BARRIO A BARRIO | Anaga

Histórica presentación de la mejora del viejo cementerio de San Andrés

Los vecinos desbordaron la reunión que da respuesta a medio siglo de demandas; la cita pareció un documental en vivo

Imagen elocuente del poder de convocatoria de la presentación del proyecto que salvará Traslarena.

Imagen elocuente del poder de convocatoria de la presentación del proyecto que salvará Traslarena. / Miguel Pérez

Humberto Gonar

Humberto Gonar

«Bienvenidos a la fiesta». Es el cartel que había quedado en el techo del salón de actos del Centro Cultural El Pescador, el ayuntamiento de San Andrés y que parecía una profecía de lo que estaba por venir, pues a las seis de la tarde –la hora convenida– se reunieron más vecinos de los que en 1976 se echaron a la calle para proteger de las palas el viejo cementerio Traslarena, uno de los dos que exigen junto a la playa en Canarias.

El pueblo de pescadores escribió la tarde de este miércoles una página en la historia que no solo zanja cualquier duda sobre la continuidad del camposanto –que queda a salvo con todas las garantías– sino el reencuentro de administración y familias con los mismos objetivos, después de casi cincuenta años de lucha por la defensa de la memoria. Precisamente fue en 1964 el último enterramiento y en la reunión se encontraba la hija de aquel difunto.

El 1 de noviembre de 2023 pasará a la historia como el día en el que se puso la primera piedra administrativa, de forma pública, de la mejora del viejo cementerio, un compromiso que tiene dos culpables: Marcos Cova, dirigente vecinal de El Pescador, y Miguel Ángel Clavijo, director general de Patrimonio Histórico y Cultural, por más que este político es experto en hacer y poner en valor a los equipos, desde la concejala de Anaga, Gladis de León, y de Servicios Públicos, Carlos Tarife, a los técnicos del referido departamento del Gobierno canario, casi una decena que, junto a los vecinos, fueron los protagonistas, porque en ellos recayó la responsabilidad de explicar la labor de cada uno.

Solo el lema del proyecto lo dice todo: «volver a los orígenes».

Tras la salutación, a cargo de Gabriel Martín, anfitrión en calidad de presidente de la asociación de vecinos el Pescador, tomó la palabra Marcos Cova para, con la herencia que le dejó su padre, el recordado concejal Antonio Cova, rememorar la lucha por la que se ha caracterizado el pueblo de San Andrés, desde la apertura del cementerio, en 1893 –otro residente recordó que el pueblo tuvo un total de tres, en la calle de La Cruz y detrás de la iglesia–. Cova trajo al recuerdo 1911, cuando se colocaron los muros de cerramiento, o 1930, cuando se construyó el cuarto de autopsias; 1964, año del último enterramiento; 1976, cuando el pueblo se levantó contra las máquinas que amenazaron el camposanto, o 2018, cuando se comenzó la campaña para salvar el cementerio, con la campaña de reconstrucción de las cruces.

En paralelo, una lucha en la búsqueda de apoyos desde la administración que solo se ha materializado ahora. A raíz de la denuncia vecinal de El Pescador, que reiteró en las páginas del periódico EL DÍA la necesidad de apoyos para salvar Traslarena, el director general de Patrimonio Histórico se puso en contacto con la concejala del distrito Anaga, que le facilitó el contacto con Marcos Cova. Y a partir de ahí administración y vecinos comenzaron a caminar de la mano. Pero Miguel Ángel Clavijo no lanza las campanas al vuelo y prefiere esperar a que el todo sea realidad, cuando se sellará con una comida en Los Churritos, dijo el político con humor.

No hay que hacer nada: solo conservar esta joya y recuperar la estética original y la memoria

Miguel Angel Clavijo

— Director General de Patrimonio del Gobierno de Canarias

La concejala de Distrito puso de ejemplo el poder de convocatoria de la reunión, con el salón de actos al completo y vecinos en el patio del ayuntamiento de San Andrés, para evidenciar el interés de los vecinos por esta obra. Siguió el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, quien garantizó la colaboración municipal al proyecto del Gobierno canario después de reconocer que no está satisfecha con la gestión de los cementerios de la capital tinerfeña. Y puso de ejemplo que este jueves se celebrará una eucaristía en Santa Lastenia que no se podrá desarrollar en la capilla, sino en una carpa, dado el mal estado, por lo que aprovechó para pedir el apoyo también de la administración regional. Luego, en el turno de preguntas, un vecino le robó el compromiso de suprimir la valla publicitaria que tantos anuncios impertinentes ha incluido durante la historia sobre los muros del cementerio.

Y llegó el momento de Miguel Ángel Clavijo, enamorado del camposanto que contagia por su verbo. «Es una joya del patrimonio en el que no hay que hacer nada, solo recuperar la estética original y recuperar la memoria».

Estamos aquí defendiendo Traslarena, como otros vecinos lo salvaron de las palas

Marcos Cova

— Asociación Vecinos El Pescador

Despliegue técnico

A partir de ahí, el director general de Patrimonio le dio la palabra a los técnicos, una decena de profesionales que uno a uno fue desgranando en qué consistirá un trabajo que, físicamente, se limitará a recuperar la capilla –devolviéndola a su estado primigenio e incorporando solo un punto de luz lateral para que permanezca iluminado por la noche–, rescatar el sendero de callados de la playa, reordenar la vegetación en función de las posibilidades que permita el espacio para rescatar los cipreses, mejorar el cerramiento de los muros y el alumbrado exterior.

No estoy satisfecho para nada con la gestión de los cementerios de Santa Cruz

Carlos Tarife

— Concejal de Servicios Públicos

Todo se hará sobre lo que ya existe, garantizando el diseño original, para poner en valor «las manos que lo hicieron». «El interior del cementerio es propiedad de los vecinos y familiares de San Andrés», garantizaron los técnicos, mientras el director general de Patrimonio Histórico deslizó el deseo de colocar una placa que recuerde el origen y el nombre de todas las personas enterradas.

Un documental en directo

La reunión se tornó en un documental en directo gracias a metodologías de trabajo en grupo. Una cuando se pidió a los presentes que se levantara quién tenía familiares enterrados en Traslarena... y  casi doscientas personas acabaron de pie. Otra, cuando invitaron con un ovillo rojo –el hilo de la vida, como denominaron– a quedarse unidos quienes tengan vínculos, y se tejió una tela de araña...

Se vivieron momentos muy emotivos, como la hija del último enterrado o quien no puede enramar a su padre porque colocaron encima otra tumba. Y se volvió a escuchar el grito de guerra de todo un pueblo que materializó un vecino: «mientras quede una gota de sangre de parte del pueblo va a continuar Traslarena», ahora también con el respaldo del Gobierno canario. «Ahora toca cumplir con todo». Palabra de Clavijo.