Entrevista | Eva Pardellas Presidenta del AMPA del Centro de Educación Especial Hermano Pedro de Santa Cruz

«El abandono del Hermano Pedro es una falta de respeto a niños con necesidades»

«En el centro hay aulas cerradas, zonas apuntaladas, cristales en riesgo de romperse...», afirma la presidenta del AMPA del Centro de Educación Especial Hermano Pedro de Santa Cruz de Tenerife

Eva Pardellas, presidenta del AMPA del Centro de Educación Especial Hermano Pedro.

Eva Pardellas, presidenta del AMPA del Centro de Educación Especial Hermano Pedro. / Andrés Gutiérrez

Sonya García

La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Centro de Educación Especial Hermano Pedro lleva desde 2015 a la espera de una respuesta ante sus quejas por las pésimas condiciones del centro. Eva Pardellas, presidenta del AMPA, denuncia la nula respuesta de las administraciones públicas para solventar un problema que no solo dificulta las actividades lectivas, sino que pone en peligro a los propios alumnos.

Zonas apuntaladas porque el techo se viene abajo, aulas a las que no se puede entrar por las grietas en techos y paredes, una piscina inservible por abandono, suelos en pésimas condiciones, falta de personal de atención médica... Las familias de los 110 alumnos –de 3 a 20 años, la mayoría con grados severos de discapacidad, 40 hospedados en la residencia– llevan 8 años reclamando medidas urgentes para que el Centro de Educación Especial Hermano Pedro, situado entre los barrios de Las Delicias y Las Cabritas de Santa Cruz de Tenerife, disponga de unas instalaciones al menos dignas. La presidenta del AMPA, Eva Pardellas, habla sobre la larga lucha de estas familias tinerfeñas.

¿Después de múltiples denuncias, todo sigue igual, en un edificio que se viene abajo?

Desde 2015 el equipo directivo está denunciando los problemas en la infraestructura del centro y, desde el 2018, nos hemos unido intentando ejercer presión sin resultado. Contamos con aulas completamente cerradas para los niños a las que no tienen acceso por el peligro que conlleva. Tenemos zonas apuntaladas porque los hormigones están en mal estado y los cristales están en riesgo de romperse porque las juntas de madera que los sostienen están en situación crítica. El comedor lo hemos tenido que reestructurar para que los niños estén lo más lejos posible de las ventanas. Las rampas de acceso están sin antideslizantes y no tenemos rampas tampoco en el gimnasio para niños con movilidad reducida.

¿Todas las zonas de esparcimiento están cerradas?

Las zonas de ocio están cerradas, sí. Solo permanece abierto el patio donde está el parque y, aún así, es un lugar peligroso porque hay baldosas levantadas. El salón de actos también se encuentra cerrado por el mal estado en el que se encuentra. Lo que más nos ha dolido ha sido la clausura de la piscina porque nos servía de mucha ayuda con las terapias de los pequeños. Se ha descuidado tanto que ni las bombas para la climatización funcionan. Hay que hacer una inversión grande para poder devolver a los niños una educación completa.

¿Si confío en la promesa de la Consejería de realizar una inversión? No, para nada

¿Estas denuncias ante qué entidades se han hecho?

Por competencias, ante la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Hemos tenido tres entrevistas con la directora general en años anteriores pero solo nos ha prometido una partida presupuestaria que no hemos visto todavía. Esta partida existió. Provenía de los fondos europeos y al no ser utilizada se tuvo que devolver y solicitar de nuevo. Ha habido una muy mala gestión y mucha falta de voluntad por parte de este departamento del Gobierno de Canarias. No nos han resuelto nada.

¿Cuál es la posición de las madres y padres de los niños ante tanta espera?

Están preocupados pero siguen en la lucha. Aunque por cuestiones laborales solo se vean seis o siete padres en las manifestaciones, son muchos más. Son 110 familias que pelean para que el colegio cumpla con las condiciones adecuadas para sus hijos.

¿Han tenido miedo de llevar a los niños al centro?

