Entrevista | Aitor Sanz Capitán del CD Tenerife

Aitor Sanz: "El entrenador no es tonto, si le da muchos minutos a Enric Gallego, será porque se los gana"

El capitán del CD Tenerife repasa la trayectoria de la escuadra blanquiazul, insiste en su defensa a Asier Garitano y valora positivamente la paciencia de la propiedad en el técnico. El madrileño sigue sin dar pistas sobre su futuro, asegura disfrutar del momento y no mirar más allá. Lo único que pasa por su cabeza es el duelo frente al Mirandés

Aitor Sanz en la portería más cercana a la Grada de Popular del Heliodoro Rodríguez López.

Aitor Sanz en la portería más cercana a la Grada de Popular del Heliodoro Rodríguez López. / María Pisaca

¿Cambian mucho las cosas después de dos partidos consecutivos sumando?

Está claro que los resultados te dan cierta tranquilidad, pero viendo trabajar al equipo uno también se siente tranquilo porque está convencido de que las cosas van a mejorar. 

Pero en algo se tiene que notar un triunfo. Al menos en el estado de ánimo.

La victoria contra el Eldense nos dio ese punto de confianza que siempre se necesita. Cuando el equipo se siente con confianza reacciona mucho mejor. En Alcorcón se vio que el equipo fue a buscar el partido y pudimos sacar un punto. 

En Villarreal, por ejemplo, pasó todo lo contrario. El equipo se entregó en la segunda parte.

Tampoco creo que bajáramos los brazos el día de Villarreal. Cuando te ves con un gol en contra ante un rival en superioridad... aunque lo parezca, yo creo que no fue así. Quizá desde fuera haya otra impresión, pero para nada fue mi sensación. La manera de jugar también cuenta y el Villarreal supo manejar muy bien el partido. 

Usted ha defendido públicamente al entrenador. Concretamente, la tranquilidad con la que ha gestionado la crisis, pero eso es precisamente lo que más molesta a algunos aficionados.

Para mí la mesura es una virtud de cualquier entrenador. El hecho de que sea capaz de ser equilibrado y mantener la calma en todo momento es una virtud. Pero no solo los entrenadores, también, por ejemplo, los directores deportivos. En este mundo hay mucho de emociones alrededor y muchas veces nos dejamos llevar y cometemos errores. Saber mantener la calma es importante, al menos de puertas para dentro. A nivel aficionado sí que puede ser importante hacerles llegar el mensaje porque ellos viven mucho más de la emoción. Los futbolistas no, necesitamos equilibrio. No venirnos arriba cuando las cosas salen bien y no hundirnos cuando salen mal. 

Entonces, ¿ha hecho bien el club al mantener al técnico? En otra época habría sido cesado hace ya mucho tiempo.

Creo que sí. A veces los cambios salen bien, pero hay muchas ocasiones en las que no. Cuando la cosa no termina de funcionar porque la racha es negativa, cambias para intentar mejorar y la cosa no funciona... ahí es cuando tienes un problema. En ese sentido, halago el trabajo de la propiedad y de la entidad. Ellos confían plenamente en el míster y saben que en el vestuario estamos a muerte con él. El entrenador nota ese respaldo del club y eso le da confianza a él, que nos la transmite a nosotros. Aunque lleguen malos resultados, sabemos que se confía en nosotros y esa mesura se promueve desde arriba. Eso nos da estabilidad. 

¿Qué ha aprendido de Garitano durante este tiempo?

De Asier muchas cosas. Es un hombre con muchísima experiencia y del que se puede aprender un montón. Es uno de esos hombres de fútbol de toda la vida, que ha pasado por todas las categorías y entiende el fútbol desde muchos puntos de vista. Su manera de entender la presión mantener el equilibrio o intentar atraer al rival. Son detalles que me han enseñado mucho. Hay cosas del día a día que aún sigo aprendiendo. Hay muchas maneras de entender el fútbol y casi todas son válidas, la cuestión es hacerlo bien. Él lo consigue y por eso ha llegado a la élite. 

Hablando de equilibrio, muchas veces se le relaciona con el conformismo. En Alcorcón, por ejemplo, solo hubo un jugador, Rahmani, que fue a por el balón para sacar rápido tras el empate. ¿Le falta ambición al equipo?

