Entrevista | Fernando Sabaté Bel Geógrafo de la Universidad de La Laguna

Fernando Sabaté: «Estas acciones son atentados y una falta de respeto a nuestra identidad»

Fernando Sabaté Bel ha estudiado gran parte de su vida el patrimonio y el paisaje cultural de Canarias. El geógrafo considera que los pequeños, pero continuados atentados medioambientales que se publicitan por redes sociales son ahora más numerosos que hace 20 años, lo que considera que un indicador de que el Archipiélago ha llegado a un límite que debe abordar para hacer frente al colapso de su naturaleza

El geógrafo experto en patrimonio natural Fernando Sabaté Bel en el pasillo de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna.

El geógrafo experto en patrimonio natural Fernando Sabaté Bel en el pasillo de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna. / Andrés Gutiérrez

Verónica Pavés

Verónica Pavés

¿Por qué cree que se están produciendo estas infracciones mediamentales?

Es consecuencia de dos fenómenos. La turístificación de todo y las redes sociales. Etamos en la fase en la que se ha turistificado absolutamente todo, incluida la naturaleza y los bienes culturales. A esto se añade, todo el fenómeno de las redes sociales, porque cualquier punto se puede colocar en el mapa y tener alcance informativo y garantizar el acceso a cualquier persona. La combinación de estas dos cosas es perversa. 

¿Le preocupa que se estén dando estas situaciones?

Que un influencer que le dice a la gente que se lance ladera abajo por un cono volcánico reciente, otros se pongan a acumular piedritas y hacen mojones en las playas o que se banalice la subida al Teide haciéndolo en cholas, son siuuaciones muy graves. Pero siendo muy graves, y sabiendo que atajarlos, para mí no son los más graves. Lo más grave es que seguimos promoviendo nuevas urbanizaciones turísticas en un espacio que está completamente turistizado. Seguimos como si aquí no pasara nada, como si no tuviéramos colapsado ya completamente las autopistas. Y es que, además, son cuestiones estructurales que van a ir alimentando esto otro. Si seguimos atrayendo más turistas con el mismo modelo seguirá apareciendo gente que hace tropelías en nuestro paisajes y en nuestro espacios naturales. 

¿El turismo sostenible es posible?

¿Conoces la definición de un oximorón? Una contradicción en términos. Yo creo que ponerle el adjetivo sostenible al turismo es un oxímoron. Lo que hay que intentar es lograr que el turismo sea lo menos insostenible posible. No estoy diciendo con eso que ahora debamos pasar a una situación de turismo cero, pues sería imposible y poco razonable. Pero sí tenemos que reconocer que el turismo, como muchas otras actividades económicas, tiene numerosos impactos, incluida una huella de carbono particularmente grande, que solo sea porque los turistas a Canarias se desplazan en avión y esa es una de las formas que tienen, una de las actividades que tiene más huella de carbono, la navegación aérea. Por tanto, partiendo de la base de reconocer lo que está ocurriendo, debemos tratar de reducir esa insostenibilidad que existe. 

¿Qué problemas acarrean este tipo de actos contra el patrimonio natural?

Es un atentado y una falta de respeto a nuestra identidad y a nuestro sentido de comunidad. Tiene un efecto que si se repite puede provocar grave erosión, puede provocar alteración y degradación del paisaje, puede tener cierto impacto sobre elementos de la biodiversidad. Por ejemplo la costumbre de ser repetida de acumular las piedras en majanitos, resulta que esas piedras debajo con frecuencia albergan a organismos marinos pequeñitos que tienen ahí su hábitat y a los que no prestamos mucha atención. No pasa nada porque volteemos una piedra, pero si volteamos casi todas y en muchos puntos del litoral, tiene un impacto importante. Estamos malbaratando nuestro territorio. Hace más de 20 años José Saramago dijo aqueello de: “turismo de calidad es aquel que visita los lugares que se respetan a sí mismos”. Entonces, si nosotros no nos respetamos a nosotros mismos, y no nos hacemos respetar, eso es lo más alejado que puede haber del turismo de calidad. 

¿Y cómo nos respetamos a nosotros mismos?

Es imprescindible incrementar, los medios materiales y humanos que destinamos a estudiar, a conservar, a vigilar, a proteger, a rehabilitar, a difundir y educar sobre los valores de nuestro territorio, nuestra naturaleza y nuestro paisaje. En Canarias el 45% del territorio está declarado bajo diferentes fórmulas de espacio natural protegido. En islas como Tenerife ese porcentaje roza el 50% y en El Hierro el 80%. Resulta, por tanto, bochornoso el bajísimo número de agentes medioambientales que tenemos en Canarias. En el sur de Tenerife, que tiene una franja de muchos espacios naturales protegidos pequeños, solo hay tres agentes medioambientales contrlando la zona. Por otro lado, la labor de un agente medioambiental no es como un guardia de seguridad, tiene otras labores de información y de estudio. Son auténticos profesionales en educación ambiental. Por eso, necesitamos multiplicar el número de agentes de medioambiente y reforzar los medios humanos y los medios materiales del Seprona, que también son muy escasos. 

¿Se le ha dado la importancia debida al medioambiente en Canarias?

La importancia que tiene objetivamente y que en teoría le damos, no se ha traducido en los medios que se disponen para cuidar y preservar los valores ambientales, paisajísticos y culturales de nuestro territorio. Valores que se traducen en cuatro parques nacionales y uno en camino en el Mar de las Calmas en el Hierro, siete reservas a la biofera, la mitad del territorio declarado como espacio natural en la ley de canarias de espacio naturales y en cuatro patrimonios de la humanidad. 

