Entrevista | Jessica de León Verdugo Consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias

Jessica de León: «Lo lógico sería que se nos exceptuara de esa injustificada subida del 4%»

Jessica de León (Puerto del Rosario, 1984) acaba de tomar posesión como consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias y ya se ha llevado un primer disgusto con la anunciada subida de las tasas aeroportuarias de Aena hasta un 4,1%. Representante del ala del PP en el Ejecutivo autonómico, De León avisa que este incremento será el tercer «impuestazo» al sector turístico tras los derechos de emisión y la ‘tasa verde’.  

Jessica de León, consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias.

Jessica de León, consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias.

Acaba de tomar posesión, y Aena le da la bienvenida con una subida de las tasas aeroportuarias, y no una subida digamos cosmética, sino de hasta un 4,1%. Esto tras la pandemia, en plena crisis de precios y en un país, ya no solo una Comunidad Autónoma, que vive del turismo.

No lo entiendo de ninguna de las maneras. En primer lugar, porque el organismo ha tenido beneficios. En segundo lugar, porque salvo que el Ministerio me diga alguna otra forma de llegar a Canarias, solo conozco la conectividad aérea, porque la conectividad marítima, por barco, es inoperativa a estos efectos. Y en tercer lugar, porque si a Canarias le va bien en el segmento turístico, también le irá bien a España en su conjunto. Nuestra previsión para 2023 es superar los 19.000 millones de facturación, con lo que muy probablemente estaríamos por encima de Cataluña y Andalucía. Estamos en la tesitura de una Canarias que tira del carro del sector servicios. Por lo tanto, nos parece muy lógico que a Canarias se la exceptúe de ese 4%, un 4% totalmente injustificado. Y, además, y sobre todo, porque el Gobierno de España debe ser consciente de que vienen dos impuestazos más: uno, que ya lo tenemos en vigor y que el Gobierno de España no ha sido capaz de negociarlo como RUP, que son los derechos de emisión; y otro que entra en vigor en enero de 2024, que son las tasas al queroseno, que van a encarecer aún más el combustible. Así que por si esto fuese poco, en España se nos ocurre poner otro impuesto más a la industria del orden del 4%. Pues qué quiere que le diga, no sé cómo lo van a defender. Tres impuestos seguidos que restan competitividad frente a países como Egipto o Túnez, por ejemplo.

Nuestra previsión para 2023 es superar los 19.000 millones de euros de facturación

El anterior Gobierno regional no logró liberar al Archipiélago ni del mercado de derechos de emisión ni de la tasa verde, al menos no del todo. ¿Está Europa pasándose de medioambiental? Porque hay voces que alertan sobre que no se están midiendo las consecuencias socioeconómicas, esas que acaban pagando los trabajadores.

Es que estamos interpretando mal la palabra sostenibilidad. La sostenibilidad tiene que ser medioambiental, pero también económica y social. Y cuando solo atiendes una de esas áreas o aristas, que es la del medio ambiente, perjudicas a las otras dos, que son la calidad de vida de los residentes, la calidad del empleo y todo lo que la sostenibilidad comporta en el sector privado. Pero bueno, ahora tenemos una oportunidad de oro, estamos presidiendo la Unión Europea y las RUP. Debemos hacer valer el hecho diferencial que tiene Canarias, reconocido por la Constitución, por el Estatuto de Autonomía y por nuestro Régimen Económico y Fiscal. Es algo que tenemos que poner sobre la mesa en primer orden. Soy una firme defensora del sector turístico, somos líderes mundiales, pero para seguir siendo líderes debemos tener capacidad de competir, y desde luego la mejor fórmula para competir contra otros países no es seguir gravando la actividad.

Dice que hay una oportunidad en la presidencia española de la UE para lograr la excepción de la tasa al queroseno y los derechos de emisión, pero es que ni hay Gobierno ni parece que vaya a ser fácil que haya Gobierno.

Si lo que se pretende es aprovechar la presidencia de la Unión Europea para una suerte de precampaña en funciones por si hubiese repetición electoral en diciembre, desde luego creo que no gana nadie. Nos estamos jugando mucho, nos estamos jugando la competitividad del sector, nos estamos jugando que las aerolíneas programen más o menos plazas. Ahora mismo tenemos 9,7 millones de plazas programadas, y tenemos que ocuparlas en un contexto inflacionista. Alemania y el Reino Unido ya han anunciado recesión, y el 65% de nuestros turistas son asalariados, es decir, que les afecta la subida de la compra, la del precio de los combustibles... Están decidiendo si salen o no de vacaciones en función de la disponibilidad de renta. Si esto no lo tiene claro la persona que va a presidir la Unión Europea, y lo que estamos es en una especie de campaña preelectoral, pues sí, claro, estoy muy preocupada.