Son detalles a los que se les da una importancia que no tienen. Que uno vaya a buscar el balón y el resto no, no quiere decir que los demás no tengan la ambición de ir a por el partido. Eso se evalúa en los minutos siguientes. Muchas veces se sacan las cosas de contexto y se llevan al extremo. Lo importante es que, después, el equipo demostró que quería hacer otro gol y siguió buscando la portería rival. 

Otra cuestión que molestó mucho fue la imagen de algunos jugadores riéndose en el banquillo tras la cartulina que vio Waldo en el descuento el día del Eldense. ¿Se habló de eso en el vestuario?

El tema de esa tarjeta... esa tarjeta tiene un porqué, pero no quiero decir más. Parecía que no llegaba ese momento y bueno, seguramente fue más un chascarrillo que otra cosa. Había tensión, pero el tiempo estaba casi cumplido. Solo hubo una jugada más. De hecho, el árbitro me dijo que estaba a punto de pitar y solo quedaba una jugada. Muchas veces ponemos el foco en cosas que no tienen relevancia. La actitud en el campo es lo importante. Entiendo que a la gente le pueda llamar la atención o molestar lo ocurrido, pero no hay nada más detrás. 

¿Hay tiempo para llegar a los puestos de playoff? ¿O es demasiado tarde?

Hay tiempo para el partido contra el Mirandés. Eso es para lo que sí hay tiempo. Ya me conocéis, lo digo por activa y por pasiva, nosotros no podemos mirar más allá. No podemos permitirnos ese lujo. Para mí es una osadía mirar de aquí a dos semanas. ¿Y si perdemos en casa, qué? ¿A llorar? No podemos perder el tiempo en este tipo de cosas. Entiendo que los aficionados sí, e incluso que en el club se pongan objetivos a largo plazo, pero dentro los objetivos van semana a semana. Nos equivocaríamos porque estos tres puntos valen lo mismo que los del partido contra el Espanyol. 

¿Por qué le cuesta tanto hacer goles al equipo?

Tuvimos un tramo, al principio, en el que estábamos muy finos. De cada cinco oportunidades metíamos tres y, ahora, de cada cinco metemos una. Es un momento de confianza individual y del equipo que, con trabajo, se acaba recuperando. Hay que estar tranquilos, saber que somos un equipo que genera ocasiones. Si nos cuesta más acertar, pues tendremos que intentar generar más. Eso sabiendo que, en esta categoría, ser sólido es clave. Debemos buscar ese equilibrio y confiar. 

Curiosamente, el máximo goleador no es titular. ¿No le parece extraño?

Tenemos una manera de jugar, un estilo. Ha habido ciertos partidos en los que el entrenador ha considerado que Ángel tenía que jugar y otros en los que no, igual que pasa con otros jugadores. Ángel es muy importante para nosotros, es evidente que le gustaría participar más y que está deseando aportar al equipo, pero son circunstancias del fútbol. Tratamos de ayudarle. Estoy seguro de que va a tener más opciones de participar y de que acabará marcando más goles. 

Y Enric, que no marca desde octubre, sigue gozando de mucha confianza por parte del técnico. Todo lo contrario.

Enric es una referencia, nos aporta muchísimo tanto a nivel ofensivo como defensivo. Si está teniendo tantos minutos, por algo será. El entrenador no es tonto y si le da muchos minutos por algo será, porque él se los gana. Hay que transmitirle confianza para que siga trabajando con tranquilidad. Creo que se ha ganado toda nuestra confianza. 

Quizá el problema del gol llega porque el equipo roba menos en campo contrario. ¿Por qué esa diferencia respecto a las primeras semanas de competición?

Nosotros afrontamos los partidos de la misma manera. Seguimos intentando buscar al rival arriba, pero yo tengo la sensación de que cuando llega la segunda vuelta los partidos se hacen más trabados y los equipos más prácticos y dan menos oportunidades de apretar arriba porque intentan cometer menos errores y te dan menos situaciones para poder presionar. No tengo los datos, pero creo que la explicación puede estar ahí. 

Si le digo que el Mirandés no gana fuera desde hace más de cuatro meses...

Ya sabes lo que te voy a decir [se ríe]. Ya sabes lo que te voy a decir... es un equipo joven con muchos jugadores cedidos a los que la presión les afecta poco y este tipo de datos no les importan. Intentan desarrollar su juego y yo estoy convencido de que van a salir creyendo que pueden ganar. Nosotros no nos permitimos ningún exceso de confianza respecto al rival, pero sí confiamos en que podemos sacar el partido. 

