Opinión

La inmigración y los regalos de Reyes Magos

Carta a los Reyes Magos.

Carta a los Reyes Magos. / UNSPLASH

La noche del día 5 de enero de 2024 se acercaron por las Islas Canarias los tres Reyes Magos venidos del Oriente. Al pasar por el norte de Tenerife se acercaron hasta el valle de Taoro para dejar en las casas el regalo correspondiente a las diferentes familias, a las mujeres y a los hombres, a las chicas y a los chicos. En mi caso particular me dejaron junto al zapato varios libros en la madrugada del sábado 6 de enero: uno sobre La llave del espejo, escrito por la joven tinerfeña Pilar Torres sobre una británica que dejó atrás Liverpool para venirse a Tenerife a finales del siglo XIX; otro sobre la novela italiana El gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa editada en 1958, y un tercero sobre Diario de un viajero, obra de este relator que lo escribió a principios de 2023 y lo recibió ahora aprovechando una corrección técnica por parte de la editorial responsable, en la proximidad de mi aniversario natal a finales de este mes de enero.

En la mañana del domingo 7 de enero del año nuevo, 2024, recibí de mis diferentes grupos socioculturales varios whatsapps con referencia a los reyes magos y al fin de sus fiestas. Curiosamente dos de ellos dedicaron su información festiva al tema de la inmigración en España, uno de los estados miembros de la Unión Europea, y de manera especial al archipiélago de Canarias, una región española que en los últimos siglos fue emigrante hacia las Américas particularmente en el XVIII, XIX y XX, a Cuba, Venezuela y Puerto Rico así como a la Argentina y Uruguay mientras que en las últimas décadas de este siglo XXI se ha convertido en un referente de las inmigraciones venidas del norte de África, léase Marruecos y países subsaharianos como Mauritania, Senegal, Liberia y Gambia, todas ellas con destino a la Europa continental.

De ello se encargó también de escribirlo recientemente para el caso de la inmigración a Canarias el periodista canario Jorge Bethencourt en EL DÍA/La Opinión de Tenerife en fecha del domingo 7 de enero. Tituló su Recorte como Las cifras y el discurso aun cuando Bethencourt entiende que la realidad son los «datos oficiales y los números». Como bien dice el periodista tinerfeño el problema es que se confunde la inmigración regular con la de los sin papeles. De hecho cita que los datos de estos inmigrantes del año pasado, 2023, son reveladores. De las 57.000 personas llegadas irregularmente a España casi 40.000 lo hicieron desembarcando en Canarias.

El refuerzo de la seguridad realizado en la zona española del Mediterráneo, ya sea Ceuta como Melilla, ha producido dos efectos complementarios: (a) desincentivar el tráfico de migrantes por esos lugares, y (b), desviarlo por una ruta más peligrosa como es la de Canarias pero menos protegida. De ahí que Jorge Bethencourt comente que dicha ruta está descontrolada y entienda que la única manera de disipar la «humareda sentimental» de los migrantes son los números. España acoge de manera legal a miles de nuevos ciudadanos mientras que la irregular existe porque hay mafias y países que la fomentan así como porque hay muchos migrantes sin papeles que logran quedarse. Curiosamente me llamó la atención el último dato del que habla el periodista Bethencourt y coincido con él al apuntar que la mayoría de las personas sin papeles que llegaron a España el año 2023 eran marroquíes. Resulta sorprendente y curioso el discurso que utilizan algunas organizaciones políticas al señalar que los migrantes irregulares se lanzan al mar para escapar del hambre y de la guerra, que en el caso de Marruecos resulta difícil entender ya que el país alauita está en pleno desarrollo y recibe muchas ayudas económicas de países europeos y no europeos en materia comercial y de cooperación. Francamente es difícil de entender que miles de ciudadanos marroquíes viajen a España en pateras. No obstante tengo claro que España, sus Cortes generales y su pueblo aprobaron en su Constitución de 1978 la proclamación de su voluntad de establecer una sociedad democrática avanzada y colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra. Actualmente es difícil de entenderlo a pesar del giro del presidente español Pedro Sánchez respecto al Sahara. Por ello sería recomendable leer en el último capítulo de mi Diario de un viajero el Expediente Sahara, donde se pueden conocer subcapítulos como el Giro de Sánchez, el León Africano, el documental Arena en los Ojos, la Última Victoria del general Mizziam, la Constitución española y el Sáhara, la Metamorfosis del Sáhara y lo que Faltaba con el Sahara.

Confiemos que entre los políticos españoles y marroquíes no se produzca enfrentamiento alguno por violencia, como ha sucedido en algunas instituciones españolas por falta de democracia. En caso contrario escribiríamos una carta a los Reyes Magos pidiéndoles que no dejen ningún regalo a los políticos de ambos países. Ya Marruecos ha perdido el miedo a hablar de corrupción en público tal como comentó el corresponsal español del periódico El País en Rabat, Juan Carlos Sanz.

Suscríbete para seguir leyendo