Al abrigo de los alisioss

Las llaves del Atlántico

Puertos y aeropuertos de Canarias, Cabo Verde, Azores y Madeira han sido claves en el desarrollo cultural, económico y social de estos archipiélagos

La muestra fotográfica ‘Las puertas de la Macaronesia’ repasa ese legado

Las llaves del Atlántico

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miguel ayala

La Historia de los Archipiélagos de la Macaronesia quedaría coja si no se aborda el papel imprescindible que puertos y aeropuertos han jugado en el desarrollo económico, social y cultural de Canarias, Madeira, Cabo Verde y Azores. Primero por los rudimentarios muelles y después por las pistas de los aeródromos llegaron la riqueza y la modernidad a las islas atlánticas europeas, un legado que la exposición de fotografía histórica Las puertas de la Macaronesia pone en valor.

Apoyándose en más de un centenar de imágenes que abarcan desde finales del siglo XIX hasta el siglo XXI, procedentes del Archivo Biblioteca Regional del Gobierno de Azores, el Museo de Fotografía de Madeira, el Instituto del Archivo Nacional de Cabo Verde y el Archivo de Fotografía Histórica del Cabildo de Gran Canaria, la muestra itinerante que mañana se presenta en la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria «hace un recorrido por algo que tienen en común todas las islas de esta región, que son los puertos y aeropuertos, infraestructuras que fueron y continúan siendo las auténticas puertas de entradas de estos archipiélagos», explica Gabriel Betancor Quintana, doctor en Historia Moderna y Contemporánea de Canarias por la ULPGC y técnico de fondos audiovisuales del Cabildo de Gran Canaria.

Las puertas de la Macaronesia analiza los últimos 150 años de Canarias, Madeira, Cabo Verde y Azores en aspectos como las infraestructuras y la actividad portuaria, su evolución, los movimientos migratorios, la navegación aérea, la presencia militar o, entre otros asuntos, los visitantes ilustres llegados a los cuatro archipiélagos. «Es una oportunidad única para recorrer el desarrollo que como puntos de entrada de las islas atlánticas de Europa han experimentado ese tipo de instalaciones a lo largo de un siglo y medio», añade Betancor Quintana.

«Los muelles y embarcaderos de la Macaronesia tienen una larga historia que se remonta a siglos atrás y han sido puntos geoestratégicos en las rutas marítimas entre Europa, África y América», destaca el catálogo de la exposición Las puertas de la Macaronesia, que sobre Canarias exhibe desde imágenes del Puerto de Santa Cruz de Tenerife o el Embarcadero de Garachico, realizadas, respectivamente, en 1900 y 1925, hasta el grancanario Puerto de La Luz en 1883; la construcción en 1944 del Puerto de La Estaca, en la localidad herreña de Valverde, o el lanzaroteño Muelle de la Cebolla, en Arrecife, en el año 1925, entre otras, a las cuales se suman puertos y muelles de, por ejemplo, Funchal o Sal, en Madeira y Cabo Verde.

«Durante los siglos de los descubrimientos y la colonización, sirvieron como escalas importantes para las expediciones, convirtiéndose en infraestructuras fundamentales para el comercio y la navegación en la región atlántica. Estos puertos», abunda la publicación, «han sido mucho más que meros pasos comerciales, convirtiéndose en lugares de encuentro e intercambio cultural, atrayendo a comerciantes, marineros y exploradores de diversas nacionalidades, lo que ha creado un ambiente multicultural y cosmopolita en los archipiélagos».

La importancia de las infraestructuras aeroportuarias canarias y su evolución, cuya construcción es anterior a las de Madeira, Azores y Cabo Verde, tiene un papel destacado en la muestra Las puertas de la Macaronesia, que recorrerá las principales ciudades de Canarias y el resto de islas macaronésicas.

«También los aeropuertos de la Macaronesia, aunque más tardíamente, se convirtieron en elementos clave para la conectividad interinsular y con el exterior. Desde la primera mitad del siglo XX», explican los organizadores de la exposición, «cada archipiélago contó con instalaciones que facilitaron el transporte aéreo de personas y mercancías, desempeñando un papel importante en las escalas aeronáuticas del Atlántico. A lo largo del tiempo, tanto los puertos como los aeropuertos de la Macaronesia han experimentado una modernización significativa y hoy en día siguen teniendo un rol vital en el desarrollo turístico y económico de los archipiélagos».

«Los periodos de autarquía, cuando se experimentaron», escribe sobre Las puertas de la Macaronesia el doctor en Geografía e Historia de la ULPGC y especialista en Historia Moderna Germán Santana, «fueron un desastre e incluso en ellos, o mejor dicho como consecuencia de ellos, un número creciente de población buscó refugio en la emigración, a veces irregular. Los bloqueos durante las dos guerras mundiales se tradujeron en graves crisis económicas que solo se recuperaron cuando se restablecieron con normalidad los suministros de mercancías. Ya en el siglo XX», añade Santana, «se incorporan los aeropuertos como accesos rápidos a otras geografías. Al principio son simples pistas ocasionales para luego convertirse en centrales de recepción y salida con importantes infraestructuras de las que destacaron las torres de control. Algunos de ellos, al igual que sucedió con los puertos, simplemente dejaron de utilizarse. El primer vuelo motorizado en Canarias data de 1913 por parte del francés Léonce Garnier aunque sin embargo, la máquina fue trasladada hasta las Islas en barco, despegando desde la misma playa de Las Canteras. Este hecho abrió pronto paso a la navegación comercial y a la apertura en 1930 de los aeropuertos de Gando, en Gran Canaria, y de Los Rodeos, en Tenerife», aporta Germán Santana. Los aeropuertos de Santiago, en Cabo Verde, y de Funchal, en Madeira, comienzan a funcionar en 1961 y 1964, respectivamente.

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