Chicos jóvenes también hay en el Tenerife. ¿Qué tal ve a los canteranos que están irrumpiendo?

Está claro que necesitan tiempo. El salto de categoría es muy grande y ellos lo notan. A todos nos ilusiona que venga gente de abajo y que tengan grandes cualidades, pero hay que ir con calma. Este año han participado muchos y alguno ya se ha consolidado en la primera plantilla. Yo estoy encantado de que salga gente de abajo que nos aporte y que sean el futuro del equipo. 

Y habrá alguno al que vea más cerca del primer equipo.

No me gusta personalizar, pero es verdad que Löic se ha consolidado. Ha disfrutado de muchos minutos y ha demostrado que es futbolista. Le deseamos lo mejor, pero no solo a él. Jesús también ha participado y lo ha hecho a un gran nivel, Pablo o Alassan también. Ellos se merecen las oportunidades porque se han esforzado mucho para llegar hasta ahí. 

Sobre las oportunidades, ¿cómo ve a Álvaro Romero?

Ese es otro ejemplo de que hay cosas que se exageran. Álvaro es un chico fantástico y dentro del vestuario es superquerido. Es muy bromista. Está claro que no le ha gustado pasar por lo de estas semanas, pero sin más. Él sabe que lo que le toca es trabajar y está en ello. Tiene las cosas claras y lo que quiere es aportar al equipo. 

¿Y qué va a ser de usted? Termina contrato en junio.

No lo sé. La verdad es que no lo sé. Cuando acabe la temporada veremos qué pasa. Tampoco pienso más allá. Ni quiero ni debo. La situación no es la mejor y no es momento para pensar en lo que puede pasar dentro de tres meses ni en si quiero estar aquí durante toda mi vida. La vida te lleva a unos sitios y a otros y tampoco hay que obsesionarse con eso. Lo que sí quiero es estar aquí al final de la temporada y ganar el mayor número posible de partidos y eso pasa por el domingo. 

Pero, ¿tiene claro que la del Tenerife es la última camiseta que vestirá?

Es que no lo sé. Es algo que tampoco depende de mí y no me apetece pensar en ello. Llevo muchos años en esto y sé que mi retirada está cerca. Perder el foco en el día a día no tendría mucho sentido. Una de las claves para disfrutar de la vida es estar centrado en lo que está pasando y no en el futuro. Estoy viviendo algo muy bonito, que es hacer lo que me gusta, donde me gusta y con la gente que quiero y hay que disfrutarlo. Cuando me toque decir basta, lo diré. Ese momento llegará. 

Lo que sucede es que le vemos muy bien. Además, suele acabar las temporadas mejor de lo que las empieza.

Quizá cuando juego tampoco soy consciente de la edad que tengo, ¿no? [se ríe]. Yo intento entrenar lo mejor posible, disfrutar y competir. Hay cosas en las que si se notan los años como la velocidad o la capacidad para repetir esfuerzos, pero esas cosas se pueden suplir de otra manera. Lo que intento es hacerlo lo mejor posible y no pensar más allá. 

¿Se cuida más ahora? ¿Ha cambiado hábitos?

Sí he cambiado cosas. Por ejemplo, antes dormía la siesta y ahora no lo hago nunca. Suelo acostarme a las 9 de la noche. La alimentación la cuido mucho y hay cosas que han cambiado, pero mi vida también. Tener hijos te cambia todo. Lo único que sigue igual es mi manera de entender esta profesión: el esfuerzo máximo en el día a día y la ilusión por seguir dedicándome a algo tan bonito. Esa puede ser una de las razones por las que sigo en activo. 

Hablando de la edad, ¿se siente cómo en el vestuario? Hay mucha diferencia con algunos compañeros.

Sí que entiendo que soy de otra generación. Quizá con Enric y Ángel no hay tanta diferencia, pero con otros compañeros como Álvaro Romero o Luismi hay una diferencia muy grande, aunque intento pensar en lo que nos une. A veces lo noto, que soy de otra época, aunque no le doy importancia. Por suerte tenemos un vestuario de gente muy madura. No hay niñatos ni cosas raras y entienden bien lo que es un equipo. Compartimos muchas cosas de la vida trato de adaptarme a ello.