Teléfonos realejeros

En octubre del pasado año publicamos referencias asociadas a La Orotava en 1957 siguiendo algunos datos presentes en una guía telefónica de la provincia de Santa Cruz de Tenerife que llegó hasta nuestras manos. El artículo causó diversas impresiones de recuerdo y nostalgia, recibiendo múltiples mensajes de amigos y lectores con el fin de dedicar también unas líneas bajo la misma temática a nuestro municipio natal, es decir, Los Realejos. Para ese año de 1957, en un núcleo recientemente unificado, se extienden un conjunto de números que abarcan desde el 1 hasta el 150. Precisamente la Compañía Telefónica Nacional de España, ubicada en San Agustín, contaba con el 150; la Comunidad Hidráulica de Los Realejos, en la por entonces General Franco, con el 122; el doctor Joaquín García Estrada, en la calle Puerto, sería el poseedor del número 1. Por otra parte, el taller mecánico de S. Cesáreo López Toste contaba con el 91.

Igualmente se menciona el Teatro Viera, en General Franco, con número 93, así como Telégrafos, en la calle El Sol, con el 68. A esa relación se uniría Violán Ferrer, tanto la farmacia ubicada en la plaza Viera y Clavijo, con número 78, así como Violán Ferrer con licores en Los Barros, con número 106. De ese mismo núcleo también se suceden espacios comerciales como la tienda de comestibles de Hernández Nicolás (37) y el taller mecánico de Domingo Vega Hernández (124).

Además, varios nombres de personas y familias muy conocidas en el lugar se distinguen al realizar una atenta lectura de la guía. San Agustín es el lugar donde se ubican espacios como la ferretería de José Pérez Siverio, el Teatro Cine Realejos, el hogar de la viuda de Amador, el comerciante Tomás Díaz García, S. González de Chaves Aguilar, el farmacéutico A. Hernández Hernández, N. Hernández Pérez, F. Pérez Siverio y M. Plasencia Pérez. Del núcleo de Tigaiga localizamos un único teléfono, correspondiendo al general Lorenzo Machado Méndez Fernández de Lugo. De ese medio de comunicación nos hablaría la realejera Fulgencia Domínguez al apuntar que los vecinos que tenían familiares en Venezuela encontraban como vía de comunicación con sus seres queridos tal elemento. El Ayuntamiento de Los Realejos vendría a ocupar los números 10 y 27. A la familia Camacho, con casa en la Hacienda de los Príncipes, se le asignaría el número 22, ubicándose próximo al lugar espacios tan conocidos como la casa Parroquial (en la por entonces calle General Mola) y el Casino de Realejo Bajo (en la por entonces calle General Franco) con los números 127 y 8 respectivamente. J. M. Garrido Barrera, padre del funcionario y artista Eleuterio Garrido, tendría como número de teléfono el 54, encontrando también una entrada dedicada al padre de la saga de los hermanos Toste Díaz, es decir, Marcos Toste Siverio, con teléfono número 88, ofreciendo en su fábrica pirotécnica cohetes de todas las clases, carcasas, ruedas aéreas de doble ascenso, candelas romanas, etc. En la calle General Franco se ubicaba la Gestoría Hernán, de María Felisa Hernández Toste, hermana del recordado y último alcalde de la etapa franquista en Los Realejos, Elpidio Hernández Toste. Desde tal espacio, ubicado a pocos metros del Santuario de Nuestra Señora del Carmen, se procedería a realizar trámites asociados a pasaportes para Venezuela, carnés de conducir, etc. Su teléfono era el 101. Por su parte, el Juzgado Comarcal, en la conocida entonces como calle Calvo Sotelo, se presentaba con el número 44.

A ello se añaden otros negocios en la memoria como la fábrica de gaseosas de Domingo González García, en la calle La Iglesia, con el 126. Narciso y Ramiro Rosado Iglesias, recordados practicantes, aparecen con dirección en la plaza J. Estrada y con números 73 y 92 respectivamente.

El Toscal, El Jardín, Las Toscas, La Zamora, Las Tenerías y otros núcleos se suceden en la guía hasta llegar a los 150 números. Son, en definitiva, aportes que recuerdan una época no tan lejana asociada a los avances en la comunicación en el municipio tinerfeño de Los Realejos.