La resaca de las elecciones catalanas

El Gobierno no contempla nuevas citas con Junts en Ginebra a la espera de si Puigdemont abandona la política

La Moncloa no otorga ningún recorrido a las maniobras del candidato posconvergente para que el PSC se abstenga en su investidura: "Hay cuestiones que no cuelan"

La ministra de Educación y Formación Profesional y Deportes, y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, a 7 de mayo de 2024

La ministra de Educación y Formación Profesional y Deportes, y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, a 7 de mayo de 2024 / Carlos Luján - Europa Press

El Gobierno central insiste en que las negociaciones para la investidura en Catalunya las llevará solo el PSC, pero considera que en todo el proceso estará presidido por la “calma”. Primero, por la inminente campaña de los comicios europeos del próximo 9 de junio. Y después, porque el Parlament no se constituye hasta un día más tarde: el 10 del mes que viene. Esa misma ausencia de prisas también la aplica la Moncloa a sus relaciones con el Govern y con Junts, congeladas desde que Pere Aragonès anunció el anticipo electoral. Fuentes del Ejecutivo explican que no contemplan en principio reuniones de la mesa de diálogo con la Generalitat hasta después del verano. Tampoco nuevas citas en Ginebra (Suiza) con los posconvergentes, que como los republicanos resultan indispensables para que el Gobierno aprueba sus iniciativas en el Congreso de los Diputados. 

El motivo es similar en ambos casos y tiene que ver con las consecuencias de los comicios catalanes. Lo "lógico" sería mantener las relaciones en suspenso hasta que "se despeje" el escenario de la gobernabilidad y "esperar a ver quiénes serán los otros interlocutores", señalan los colaboradores de Pedro Sánchez. 

Carles Puigdemont anunció que dejaría la primera línea política si no lograba ser investido president. A ojos de la Moncloa, no tienen ningún recorrido los movimientos del líder de facto de Junts para que el PSC, pese a haber ganado con enorme claridad los elecciones del domingo, se abstenga y permita su vuelta al Palau de la Generalitat. “Hay cuestiones que no cuelan. No las compra nadie. Los catalanes han hablado con profunda claridad”, ha señalado este martes la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, tras el Consejo de Ministros. Así que el Ejecutivo quiere ver primero si Puigdemont cumple su compromiso, con el convencimiento de que el primer secretario del PSC, Salvador Illa, será el nuevo president. 

En cuanto a la mesa de diálogo del Ejecutivo central con el Govern, al encontrarse este en funciones, en la Moncloa consideran que no tiene sentido por el momento nuevos encuentros. Pero los socialistas anticipan que este espacio, que se constituyó la legislatura pasada a petición de ERC, continuará si el exministro de Sanidad logra la investidura. 

La actitud de los independentistas en el Congreso

En Moncloa insisten en que la gobernabilidad en Catalunya no interferirá en la legislatura. Esto es, a sus relaciones con Junts y ERC. En el Gobierno entienden que los resultados del pasado domingo son incontestables. “Ahora se debe atender a ese mensaje claro que han trasladado los ciudadanos pidiendo abrir una nueva etapa”, ha explicado Alegría. 

Sin entrar a valorar pactos postelectorales, pero dando a entender que la única alternativa pasa por Illa y el PSC, Alegría ha negado cualquier ruptura con los socios de investidura porque se llevará a término la legislatura. “Va a haber gobierno en Catalunya y tres años más de legislatura en España”, ha asegurado.  

En la misma línea se expresaban este lunes en Ferraz, vaticinando que las elecciones catalanas de este pasado domingo “no tendrán ninguna repercusión en la gobernabilidad”. El PSOE se ha comprometido a cumplir con sus acuerdos de investidura y da por descontado que sus socios harán lo propio. Asimismo, en la dirección del PSOE entienden que “no hay alternativa a Pedro Sánchez”, como subrayó la portavoz de los socialistas, Esther Peña.