El Tenerife, penalizado por sus errores

El equipo tinerfeño se adelanta con un gol de Mellot, pero el Elche aprovecha un fallo defensivo y un penalti evitable para remontar (2-1)

Julio Ruiz

Julio Ruiz

El CD Tenerife comenzó el partido de este sábado en el Martínez Valero con la posibilidad de ser líder provisional. Y no solo se quedó con las ganas de situarse al frente de la clasificación, sino que añadió, sin pretenderlo, a un invitado más a la carrera por el ascenso, un Elche que confirmó con su triunfo (2-1) su reacción y que ya se puede sentir uno más en numeroso pelotón de cabeza. Tras un primer tiempo plano, por parte de los dos equipos, el encuentro se abrió en la segunda mitad con un golazo de Mellot. Y cuando parecía que el equipo de Asier Garitano iba a poder desarrollar su plan y volver a ganar fuera después de tres intentos fallidos, el conjunto local aprovechó un par de regalos para remontar; un error defensivo encadenado y un penalti evitable de Amo.

Sin que se haya cubierto todavía el primer tercio del calendario, una temporada tan larga y exigente deja rachas de todo tipo para cualquier competidor. Si se toman solo las tres últimas jornadas, no aparecen victorias en la trayectoria del Tenerife. El balance es de dos puntos de nueve. Con ello, saldrá de la zona de promoción si el Racing de Santander derrota al de Ferrol este domingo. Un desenlace anecdótico a estas alturas del curso, igual que si, en el mejor de los supuestos, se hubiera puesto líder. Lo que cuenta es estar y seguir donde está. Sobre todo, en tramo con dos salidas consecutivas –tres si se cuenta la del miércoles en la Copa del Rey–. La de Elche no fue productiva. Quién sabe en Valladolid el próximo sábado.

Pero esas serán otras historias. La de ayer, en el Martínez Valero, no prometió espectáculo de entrada. La primera parte dejó poca cosa. Elche y Tenerife malgastaron una etapa del partido que, más que nada, dejó un duelo táctico en zonas de baja influencia y solo un remate entre los tres palos, adjudicado al equipo local en un ensayo raso de falta directa de Nico (21’)que atrapó sin problemas Soriano. Los blanquiazules, esta vez de rosa, probaron suerte de manera aislada en situaciones con poca ventaja, en los tres casos, sin la puntería necesaria. Waldo fue el primero en intentarlo en el 27’ tras una acción entre Jesús Belza y Mellot por la banda y un balón suelto dejado por el portero. La volea del extremeño no cogió camino. Poco después, Belza asumió la responsabilidad en un chut algo alejado, con Ángel desesperado por no haber servido de apoyo. El lagunero completó el corto repertorio de esta fase en el último ataque tinerfeño antes del descanso:recuperación y disparo inmediato sin la menor trascendencia. Si bien el Tenerife no había generado peligro, tampoco había sufrido en su área ante un Elche que insistió una y otra vez por su carril izquierdo, buscando a Tete Morente. Ahí cerró bien Mellot. Y poco más. Los de Beccacece tampoco consiguieron desplegar un juego fluido y vertical. Una exigencia ligera para un Tenerife que, esta vez con dos laterales derechos en la alineación –Aitor Buñuel por la izquierda–, era fiable en defensa.

Por poner alguna pega, los dos centrales se fueron al intermedio con tarjeta amarilla. José Amo la recibió (13’) por un innecesario agarrón al exblanquiazul Borja Garcés en el centro del campo. El delantero terminó pidiendo el cambio un par de minutos más tarde. Y Loïc Williams fue amonestado (25’) por tratar de corregir a la desesperada una mala entrega de Sergio González. En realidad, lo de los errores no forzados fue un inconveniente compartido, un freno para que el ritmo del partido aumentara y el duelo no se perdiera en una densidad que no conducía a nada. O a casi nada, porque el 0-0 sonaba mejor para el Tenerife.

Pero ese resultado duró poco. El encuentro se animó desde el inicio de la segunda mitad. De entrada, Asier Garitano quitó a Waldo y refrescó la banda izquierda con Dauda. Ycon el balón en movimiento, ahora con más ritmo, llegaron alguna ocasión clara y, a continuación, los goles. Como aperitivo, Soriano, que cumplió en el Martínez Valero cien partidos con el Tenerife, sacó con la punta de los dedos un balón que iba camino de la red o quizás del larguero. Nico Castro puso a prueba al sevillano con un potente disparo desde la frontal del área. Juan acarició la pelota hacia el córner.

De ahí en adelante, el encuentro ganó en velocidad. Fue cuesta abajo y se rompió. Mellot le quitó el precinto en el 51’. El lateral francés, incorporado al ataque, aprovechó un pase de Sergio González y un error en el despeje de Morente para colar el balón en el arco con un remate pegado al palo (1-0).

Pero el Tenerife apenas pudo disfrutar de este momento favorable. Óscar Plano empató enseguida tras un error defensivo en cadena, a partir de un despoblado costado derecho y con la mala suerte de un pase de Corredera hacia su propia puerta, sin querer, que habilitó al rematador, situado en posición de fuera de juego. La revisión del VARno hizo sino confirmar que el tanto sí debía valer.

En nada, el encuentro pasó de ponerse de cara para el Tenerife a decantarse para un Elche que no dejó pasar el impulso del 1-1 para apretar y lanzarse a por la remontada. Ese empuje fue suficiente para que los ilicitanos le dieran la vuelta al duelo de manera definitiva. El Tenerife colaboró, a su pesar, con un penalti evitable de Amo sobre Mourad, un agarrón con el que, aparentemente, trató de frenar al delantero en su propósito de llegar antes que Soriano a una cesión corta de Mellot. El Elche no despreció el obsequio y firmó el 2-1 con una potente ejecución de la pena máxima a cargo de Nico Castro (67’). Soriano llegó a rozar el balón, pero no pudo impedir que golpeara de forma violenta contra la red, a media altura.

Con 23 minutos por delante, más los 7 añadidos, el Tenerife tuvo margen suficiente para no salir vacío de Elche. Mirando el cronómetro de reojo, a remolque y seguramente con más prisas que frialdad en la construcción, los blanquiazules se fueron perdiendo en medio de una consistente defensa ilicitana. Poco ante del gol de penalti, Garitano había metido en el campo a Enric Gallego y a Bodiger por Ángel y Roberto López. Luego optó por Teto y Alassan en lugar de Williams y Jesús. Hasta Soriano se atrevió a subir al ataque en el tiempo añadido. Pero no hubo manera. Teto pudo armar un par de voleas (81’ y 88’) ante las que San Román no tuvo que intervenir. Por su parte, Enric Gallego trató de exprimir todo su potencial, pero sin llegar a disponer de ocasiones realmente limpias. Aún así, lo intentó dos veces (82’ y 91’).

El pulso final fue ganado por un Elche que supo manejarse mejor en esa situación de estrés para lograr el tercer triunfo en las cuatro últimas jornadas. En ese mismo tramo, el Tenerife solo derrotó al Burgos, el 8 de octubre. Ahora están separados por cuatro puntos. La lucha por el ascenso se comprime. Los de Asier siguen en ella.

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