La frustración del fichaje estrella

Hasta nueve futbolistas blanquiazules han disputado más minutos que Ángel, máximo goleador del plantel con siete dianas

Apenas suma 12 titularidades en 28 jornadas

Ángel, durante el partido del domingo en Alcorcón.

Ángel, durante el partido del domingo en Alcorcón. / LOF

Manoj Daswani

Manoj Daswani

No está siendo el regreso soñado a casa para Ángel Luis Rodríguez Díaz (La Laguna, 1987), que se las prometía muy felices –como todo el tinerfeñismo– cuando el representativo se puso líder en la décima jornada y el isleño empezó a marcar sus primeros goles. Fue solo un espejismo. La situación actual del ariete blanquiazul es una auténtica pesadilla, su rol es el de suplente en los esquemas de Asier Garitano y el domingo fue el último de los recursos que activó el entrenador (84’) cuando la situación se volvió de alerta roja en el gris empate de Alcorcón.

Lejos de cualquier previsión optimista que pudiera hacerse en julio, cuando la comisión deportiva cerró su fichaje, Ángel está lejos de los futbolistas más protagonistas del proyecto. Acumula apenas 1.155 minutos en liga, repartidos en 12 titularidades y 11 apariciones desde el banquillo. Con tal bagaje le basta al de Geneto para encabezar la lista de máximos goleadores del proyecto (siete dianas) y aparecer entre los futbolistas de la categoría con más productividad por minuto jugado.

La frustración de Ángel es evidente. No alzó la voz a principios de temporada cuando alguno de los primeros partidos empezaron a mostrarle señales para la preocupación (como la derrota ante el Sporting) y tampoco parece que vaya a modificar su posición de respeto ni quebrar sus modales. Pero el lenguaje no verbal ofrece síntomas evidentes de desasosiego e incomodidad. Primero, con el curso de los acontecimientos, con el Tenerife anclado a una posición que no se corresponde con su tope salarial ni tampoco con la ambición que le vendieron en las primeras reuniones de Mallorca, cuando su fichaje parecía una prioridad. En segundo término, obviamente tiene también razones para el desánimo por su rol de suplente.

Rebasado el segundo tercio de la competición liguera ya puede decirse que Asier Garitano no ha cumplido su intención –verbalizada en enero en los medios de comunicación– de dar muchos minutos juntos y coincidiendo en la alineación inicial del Tenerife a sus dos arietes. «Que para mí están en el top 6 de la categoría, tanto Enric como Ángel», ha llegado a decir el máximo accionista de la sociedad, José Miguel Garrido.

En la misma línea se manifestaba hace solo unos días el consejero deportivo, Juan Guerrero, que calificó a Ángel como «el mejor delantero de Segunda». No parece coincidir su juicio con el de Asier Garitano, que le da los minutos a cuentagotas.

Cerrada la ventana de la Copa del Rey, el protagonismo y grado de influencia de Ángel ha ido a menos. Fue sustituido contra el Sporting (63’), no jugó frente al Levante, fue suplente contra el Andorra (32’) y vio la roja en el feudo del Villarreal B (34’) en un flagrante gesto de su propio desquiciamiento porque apenas le llegaba el balón y el equipo no se aproximaba al marco rival. A continuación tuvo que cumplir sanción ante el Eldense y contra el Alcorcón el entrenador le llamó demasiado tarde (84’), cinco minutos después de encajar gol y en un esprint final que dejó algunos destellos de lo que podría ofrecer al grupo la sociedad Ángel-Enric. No parece verlo así Garitano, que tiene en el ostracismo a su refuerzo estrella. Una suplencia difícil de explicar, una situación difícil de digerir.

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La remodelación invernal y las últimas decisiones del cuadro técnico han dejado también en el ostracismo a muchos futbolistas del representativo que han dejado de contar para Asier Garitano. El caso más sangrante es de Álvaro Romero, con apenas 56 minutos de protagonismo en toda la temporada; y que no tuvo ninguno en el empate del pasado domingo en Santo Domingo.Teto también cotiza a la baja ante la titularidad casi permanente de Roberto López. Estaba siendo de los mejores antes del parón invernal y también en las comparecencias del representativo en la Copa del Rey (ante Las Palmas y Mallorca), pero su cuota de protagonismo se ha reducido drásticamente. Lo propio podría decirse de Sergio González, el goleador de Alcorcón, que ha pasado a ser el cuarto entre los mediocampistas del plantel y el domingo fue rebasado por Bodiger en las preferencias del míster. Tampoco tiene motivos para sonreír otro de los refuerzos estelares del verano, Luismi Cruz, que concatena dos suplencias consecutivas después de haber sido el argumento ofensivo más sólido en la contienda contra el Andorra. Desde entonces, ha jugado a ratos: diez minutos frente al Villarreal B y 24 en Alcorcón. Contra el Eldense, ni uno solo.

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