Una sequía histórica en el CD Tenerife

El Tenerife que pulverizaba registros e invitaba a la ilusión a principios de temporada se ha empecinado en las últimas semanas en quebrar récords, pero de ineficacia. El equipo blanquiazul sufre una histórica y galopante sequía goleadora que, paradójicamente, contrasta con la presencia en el plantel de dos delanteros de la talla y prestigio de Enric Gallego y Ángel Rodríguez.

Mientras el cuadro técnico insiste en alinearlos por separado, los dígitos anotadores del representativo adelgazan cada semana más. Desde su regreso a categoría profesional, nunca antes se habían producido números tan deprimentes en el Heliodoro, donde el cuadro chicharrero suma 11 aciertos en 13 jornadas. Una cifra paupérrima.

En el contexto de un año que arrancó con suma ilusión y entusiasmo por parte de la parroquia insular, lo más lacerante –y a la vez llamativo– es que ya sean cinco las veces que el equipo se ha quedado a cero ante su propia afición.

Lo que antes ocurría solo muy de vez en cuando, esta temporada ya se ha hecho costumbre. Así, el cuadro de Asier ha acabado sin marcar en sus partidos como anfitrión ante Real Zaragoza (0-1), Levante (0-0), Villarreal B (0-1), Elche (0-1) y el pasado fin de semana contra el Andorra (0-0).

De esta manera, el promedio de tantos en casa, que siempre estuvo por encima de uno, languidece y se sitúa a estas alturas en un deprimente 0,84 por jornada disputada en el Heliodoro Rodríguez. El equipo blanquiazul, que firmó 28 tantos como local el año pasado, 27 una campaña antes y 24 en su peor registro –la temporada que empezó Fran Fernández y acabó Luis Miguel Ramis al mando de las operaciones–, se sitúa ahora solo con 11 goles en casa.

A años luz de los 38 aciertos blanquiazules que vio y celebró el coliseo capitalino en la 17/18 con Martí primero y Etxeberria después en el banquillo tinerfeñista. En el cómputo global, el Tenerife suma 22 tantos (once en su versión local y otros tantos a domicilio) y presenta un problema indisimulable: la escasez de fuentes anotadoras. Frente a otros equipos aspirantes donde son multitud los futbolistas que aportan en la faceta realizadora, en el Tenerife son solo ocho.

Y en realidad apenas tres se reparten casi todo el pastel: Ángel, que suma siete; Enric Gallego, que le sigue con cinco; y Roberto López, que acumuló cuatro dianas en la fase inicial de la competición pero se ha apagado desde hace varias semanas. No en vano, Asier apostó por su suplencia el pasado sábado frente al Andorra.

Los 0,88 tantos por jornada que promedia el representativo suponen su segundo peor registro de los últimos tiempos. Solo los empeora el curso de Fran Fernández y Ramis, cuando el equipo se enterró en un exiguo 0,84. Entonces sí se abogó por la destitución del técnico que había comenzado la temporada; en cambio, esta vez la comisión deportiva apuesta por la paciencia y no prevé mover ficha tampoco si se produjese una debacle este domingo en Villarreal.

Uno de los parámetros que abrazan los jerarcas blanquiazules tiene que ver con la producción ofensiva y el número de oportunidades que tuvo el plantel insular contra Levante y Andorra en sus últimas comparecencias. Según creen, si el Tenerife se mantiene en dígitos semejantes en las próximas jornadas, las victorias acabarán llegando. También se aferran a la solidez defensiva, pues el Tenerife sí aparece entre los equipos que menos encajan. En esta faceta del juego, es el sexto con mejores digitos en la Hypermotion.

Los protagonistas del juego

«Mentiría si dijera que no le doy vueltas. Aunque he estado lesionado, son pocos los goles que llevo», admite Enric Gallego, quien deja «para los técnicos» el debate sobre las causas. «Nunca hay un solo motivo; puede ser por falta de oportunidades o porque no estamos inspirados los de arriba», asume el barcelonés.

Corredera, mientras, ponía el acento el lunes en la conveniencia de proponer y generar más. «Con lo que estamos haciendo, no basta. Así no vamos a ninguna parte», fue el mensaje que todavía resuena. Waldo fue todavía más elocuente y remarcó que los jugadores se fueron «muertos en vida» tras el empate contra el Andorra. El equipo se ha olvidado de ganar –su última victoria data de diciembre– pero también de marcar. En el nuevo año, cuatro ceros (Mallorca, Elche, Levante y Andorra).

Suscríbete para seguir leyendo