Está en jaque el verano siguiente; ya notamos cierta desaceleración en las reservas

Mencionaba la mala situación socioeconómica en Alemania y Reino Unido. El verano está salvado, pero ¿y el invierno? ¿Y la próxima temporada estival?

Este invierno lo vamos a salvar porque el ahorro de las familias durante la pandemia todavía se mantiene. Pero esas familias están perdiendo poder adquisitivo. El invierno, salvo que pase algo excepcional, va a ser un buen invierno. Los datos que barajamos apuntan que batiremos el récord de 2017 y estaremos en torno a los 16 millones de turistas. Esa es la radiografía a día de hoy. ¿Qué está en jaque con todas esas políticas? El verano siguiente, la temporada de 2024. Incluso el final de la próxima temporada de invierno. Ahí es donde está la incertidumbre. Eso es lo que ahora mismo estamos jugándonos. Ya estamos notando cierta desaceleración en las reservas, y no podemos trasladar determinados mensajes, como que los precios van a seguir subiendo, porque las economías familiares ya no soportan más incrementos.

Los niveles de turismofobia no son los de determinadas zonas de Baleares, pero también existe en Canarias. En nuestro caso alentada por una pretendida masificación que tiene mucho que ver con eso que usted apuntaba: la mayoría de quienes visitan las Islas son trabajadores.

Cuando veo a grupos que tenían presencia en el Parlamento alentando la turismofobia... En fin, me parece un tremendo error. Como cuando lanzamos el mensaje de que estamos saturados turísticamente; o cuando atacamos a una industria que es líder en el mundo, y no por explotar, sino por calidad, atención, recursos... En Canarias se puede hacer de todo. Salvo esquiar, podemos ofrecer prácticamente de todo. Alentar manifestaciones contra esas personas que eligen a Canarias para pasar sus vacaciones frente a otros muchos destinos que podrían ofrecerles lo mismo me parece una irresponsabilidad, y creo que los partidos que están dando esos discursos deberían repensarlo. Visitar algún hotel, conocer alguna experiencia o sentirse un poco más canario de lo que dicen sentirse. Todo ello siendo conscientes, por supuesto, de que hay muchas cosas que mejorar.

Los datos apuntan que batiremos el récord y estaremos en torno a los 16 millones de turistas

Al hilo de esto último, el gran problema de Canarias es la redistribución de la renta, y esto guarda relación con ese progresivo alejamiento de la riqueza media nacional. Algo tendrá que ver, y no precisamente para bien, el principal sector de nuestra economía.

Hay que tener en cuenta, incluso cuando hablamos de esos 19.000 millones, que la renta de los establecimientos no está siendo la misma. Pero sí: tenemos que ser muy conscientes de que esa brecha existe y de que debemos atajarla, y claro que hay que pedirle compromiso al sector empresarial, pero nosotros también tenemos, como Gobierno, que poner alfombra roja a las inversiones que permitan, por ejemplo, la cualificación de trabajadores. Hay que ir hacia segmentos mucho más cualificados, donde los niveles de renta sean superiores. Y luego están la economía sumergida, otro gran reto en Canarias, y el paro estructural. Creo que es una oportunidad este binomio turismo-empleo, porque nos va a ayudar muchísimo a poder imbricar las políticas activas con la recualificación y con la prospección de la demanda y a que la política de empleo no sea pasiva, eso de yo doy subvenciones y que la empleabilidad recaiga sobre el sector privado, sino que nosotros también seamos capaces de generar cualificación y colocación de ese paro estructural en las empresas que necesitan personal. No hay que olvidar que existe una demanda a gritos porque no se encuentra personal cualificado, lo que exige una reflexión conjunta sobre si estamos formando lo que demanda el mercado.

¿Cuál es su gran meta de legislatura?

Haber reformado toda la legislación turística y que eso permita una renovación mucho más ágil del espacio público turístico, del sector privado y una mayor operatividad, calidad y gasto en destino, que es al final de lo que comen muchas pequeñas y medianas empresas donde se emplean miles y miles de personas.

La sostenibilidad tiene que ser medioambiental, sí, pero también económica y social

¿Lo podríamos resumir en menos burocracia y mayor agilidad en las inversiones? Hay proyectos que tardan hasta diez años en materializarse.

Efectivamente. Si somos capaces de reducir los trámites administrativos, burocráticos, a través de la ley del turismo y de la ley de modernización turística y conseguimos que los planes de modernización sean más ágiles, creo que nos beneficiaríamos todos. Se beneficiaría el residente, porque encontrará mejores espacios públicos y de disfrute, mejores instalaciones y más competitividad, y mejoraría la industria en su conjunto, porque estaremos ante un destino de mayor calidad que podrá subir precios.

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