¿Cuál diría que es la fórmula para derivar más medios a la conservación de nuestros espacios naturales?

No es la única vía, pero a mí, desde hace años, me persuade la idea de la ecotasa turística. Parece que el Gobierno de Canarias anterior prometió implantarlo si repetía en el poder. Ahora hay otro equipo en el Ejecutivo que lo niega de pleno. A menudo se alega en su contra que esto va a restar competitividad, pero no se conoce ningún caso en el planeta en el que haya pasado. Mira que hay casos de países en los que se ha impuesto la ecotasa, como París, Roma o Barcelona, y ninguno ha tenido una crisis turística ni ha dejado de ir gente al destino por eso. 

¿Es consciente la población de lo que suponen estas acciones para el medio?

Yo no sé si la población es o no. Yo veo esos vídeos que circulan por redes sociales y en los comentarios veo un montón de gente indignada. Ya hay un cierto grado de sensibilidad, aunque seguramente hay gente que no, que repetiría. Y quiero pensar que, ese caso, se debe a falta de información ambiental y falta de fundamento. 

¿Hay que replantear la formación en materia medioambiental?

Por eso hay que destinar muchos más medios personales y materiales a lo que hablábamos antes. Tiene que haber agentes de medio ambiente, guardas, personas que además deben ser gente preparada a la que se le exija una cualificación con unas condiciones laborales dignas, bien remuneradas. Que haya personas que lo mismo que están ahí presentes y evalúen el espacio, y puedan explicarle a la gente por qué no deben hacer una u otra cosa. 

¿Qué opina sobre la señalética de los espacios naturales en Canarias?

La señalética en estos espacios naturales es un problema general en Canarias. La pusieron hace muchos años y está ya vandalizada o degradada por el sol, la lluvia y el viento. Las instituciones insulares deben tener recursos para actualizarla, al menos, cada dos años. Y cuando hablo de actualizarlo no es solo renovarlo, sino también hacerlo con respecto a los contenidos. Hace 15 años era muy raro que alguien empezara a poner piedritas una encima de otra, no se había extendido esta práctica como lo está ahora. Ahora quizás se debería informar más sobre sus consecuencias en la microfauna del litoral. Para eso hace falta destinar más recursos. Como también tenemos otras necesidades muy urgentes en sanidad, en educación, en servicios sociales y en transporte público, y ahora mismo la única opción sería detraer presupuesto de alguna de estas áreas, creo que una fuente importante para mejorar sería la ecotasa. Estoy seguro que cuando la implantemos no se acabará el mundo y al cabo de dos años se habrá normalizado. 

¿Cómo ve la posibilidad de cobrar entrada por acceder a ciertos Parques Nacionales, como el del Teide?

En Canarias tenemos el ejemplo de Timanfaya que aunque no cobra por acceder, sí lo hace por servicios. En Lanzarote se adelantaron mucho a este debate y también cobraron por otros espacios naturales como el Jardín de Cactus o los Jameos del Agua. El servicio que ofrece Timanfaya no es barato, pero a cambio tiene calidad. Te meten en una guagua, te hacen un recorrido muy bien diseñado, te van explicando en un audio lo que vas viendo. Así que por un lado, se paga por un servicio de calidad y evita que los visitantes transiten por ciertas zonas determinadas. Creo que hay que estudiarlo caso a caso. Hay sitios donde es más razonable y sitios donde lo es menos. No me opongo pero creo que lo más importante es que haya un pago general que sería la ecotasa. 

Sobre el fenómeno de las redes sociales, ¿esto está ocurriendo ahora porque lo vemos más o realmente está ocurriendo más?

Yo tengo una edad ya. Recuerdo que de niño era normal subir a Las Cañadas y encontrar en los bordes de la carretera un montón de rocas alineadas para formar nombres de quienes los habían visitado. Ocurría en Las Minas de San José, en Montaña Blanca y un montón de espacios repartidos por Las Cañadas. Eso ocurría en los 70 hasta quizás los 80, hasta que el Parque Nacional empezó a ponerse las pilas y quitó esas piedras. En la época no te enterabas de estas cosas si no subías al Teide. Ahora cualquier cosa que se haga tiene mucha más visibilidad y repercusión mediática. Así que yo creo que hay dos cosas. Primero, que antes puede ser que ocurrieran algunas de estas cosas y tenían mucho menos repercusión mediática. Y que ahora ahora ocurre más y además tiene muchísima más repercusión mediática .

¿Cómo dirías que se puede trabajar en reducir este tipo de actos?

Respetándonos a nosotros mismos. Respetarnos a nosotros mismos significa destinar muchos más medios humanos y materiales al cuidado, la preservación, la conservación y la rehabilitación de nuestro paisaje. Para ello, una de las fuentes de financiación, aunque no la única, tiene que ser la ecotasa turística. También hay que contener el crecimiento turístico en una operación que, probablemente tendrá que ser progresiva. 

Si no hacemos todo eso ¿qué podría pasar?

Lo que está pasando ya, pero agravado. No estamos hablando de ningún escenario apocalíptico. Las islas están saturadas y esto no solo afecta al medioambiente, también a la sanidad y a la educación. Todo esto está ocurriendo ya y lo que haremos, si no se toman medidas, será seguir incidiendo en el problema.