Muchos de ellos sí. Incluso en el centro se podría atender a más niños como antes cuando el centro estaba en condiciones. Hay muchos padres que no han podido beneficiarse de la residencia por cómo ven la estructura. El hecho de que puedan quedarse allí es un respiro para las familias a las que su jornada laboral no les permite una atención permanente. Varios de estos alumnos necesitan de controles de glucemia y alimentación por sonda y al no disponer del personal médico necesario, es poco lo que podemos ofrecer.

Mucha inclusión en las propagandas políticas y luego no se ve en la realidad

Además de la falta de enfermeros, ¿también tienen falta de personal en general?

Siempre ha habido falta de personal. Cubren con muy poca dotación de profesionales para la cantidad de niños que hay. De hecho, ahora mismo, fisioterapeutas hay solo dos. El profesorado también escasea. Incluso en la cocina hay falta de personal.

¿Hasta el momento no se ha hecho ninguna reforma?

Antes de la pandemia se habían empezado a apuntalar los hormigones y se adaptó uno de los baños para los niños con movilidad reducida. Luego se paralizó todo y ya no volvieron a retomar las reformas.

¿Las salidas de emergencia están funcionando?

No, de hecho el comedor tiene que tener una salida de emergencia por ley y no la tiene. Pusieron dos extintores en la pared de afuera. Parecía que iban a abrir allí una puerta pero nunca se abrió. Ni siquiera hay una rampa para los niños con movilidad reducida.

¿Cómo han sido dar clases en estas condiciones?

El profesorado ha sido increíble. Pese a las pésimas condiciones, están intentando que los niños tengan la mejor educación y la mejor estimulación. Son un equipo muy humano que dentro de lo malo han intentado buscar lo bueno.

¿Confía en el compromiso reciente de la Consejería de Educación sobre una inversión para mejorar el centro?

No, para nada.

¿Cuál ha sido la solución que les ha ofrecido la Consejería de Educación?

Hemos solicitado un nuevo encuentro y no hemos tenido una respuesta satisfactoria. Como AMPA y equipo directivo del centro ellos están en la obligación de notificarnos lo que van a hacer. Nosotros necesitamos un papel firmado para poder creerles. En esta supuesta partida presupuestaria de 800.000 euros que ofrecen no se nombra ni la piscina ni otras deficiencias que hay, sino simplemente la electricidad y la fontanería. Pero no hablan ni siquiera de las rampas de acceso, que son de suma importancia.

¿Qué opina de que esta propuesta llegara un día después de que se reunieran con el adjunto primero de la Diputación del Común, Felipe Afonso?

Me imagino que están sintiendo ya la presión. Llevamos muchos años enviando informes y les hemos dicho que si no actuaban iríamos a los medios de comunicación. Habrán pensado que era un bulo pero al darse cuenta de que no, se han empezado a movilizar. De hecho, han enviado aparejadores al colegio pero seguimos sin recibir nada más. No lo están haciendo bien y creo que es una vergüenza.

Si el derecho a la inclusión y la atención que tienen las personas con condiciones especiales es prioritario, ¿por qué tanta desidia con el Hermano Pedro?

El abandono del Hermano Pedro es una falta de respeto a unos niños con muchas necesidades. Mucha inclusión en las propagandas políticas y luego no se ve en la realidad... No me sirve de nada si luego un centro como este, que encima es declarado patrimonio cultural y es referente a nivel provincial, lo tienen de esta manera. Me encantaría que vieran cómo por ejemplo un niño autista se desenvuelve siendo reponedor en una tienda tras un proceso educativo adecuado. Tener al menos unos mínimos medios para la educación especial es decisivo para que estas personas con todos los derechos puedan disfrutar de una buena calidad de vida, de unas condiciones de desarrollo. Esa es la teoría pero la práctica es otra.

¿Ninguna otra administración pública se ha ofrecido a prestar apoyo económico?

Ahora mismo no.

¿Han recibido donaciones?

Sí, de La Caixa y a través de acciones organizadas por la propia AMPA del centro.

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