El CD Tenerife, ante su peor racha en cuatro años

Desde noviembre de 2019 el conjunto blanquiazul no encadenaba cinco partidos ligueros con una cosecha de solo dos puntos

Ángel y Gallego tratan de rematar a gol en el duelo deol domingo contra el Villarreal B.

Ángel y Gallego tratan de rematar a gol en el duelo deol domingo contra el Villarreal B. / Andrés Gutiérrez

Con la del domingo contra el Villarreal B, el CD Tenerife encadena, por primera vez en lo que va de curso, tres derrotas. Un bache de connotaciones preocupantes, aunque no extremas, toda vez que, por ejemplo, ya el ejercicio pasado, a los mandos de Luis Miguel Ramis el club chicharrero repitió una secuencia casi calcada: perder en las jornadas 12, 13 y 14. Sin embargo, ahora todo se agrava teniendo en cuenta que en sus dos encuentros anteriores a su colapso actual el cuadro de Asier Garitano tampoco pudo arañar el triunfo.

En total, solo dos puntos sobre 15 posibles que no solo han sacado al cuadro blanquiazul de los puestos de privilegio de la categoría, sino que además le han llevado a igualar una racha negativa por la que no pasaba desde hacía prácticamente cuatro años.

Para dar con una trayectoria tan errática como la actual habría que remontarse hasta la campaña 19/20, también en esta misma época del año natural. Y es que ahí, el Tenerife no supo lo que es ganar durante más de dos meses, los que transcurrieron entre las jornadas 9 y 16. Ocho fechas consecutivas pinchando en las que el saldo de los isleños se redujo a cuatro puntos sobre 24.

Aquella proporción (0,166) fue incluso mejor que la actual (0,133), pero su extensión en el tiempo y a pesar de que las derrotas fueron siempre por la mínima (6-10 en el saldo de tantos en ese tramo), le acabaron costando el puesto a López Garai (tras el 1-1 en el Heliodoro contra el Cádiz) en un Tenerife que pasó de ser noveno a caer hasta la decimoctava posición y con los mismos puntos que el vigésimo.

También pasó el Tenerife por un bache de similares características en el curso 20/21, y hasta en dos ocasiones. La primera de ellas entre las jornadas 6 y 10, y la segunda, ya en el tramo final (desde la 35 a la 38, recuperando la 32 entre medio). En la inicial los tres puntos sumados ya dejaron muy tocada la figura de Fran Fernández; mientras que en el epílogo liguero, haber sumado solo cuatro puntos en un equipo que llegó a soñar con los puestos de playoff, sembró algunas dudas sobre el futuro de Luis Miguel Ramis.

Precisamente con el técnico tarraconense en el banquillo desde el comienzo, el Tenerife redujo sus malos momentos en un curso 21/22 en el que se quedó a las puertas del ascenso. Así, los blanquiazules solo encadenaron, en dos ocasiones, tres duelos sin ganar: las jornadas 32, 33 y 34 (un punto), y las tres derrotas seguidas justo antes de afrontar una eliminatoria contra la UD Las Palmas que hizo olvidar por completo ese amago de bajón.

El colchón de la Copa

Ya en el ejercicio pasado el propio Luis Miguel Ramis evitó que la sangría de los suyos se prolongara durante más de cuatro encuentros. Lo hizo dos veces, y además dentro de sendas rachas en las que el Tenerife solo contempló empates como resultados válidos: entre las jornadas 7 y 10, y posteriormente desde la 20 a la 23, si bien en medio de esta segunda los isleños vivieron el agravante de la eliminación copera a manos del Pontevedra.

Ahora Asier Garitano tiene a su favor, tanto en su crédito personal como en la labor de mantener intacta la confianza del grupo, la reciente victoria en el torneo del KO contra el Compostela. Aún así, cortar ya mismo la mala racha en liga se antoja vital para evitar males mayores.

Más de 30 disparos para hacer un gol

En esta fase negativa por la que atraviesa el CD Tenerife, la solidez defensiva no parece el mayor de los problemas que deba resolver Asier Garitano. Venía el cuadro isleño de encajar siete tantos en las diez primeras jornadas (0,7 de media) y en este lapso la cifra es de seis goles en la mitad de tiempo: 1,2 por duelo. La gran diferencia que explica el bajón tinerfeñista radica de cara a la portería contraria. Y es que con Enric Gallego y Roberto López con la pólvora mojada (se han estancado en cuatro tantos cada uno), Luismi Cruz todavía fuera de combate, y Álvaro Romero ultimando su incorporación al grupo, el plantel tinerfeñista se ha quedado en dos goles (Ángel y Mellot) en estos cinco duelos más recientes. Un bajón que tiene que ver, en buena medida, con su falta de puntería, ya que incluso desde la jornada 11 el Tenerife remata más que en las diez primeras: 12 frente a 11,2 por duelo. Antes, eso sí, solo necesitaba 9,5 disparos para hacer un gol. Esa cadencia se eleva, en este tramo, hasta los 30,5 intentos para lograr perforar la portería rival. Números prohibitivos si el cuadro blanquiazul quiere seguir merodeando, "hasta Semana Santa", tal y como pregona su técnico, la zona noble de la tabla.