CD Tenerife

La comisión deportiva del Tenerife se reúne en Madrid con Garitano: prevé hacer cinco movimientos en el mercado de enero

Cónclave tras el partido de Leganés para definir la hoja de ruta en la ventana de invierno

Las salidas de Pablo Hernández y Mo Dauda ya figuran en los planes de la directiva blanquiazul

El presidente del club, Paulino Rivero, sonriente junto al entrenador, Asier Garitano.

El presidente del club, Paulino Rivero, sonriente junto al entrenador, Asier Garitano. / CD Tenerife

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Al menos cinco movimientos en el mercado de invierno. Es una de las conclusiones que deja la reunión que la comisión deportiva del club ha mantenido en la mañana de este jueves en un hotel de Madrid con el técnico del representativo, Asier Garitano, solo unas horas después del último partido de la primera vuelta. Tras el empate de Butarque, el foco deja de estar en la competición liguera –que volverá el día 13 de enero con el Tenerife-Elche– y se centra en los necesarios movimientos que habrá de hacer el representativo en el habitual baile de altas y bajas que acontece por estas fechas. Los responsables de la parcela creen haber detectado dónde están las principales carencias y urgencias del plantel, muy lastrado por las lesiones y los contratiempos a lo largo de la primera mitad de la temporada.

En el episodio de incorporaciones, las prioridades han ido cambiando conforme se acercaba el ecuador liguero. El club creyó firmamente en la conveniencia de incorporar a un defensa central por los múltiples problemas que Asier Garitano halló en esta demarcación, cuando hubo un momento que incluso tuvo que retrasar a Sergio González porque las bajas coincidían en tropel en el eje de la retaguardia. Sin duda la peor de las noticias fue la lesión delarga duración de José León, pero el madrileño ha hallado consuelo en el diagnóstico optimista que encontró en los especialistas y en el tratamiento conservador, que está dando resultados.

El club tenía muy avanzado un acuerdo con el entorno de Kike Salas, que habría emprendido en la Isla su segunda etapa como blanquiazul, pero los acontecimientos han ofrecido un muy inesperado giro de guion con la destitución de Diego Alonso en el Sevilla, la situación de colapso en el club hispalense –se detuvieron todas las operaciones previstas– y las recientes titularidades del central andaluz. Así pues, el paisaje ha cambiado y Salas se quedará en el Sánchez Pizjuán.

A este respecto, la decisión del Tenerife es esperar por León. Si para mediados de enero ya diese señales de que el tratamiento ha funcionado y puede volver a competir, el club no haría más movimientos en defensa. De lo contrario, sí activaría alguno de los planes alternativos sobre los que ya estaba trabajando la dirección deportiva. Con el Sevilla ha habido contactos por otro futbolista. Isaac Romero, delantero del filial hispalense, que no saldrá ahora pero probablemente sí la próxima campaña. Desde ya, el joven ariete es un objetivo real para el venidero curso 2024/25.

Entretanto, el club ha explorado en torno a siete u ocho perfiles para el ataque, consciente de la extrema dependencia de Ángel y de la escasez de fuentes anotadoras que padece el equipo. Además, durante la lesión de Enric se ha echado en falta a un nueve de referencia en el banquillo, rol que le ha quedado grande al futbolista de la cantera Salifo.

Al menos a priori, el Tenerife con total seguridad dos fichajes para los costados. El análisis realizado por el área deportiva apunta a que ha habido una gran distancia entre el rendimiento de los presuntos titulares en las bandas (Waldo Rubio o Luismi Cruz, cuando han estado en plenitud de condiciones) y el que han aportado los teóricos suplentes en esta parcela. Tal como y avanzó EL DÍA, el objetivo número uno para este mercado iba a ser –y sigue siendo– Juan Cruz Expósito. El jugador nacido en Quilmes ya tiene un principio de acuerdo con el representativo y dio luz verde a que comenzaran las negociaciones con el Real Betis Balompié.

En este punto del mes de diciembre, la transacción solo depende del definitivo sí del cuadro verdiblanco, que ya había prometido a Cruz que le dejaría ir en enero si no se cumplían sus expectativas de sumar minutos y ser relevante a las órdenes de Manuel Pellegrini, el hombre que frenó su salida en verano. En las oficinas del Heliodoro Rodríguez López son muy optimistas respecto a la resolución favorable de este préstamo con opción de compra, uno de los más ansiados no solo por el Tenerife, sino por la larga retahíla de clubes de la Hypermotion que también lo han solicitado. Ahora bien, la duda en el conjunto isleño tiene que ver con los plazos;y si querrá el Betis esperar a los primeros partidos de 2024 –con su concurso en la Copa incluido– antes de soltar a un jugador de tanta proyección y talento. Además, hay contactos muy avanzados para otro jugador de banda con experiencia en la categoría.

El puzle blanquizul del mercado de enero se completaría con un par de salidas. No son estrictamente necesarias –hay fichas de sobra– pero en el club entienden que serán saludables para los interesados. La de Mo Dauda, porque la llegada de refuerzos para su posición va a convertir casi en una hipótesis quimérica que vuelva a tener carrete en las alineaciones de Asier Garitano; y la de Pablo Hernández, porque con cuatro mediocampistas por delante (Aitor Sanz-Corredera-Sergio González-Bodiger), lo va a tener en chino para volver a jugar. Ni siquiera en la Copa del Rey, donde el entrenador ya apostó por un once sin demasiadas rotaciones en Riazor; y donde no estuvo presente el canterano, que solo halló minutos en la segunda mitad. El medio isleño ya tiene pretendientes de Primera y Segunda RFEF.