Mallorca

Armengol reclamó 2,6 millones de euros por las mascarillas fraudulentas de Ábalos

El anterior Govern exigió dicha cantidad de los 3,7 millones pagados a la empresa sugerida por el Ministerio de Fomento al ser cubrebocas quirúrgicos y no FPP2

Francina Armengol y José Luis Ábalos, en 2021, tras mantener un encuentro en el Consolat.

Francina Armengol y José Luis Ábalos, en 2021, tras mantener un encuentro en el Consolat. / Manu Mielniezuk

Andrés Martínez

La trama del exministro José Luis Ábalos y las presuntas mordidas en contratos de mascarillas durante la pandemia del que fuera su asesor, Koldo García Izaguirre, ha salpicado de lleno al anterior Govern de Francina Armengol. En este sentido, la Fiscalía Anticorrupción ha abierto una investigación que señala a varias provincias de España entre las que se encuentran Canarias y Baleares, en este último caso por una compra que llevó a cabo el IB-Salut en 2020 por valor de 3,7 millones de euros. Un precio muy alejado del tipo de mascarillas que llegaron a las islas, por lo que el Ejecutivo de Armengol reclamó, una vez finalizada la crisis sanitaria, la devolución de 2,6 millones de euros.

De esta forma, en plena explosión de contagios y falta de material sanitario, el anterior Govern recibió un ofrecimiento por parte del Ministerio de Fomento respecto a una remesa de cerca de un millón y medio de mascarillas por valor de 3,7 millones de euros. Sin embargo, según fuentes del IB-Salut y el informe al que ha tenido acceso este diario, dichos cubrebocas no cumplían con los estándares de calidad de FFP2, que en un principio era lo que tenía que llegar, pudiéndose emplear como quirúrgicas. Por este motivo, una vez finalizó de forma oficial la pandemia y justo antes de los comicios, el Govern inició los trámites para reclamar la diferencia (2,6 millones de euros) a la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas S.L., que también firmó varios contratos con el ministerio de Sanidad por valor de 44 millones de euros. Una reclamación que los socialistas no habían recibido una vez salieron del Consolat de Mar tras perder las elecciones. Asimismo, el contrato de mascarillas involucrado en el caso Ábalos ya fue investigado por parte de la propia Oficina Anticorrupción de Baleares. El organismo exploró la empresa que vendió las mascarillas cuyo administrador único había sido investigado por la Audiencia Nacional y la Guardia Civil por un presunto caso de corrupción ligado al soborno de funcionarios. El informe de la Oficina Anticorrupción también reveló que los dirigentes de este entramado de empresas que suministraron al Govern aparecen en el caso de los denominados Papeles de Panamá con dos sociedades offshore en Malta.

De hecho, el expediente de la oficina también cuestionaba que, si bien a raíz de la urgencia de la pandemia y el estado de alarma se podía comprar sin expediente de contratación, «se deberían haber establecido algunos mecanismos de control adaptados específicamente para supervisar la contratación y la adquisición pública». El directo de la Oficina Anticorrupción, Jaume Far, explicó a este periódico que «el objetivo del informe sobre las contrataciones sanitarias precisamente es el de evitar que se contrate con piratas, tal y como han advertido numerosos organismos internacionales».

Ábalos se desmarca

Por su parte, José Luis Ábalos se desvinculó ayer de la detención de su mano derecha en el ministerio durante la pasada legislatura, Koldo García, y la trama de mordidas en los contratos de mascarillas. En declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso, Ábalos se mostró visiblemente afectado por unos hechos sobre los que dijo «no tener idea». «Me he enterado ahora y me he quedado estupefacto». «Ya me gustaría dar explicaciones, pero no tengo más información de lo que he leído, y lo que he leído es que está bajo secreto. Ojalá me puedan informar porque duelen estas cosas».

No obstante, sobre la implicación de su asesor sí reconoció que ayudó en aquellos momentos «a traer propuestas de diferentes empresas», las cuales formarían parte de los expedientes. «Todo el mundo que pudo, colaboró. Mucha gente se puso en contacto». El ahora diputado dice sentirse «tranquilo» porque no conocía la supuesta participación de Koldo García en esta presunta trama y que durante su mandato «todo se hizo bien» en la compra de mascarillas.