Santa Cruz encarga un estudio urgente de sus árboles ante el «peligro» existente

«Dado que no es posible garantizar la seguridad de las personas, de los vehículos y de los inmuebles por la situación del arbolado municipal, es necesario realizar de inmediato, y en el menor tiempo posible, un análisis profundo de las condiciones del mismo y de su estado». Así de contundente es la conclusión del informe técnico municipal a raíz del cual el área de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz ha tomado la decisión de encargar, por la vía de emergencia, a la empresa Árbol Investigación y Gestión, «la mejor del país en esta materia», la elaboración de un estudio y diagnóstico de los árboles de la ciudad.

En dicho informe del Consistorio, los técnicos alertan de que la situación del arbolado urbano en Santa Cruz de Tenerife es «enormemente preocupante» y señalan que se ha evidenciado una situación de «grave peligro».

El concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife (PP), aclara que dicha situación no ha sido provocada por la falta de mantenimiento e inspección del arbolado, por parte de la entidad adjudicataria del servicio municipal de parques y jardines, sino por una serie de factores que están causando un incremento de la caída de árboles y ramas en la capital, como el aumento de las temperaturas.

«Ante los últimos acontecimientos, debemos coger el toro por los cuernos y atajar este problema. Por ello, hemos adjudicado un contrato de emergencia, que se llevará este lunes a la Junta de Gobierno para su aprobación, con el objetivo de contar con un diagnóstico exhaustivo de nuestros árboles lo antes posible». Asimismo, el edil aprovecha para enviar un mensaje de tranquilidad a la población, porque, asegura, la «situación está controlada».

El estudio, en el que se establecerán también las medidas y acciones que se deben llevar a cabo, supondrá una inversión municipal de 127.500 euros y tendrá que estar listo en un plazo inferior a los cinco meses.

En el informe del Servicio Técnico de Servicios Públicos se explica, en relación a las caídas de árboles que se han producido en la ciudad recientemente, que los «graves sucesos ocurridos en los últimos meses obligan a tomar medidas de emergencia que permitan reducir el riesgo derivado de la presencia de arbolado en el espacio público».

Los técnicos recuerdan algunos de los sucesos más recientes, entre los que se encuentran la caída, el 21 de julio, de un Brachychiton populneus (árbol botella) en la calle Garcilaso de la Vega, «en el que no se habían detectado síntomas externos de decaimiento ni afecciones»; la caída, el 30 de agosto, de un flamboyán (Delonix regia) de grandes dimensiones en la calle Prolongación Ramón y Cajal, después de que «el arbolado de esta vía se hubiese remodelado a principios de verano»; o el colapso, el pasado 12 de octubre, de un flamboyán en la Rambla de las Tinajas, a pesar de que «su aspecto y vitalidad eran buenos» y que había sido revisado «en el plazo y condiciones fijadas por el Plan de Riesgo del Arbolado» .

«La caída de este ejemplar de la Rambla se produjo sobre las 13:00 horas, en una zona muy concurrida de la ciudad y próxima a colegios. De no ser un día festivo, este incidente podría haber provocado daños personales, pues se produjo en el horario habitual de la salida de los colegios».

De todas formas, los técnicos señalan que todos estos casos fortuitos son los mínimos posibles, «consecuencia de la continua labor de conservación y supervisión que se realiza desde el departamento municipal de jardines».

No obstante, manifiesta el edil de Servicios Públicos, es necesario siempre avanzar y mejorar en todo lo que sea posible, «de cara a tener una vegetación de calidad y, lo que es más importante, en condiciones máximas de seguridad». Eso sí, con la existencia de árboles en la ciudad, se debe asumir un cierto nivel de riesgo tolerable, pues el riesgo 0 sólo existiría en el momento en el que se eliminara todo el arbolado urbano.

En el informe se indica que los árboles, como seres vivos que son, se mueren de forma natural. Sin embargo, las condiciones climáticas de calor y sequía ocurridas en las últimas décadas han contribuido a que su mortalidad se dispare. Los técnicos recuerdan que, precisamente, Canarias ha vivido este 2023 su verano más caluroso desde que hay registros. En Santa Cruz, «las condiciones extremas de calor»; el calentamiento de la atmósfera por el incendio del mes de agosto en los montes de la Isla; y las restricciones establecidas para el uso del agua de riego tras la rotura del canal del Sur han elevado a «niveles alarmantes» el estrés del arbolado municipal.

«A esto hay que añadir un factor», argumenta el informe técnico, que está agravando la situación del arbolado, que es la «elevadísima» concentración de urea en las bases de los troncos, debido a las micciones de perros.

Con el estudio que se ha encargado, se realizará un análisis inicial de las condiciones y estado del bosque urbano de la capital, sobre el inventario existente, que, en la actualidad, consta de 50.000 ejemplares. Asimismo, se llevará a cabo una valoración visual del arbolado que pueda suponer un riesgo, que incluya la testificación con resistografía en tronco y base, pruebas que se realizarán en unos 800 árboles y 70 palmeras.

También se realizará una evaluación avanzada con instrumental de testificación de la madera, usando instrumentación de valoración del riesgo, que se llevará a cabo sobre unos 75 ejemplares.

Según el informe técnico municipal, presentan una mayor posibilidad de generar situaciones de riesgo las poblaciones de Ficus, Grevillea, Eucaliptus, Schinus y Flamboyants, así como las zonas de «mayor diana», entre las que se encuentran el parque García Sanabria, plaza del Príncipe, parque La Granja, parque Secundino Delgado, Cuchillitos de Tristán, la avenida Benito Pérez Armas, avenida de Anaga y Ramblas, así como colegios municipales.

El Ayuntamiento señala que todas aquellas acciones que se propongan a raíz del estudio se deberán ejecutar «de inmediato».