‘Boom’ de turistas con vivienda propia para pasar sus vacaciones en Canarias

Hacer las maletas, coger un avión y llegar a Canarias para pasar las vacaciones en tu propia casa. Esta es la situación de miles de turistas que llegan al Archipiélago cada año para disfrutar de unos días de descanso en una vivienda de su propiedad. Y cada vez son más. En apenas cinco años el número de extranjeros que viene a las Islas y se aloja en un inmueble del que tiene la titularidad ha crecido un 10,3%. Solo en 2023, un total de 388.688 personas aterrizaron en el destino no para alojarse en un hotel, apartamento o vivienda vacacional sino para hacerlo en su segunda residencia.

El buen clima canario, que hace a muchos internacionales enamorarse de un lugar al que pueden venir durante todo el año, y la alta tasa de repetición del turista de las Islas –casi el 70% de quienes nos visitaron en 2022 ya había estado alguna vez en Canarias– hace que muchos se planteen comprar una propiedad en su zona favorita de las Islas. Unos precios de la vivienda muy por debajo de los que suele haber en sus países de origen y su mayor capacidad adquisitiva hacen el resto y el sector inmobiliario canario se nutre en buena medida de estos compradores. De esta manera, estos propietarios no residentes pueden permitirse tener una vivienda cerrada durante la mayor parte del año para disfrutarla solo en contadas ocasiones o incluso cedérsela a amigos o familiares. De hecho, si se tienen en cuenta a quienes pasan unos días en la vivienda de algún pariente hay que sumar 513.166 turistas residenciales más al año.

Aunque puedan parecer muchos, realmente representan tan solo una pequeña cantidad de los millones que visitan la región cada año. En concreto, tan solo el 2,72% de los visitantes internacionales tienen como fórmula para sus vacaciones alojarse en una vivienda que han adquirido en Canarias. Pero parece una opción cada vez más escogida, ya que el año pasado fueron 36.000 más que en 2019. Un auténtico boom que deja un reguero de compraventas en el Archipiélago. El año 2022 marcó un récord en las adquisiciones de propiedades por parte de compradores internacionales en Canarias hasta un total de 7.659. Un máximo histórico producido al calor del aumento de la demanda tras la llegada de la normalidad después de la pandemia. En 2023 las cifras han aminorado y el año pasado se cerraron 7.197 operaciones en las que el comprador no había nacido en España, según las Estadísticas del Colegio de Registradores de la Propiedad. Aun así, los extranjeros están detrás del 28,4% de las adquisiciones de vivienda en el Archipiélago, que continúa siendo una de las regiones favoritas del país para hacerse con una segunda residencia.

Más de 388.000 foráneos se hospedaron en su segunda residencia en el Archipiélago

La nacionalidad de quienes veranean en Canarias en su propia vivienda no difiere mucho de la de los que vienen a pasar su descanso en otro tipo de alojamientos. De forma mayoritaria los que se quedan en su casa son en su mayoría británicos, un 29,9%, seguidos de alemanes, un 22,5%. Los habitantes de los Países Nórdicos se colocan en tercera posición. Sin embargo, si se analizan los datos desde 2016 se observa que los británicos han ido perdiendo peso. En concreto, los compradores ingleses, galeses, escoceses o norirlandeses han bajado 7,7 puntos desde entonces y por el contrario los alemanes y belgas han subido 5,7 y 4,2 puntos. ¿El motivo? El Brexit y los efectos que ha tenido aparejados han provocado un descenso de este tipo de demanda turística, al depreciarse la libra, incrementarse los trámites burocráticos y reducirse las temporadas que pueden pasar en el país, después de que Reino Unido haya salido de la Unión Europea (UE).

Si bien el Archipiélago no es de las regiones con un mayor número de operaciones –esto lo ostentan la Comunidad Valenciana y Andalucía– sí que es una donde las compraventas por parte de extranjeros representan un mayor porcentaje el total.

Una actividad inmobiliaria que es para muchos un maná que da trabajo a agencias, notarías, empresas de reforma y tiendas de decoración. Para otros, un problema mayúsculo que encarece la vivienda y dificulta el acceso a ella a la población canaria. De hecho, ya en la legislatura pasada y al calor de las vías que estaban explorando otros territorios como Baleares algunos partidos en Canarias –como Nueva Canarias o Podemos– llevaron al Parlamento el debate para tratar de explorar algún tipo de medida como esta. No prosperó. Y ahora con el Gobierno conformado por Coalición Canaria y el Partido Popular no parece que este asunto vaya a estar en la agenda.

Con el gasto en inmuebles y durante sus estancias generan 6.351 millones para el PIB estatal

Sin embargo, a nivel nacional hay quienes quieren desterrar del todo la idea de que este tipo de transacciones inmobiliarias son un problema y sí un componente importante del mercado inmobiliario al que no se le debería poner cortapisas. Así, la principal patronal de promotores (APCEspaña) ha encargado un estudio a la consultora PwC para tratar de medir el impacto que genera en la economía nacional. El informe concluye que los turistas residenciales aportan 6.351 millones al Producto Interior Bruto (PIB) del país y generan 105.000 puestos de trabajo, 58.000 de manera directa.

El análisis no solo ha tenido en cuenta la inversión que hacen estos extranjeros en la adquisición de viviendas nuevas y de segunda mano sino también el gasto que realizan durante sus múltiples estancias en su segundas residencias por todo el país y el pago de impuestos.

Un total de 1.785 millones de euros al PIB, 27.500 empleos y 2.045 millones en ingresos fiscales. Esto es lo que el informe calcula que deja la compraventa de viviendas por parte de extranjeros a la economía nacional. Para ello, se ha tenido en cuenta las 13.000 ventas de casas de obra nueva en toda España y la recaudación de impuestos que generan las de segunda mano. Un dinero que supone solo el 30% de lo que el turismo residencial aporta a la economía del país.

Porque los visitantes siguen gastando una vez vienen a disfrutar de esas viviendas de forma reiterada. De esta manera, se estima que el desembolso que realizaron en 2022 los turistas residenciales a lo largo y ancho del país fue de 4.517 millones de euros. Lo que tiene un impacto de 4.565 millones de euros en el PIB, 78.000 empleos y una recaudación fiscal de 1.204 millones.

En total en toda España en 2022 3,7 millones de turistas llegaron al país para alojarse en una casa propia. Unos visitantes que se reparten de forma más o menos desestacionalizada. En Canarias, el año pasado fueron 388.688, que arrojaron un gasto de unos 522 millones de euros. Si se tiene en cuenta que, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que el gasto medio de estos visitantes es de 1.344 euros por cada estancia.

El turista residencial gasta menos que aquel que se hospeda en un hotel o apartamento. Algo lógico ya que no tiene que sufragar su estancia por noche, pero en cambio alarga bastante más sus vacaciones. En 2022 la duración media fue de 17 días y el 64,4% pasó en el destino más de ocho noches. Su gasto medio es de 77 euros por día, mientras que quienes se hospedaron en otro tipo de alojamientos desembolsan más de 100 euros diarios.