llegar a un acuerdo con nosotros. Nos tocan el portero a cualquier hora de la madrugada; no podemos dormir de la escandalera todos los días; las escaleras siempre están sucias; y estamos en tensión porque no sabemos quién se está metiendo aquí. Vecinos de edificios aledaños nos dicen que, incluso, en ocasiones, han saltado a otras azoteas para robar. Pero, los responsables de este negocio se ríen en nuestra cara", relata una de las familias que reside en el citado inmueble.

Dicha familia también denuncia que "ni la Policía Local ni la Gerencia de Urbanismo" del Ayuntamiento "han intervenido". Y es que, según asegura, se ha avisado en varias ocasiones a los agentes. "La Policía ha venido unas tres veces, pero las casetas siguen ahí". Esta familia no descarta acudir a la Justicia, "porque no podemos seguir viviendo así". "Esto tiene alguien que regularlo, poner unas reglas y condiciones, pues la situación cada vez va a peor en todo el municipio, no sólo aquí".

El propio alcalde de Santa Cruz, el nacionalista José Manuel Bermúdez, ha declarado en varias ocasiones que la expansión del alquiler vacacional requiere de "unos límites y un orden", y que, sin duda, "debe ser regulada, para tener un criterio". "No podemos dedicar barrios enteros a esta actividad, porque nos estamos cargando la ciudad", ha manifestado José Manuel Bermúdez.

Por ello, el regidor chicharrero ha celebrado que el Gobierno canario haya anunciado que establecerá un marco jurídico al respecto, «algo que en el anterior mandato, el Ejecutivo no se atrevió a hacer». Bermúdez ha informado a ELDÍA de que en la capital tinerfeña, el número de plazas de este tipo, según los datos de vivienda vacacional registrada de la Comunidad Autónoma, duplican la oferta de camas hoteleras.

En concreto, y tal y como ya lo publicó este periódico, las plazas hoteleras ascienden a 2.750, mientras que las de vivienda vacacional superan la cifra de 6.300, lo que supone que por cada plaza hotelera hay 2,3 de alquiler vacacional.

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Una práctica ilegal según la normativa municipal

Sobre los usos admitidos en las azoteas de los edificios de Santa Cruz, ninguna normativa municipal permite la instalación de casetas de campaña en las mismas. En concreto, la Ordenanza Municipal de Paisaje Urbano establece, con respecto a las azoteas, que "no se admite el almacenaje indiscriminado de cualquier tipo de materiales ni la colocación de instalaciones en otras condiciones que las previstas en esta ordenanza".

Y según esta norma, las azoteas sólo podrán acoger aquellas construcciones que "correspondan con los usos e instalaciones comunes del edificio", esto es, remates de las cajas de escalera, casetas de ascensores, chimeneas de ventilación, cuartos de máquinas e instalaciones. "También podrán ubicarse las instalaciones de todo tipo que resulten imprescindibles para el uso colectivo del edificio; lavaderos (uno por vivienda); aparatos acondicionadores de aire y sus conductos, siempre y cuando no sean visibles desde los espacios públicos inmediatos; elementos para tender la ropa; una antena de TV, radio y de comunicación; elementos captadores de energías renovables térmicas y fotovoltaicas; y jardineras y macetas".

En el caso de edificaciones de uso hotelero o de azoteas de utilización exclusivamente colectiva en uso residencial, "se podrá admitir la disposición de usos comunes para la edificación, tales como piscinas, gimnasios, aseos, vestuarios o similares, y siempre vinculados a actividades recreativas o deportivas". "Esta ocupación no podrá ser superior al 20% de la superficie total de la azotea". Por lo tanto, y según esta ordenanza, la instalación de tiendas de campaña estaría prohibida en la capital.