BARRIO A BARRIO | Anaga

Taganana exige salvar el patrimonio cultural de la ermita de Las Palmas de Anaga

Los vecinos piden ayuda para salvar la talla de san Gonzalo y el cuadro de la Virgen de Candelaria

Humberto Gonar

Humberto Gonar

«Ahora o nunca». La asociación de vecinos Voz del Valle de Taganana y la Asociación Centro Cultural de Taganana lanzan un grito de auxilio a las Administraciones Públicas y a la ciudadanía en general para trasladar la preocupación de este pueblo de Anaga por el futuro incierto de los bienes muebles religiosos que se custodian en la ermita de San Gonzalo, en Las Palmas de Anaga, concretamente en la Hacienda situada en este pago, que está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2014.

Luján González, uno de los dirigentes vecinales de Taganana, precisa que los bienes que están en peligro son una imagen o talla de San Gonzalo del siglo XVII y una pintura o cuadro de la Virgen de Candelaria del siglo XVIII que están en la referida ermita y «que se encuentra en un lamentable estado de conservación con su techo o cubierta en estado ruinoso y a punto de caerse». De hecho, en la actualidad, tanto el cuadro como la talla se encuentran gravemente dañados y en claro peligro de desaparecer. 

Recuerdan que la defensa de este patrimonio ha sido una de las puntas de lanza de sus reivindicaciones desde 2019, cuando «hemos solicitado la intervención urgente para sacar dichos objetivos del lugar, para su salvación, guarda y restauración, su posterior exposición en Taganana –ya sea en un recinto religioso o público–, hasta que algún día se pueda restaurar la hacienda y su ermita». 

«Hemos tenido contacto con la titular de la propiedad (ya que el BIC es privado), que ha manifestado a las Administraciones Públicas su intención y predisposición de donar o ceder dichos objetos ante su incapacidad económica y técnica para proceder tanto a la restauración del inmueble como de su contenido». 

Los vecinos instan a los responsables políticos y técnicos que actúen con celeridad y responsabilidad para que con urgencia procedan a la extracción de dichos bienes antes de que sea demasiado tarde y sólo tengamos que lamentar su pérdida y desaparición, a la vez que no pasan por alto que cada vez que llueve y con los temporales que se suceden dichos objetos están en peligro y cada día que pasa su deterioro aumenta. 

«Es necesario la intervención urgente de las administraciones para su rescate ya que el acceso al pago de Las Palmas de Anaga es por un camino rural, que en la actualidad se encuentra cerrado por problemas de seguridad». «Dichos objetos deben ser trasladados a un lugar adecuado, donde se garantice su seguridad y futura restauración para su conservación». 

El Cabildo está en ello

Fuentes del Cabildo de Tenerife precisaron que se está estudiando la mejor fórmula para la salvaguarda de los bienes y del inmueble. Para ello, se realizará en breve plazo una visita a la zona a la que acudirá también el Gobierno de Canarias y una restauradora para comprobar el estado de los bienes». Desde la propia Corporación insular se reconoce que la propietaria tanto de la Hacienda como de los bienes muebles ha mostrado su predisposición a donar los bienes muebles, si bien desde el Cabildo se está a la espera de estudiar cómo hacerlo y ver el estado en el que se encuentran.

Luján González, que encarna la voz de Taganana, reconoce que este grito de auxilio es un ahora o nunca porque se topa con criterios de técnicos del Cabildo que insisten en que el patrimonio mueble que se custodia en la ermita de san Gonzalo debe continuar allí, amenazada por las inclemencias meteorológicas y la situación de ruina que se ceba con la hacienda de Las Palmas de Anaga. «Cada hora que pasa tiene un riesgo de desaparecer; si se cae una piedra de las paredes se puede volver a colocar, pero si se destruyen esas imágenes es irrecuperable y solo se recordará en fotografía; tendremos que decir a generaciones venideras que fue por dejadez y desidia de una administración o funcionarios que no hicieron lo que debían». «¿Qué hacemos? ¿Nos recogemos de hombros? Esto es patrimonio de Tenerife, Canarias y España». «Todo está atascado en la burocracia de los técnicos que insisten en que tanto la talla como el cuadro deben permanecer allí». «Lo poco que tenemos, si no lo preservamos, no sé que vamos a mantener».

San Gonzalo de Amarante, un santo portugués, es el titular de la ermita porque quienes construyeron ese templo eran naturales de aquel país. Se trata de una propiedad privada que su dueña actual, aunque no es descendiente original de la familia, da todas las facilidades para que salga de ahí. 

«Ni la familia pone problemas, y si alguna vez el Cabildo compra la hacienda, como tuvo intenciones, pues que se restituya al lugar, pero mientras salvemos el patrimonio, Esa hacienda es bastante extensa, va desde la mar hasta el monte; siempre hubo gente viviendo ahí, hasta los años ochenta», concluye Luján González.

«Como decía el cura –cuenta Luján González– ni tan poca cera que no veamos al entrar a la iglesia, ni tanta cera que arda la iglesia».