Desde el cartel y la viñeta

Roy Lichtenstein fue, con Andy Warhol, el artista más representativo del Pop Art

El próximo viernes se cumple el centenario de su nacimiento

Desde el cartel y la viñeta

Desde el cartel y la viñeta / ED

F. R. Pastoriza

El Pop Art fue la corriente artística que ocupó el papel más destacado de las vanguardias de los años sesenta, sobre todo gracias a su espectacular desarrollo en los Estados Unidos, donde apareció como reacción al expresionismo abstracto. Sin embargo sus orígenes se sitúan en Europa con artistas como Richard Hamilton y Eduardo Paolozzi, en uno de cuyos cuadros apareció por primera vez la palabra «pop».

Paolozzi había anticipado todas las características del Pop-Art en una serie de collages que tituló Bunk! (¡Mamarrachada!: en alusión a una frase de Henry Ford en la que decía que la historia era una mamarrachada). Las características que definen este movimiento vanguardista ya estaban en una obra de esta serie, titulada Yo era el juguete de un hombre rico, un collage hecho de recortes en el que aparece ya la palabra «pop» con letras en rojo brillante en la nube de humo que sale de una pistola (¡¡en 1947!!). En esta obra están ya la fascinación de los artistas del Pop Art por la juventud, la moda, la cultura popular, el sexo, la publicidad, los medios de comunicación, la tecnología, el consumismo…

La obra incluye la portada de un número de la revista Intimate confessions (con la noticia destacada: true stories, historias verdaderas) y en ella aparece una pin-up sexy vestida de rojo sentada sobre un cojín de terciopelo azul, labios pintados, línea de ojos muy marcada, apoyando la cabeza en los hombros mientras se abraza las piernas dejando ver la parte superior de los muslos. En América, artistas como Andy Warhol, James Rosenquist, Claes Oldenburg o Tom Wesselmann crearon un universo icónico cuyas propuestas se centraban en los medios de comunicación, la cultura de masas, la publicidad y el consumo. Uno de los artistas más representativos de ese movimiento, el Pop Art, fue Roy Lichtenstein, de cuyo nacimiento en Nueva York se cumple un siglo el 27 de octubre.

La formación de Lichtenstein en el mundo editorial como diseñador le facilitó que se especializase en carteles publicitarios inspirados en los cómics, la publicidad y las revistas ilustradas de los años cincuenta y sesenta. Una de sus originalidades fue la introducción de cuadrículas formadas por puntos regulares que imitaban la estética de los tebeos y de las tiras ilustradas de los periódicos, los famosos puntos Ben-Day, una de sus señas de identidad. Se había iniciado en el Pop Art con series dedicadas a mujeres jóvenes, rubias, idealizadas, convertidas en sex symbols, para pasar a los temas para adultos y a las historietas bélicas. Algunas de las famosas chicas de Lichtenstein, como Crying Girl (Chica llorando), se convirtieron en verdaderos iconos del Pop Art. Entre sus imágenes bélicas destacan Crak!, Whaam!, de su serie Explosiones, y Cuando abrí fuego (Lichtenstein participó en la II Guerra Mundial en Francia y Bélgica). A raíz de su relación con el galerista Leo Castelli, representante también de Jasper Johns, Rauschenberg, Oldenburg y Warhol, la obra de Lichtenstein traspasó las fronteras de EEUU y se convirtió en una de las más apreciadas en todo el mundo.

Como cartelista Lichtenstein creó obras para exposiciones de museos como el Guggenheim de Nueva York, la Tate Gallery de Londres o el Moderna Museet de Estocolmo. Las adaptaba según el objetivo para el que se configuraban. También hizo carteles para publicitar exposiciones en galerías de arte, sobre todo para la de Leo Castelli. A principios de los sesenta los cómics fueron la principal inspiración de estos carteles. Utilizaba los personajes populares de las tiras, como Mickey Mouse y Tin Tin, y los convertía en protagonistas de sus obras. A veces satirizaba la pintura abstracta en series como Brushtroke (Brochazo) y otras rendía homenaje a otras obras de arte. Relacionados con los personajes de sus Girls, en los desnudos femeninos de Nudes presentaba a mujeres jóvenes, individuales o en grupo, utilizando una estética idealizada y muy pudorosa. Algunas obras de este género son sus Pinturas imperfectas y el cartel de la muestra 11Pop Artists de 1966, inspirado en comics para adultos, en el que se recoge un puñetazo presidido por la onomatopeya Pow!, como se hace en los dibujos de las historietas. Pero también los museos dedicaban a Lichtenstein homenajes a través de carteles que anunciaban exposiciones en cuya elaboración también participaba a veces el artista. Instituciones como The Smithsonian de Washington y el MoMA de Nueva York solicitaron a Lichtenstein que pintara para ellos algunos de los carteles que anunciaban sus exposiciones, entre ellas algunas del propio pintor.

También dedicó carteles a causas políticas y sociales que contaban con su simpatía, a veces solicitadas por los organizadores de movilizaciones, como Amnistía Internacional o Unicef, y otras por iniciativa del propio Lichtenstein. Mensajes antirracistas (Against Apartheid), ecologistas (Save Our Planet, Save Our Water), contra el hambre en el mundo (Care Poster) y de apoyo a candidatos del Partido Demócrata (Dukakis!). O su visión de lo que debiera ser el despacho oval del Capitolio en A New Generation of Leadership. Los carteles se vendían para recaudar fondos para estas causas. También los hizo para anunciar eventos y celebraciones relacionadas con el mundo del deporte y la cultura. Una de las series de más éxito fue de las Modern Paintings, inspiradas en el Art déco de los años veinte, como el poster que anuncia el IV Festival del Lincoln Center de 1966, en el que evoca las películas americanas de los años treinta.

Lichtenstein murió en su ciudad natal de Nueva York en 1997.

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