Juan Soriano, una garantía de principio a fin en el CD Tenerife

El portero del Tenerife termina la Liga 22/23 con un pleno de minutos | Aguierreoa fue el anterior blanquiazul que lo jugó todo en un campeonato de 42 jornadas.

Juan Soriano.

Juan Soriano. / LaLiga

Julio Ruiz

Julio Ruiz

Ni una lesión, ni una sanción, ni una decisión técnica que le impidiera jugar. Juan Soriano Oropesa completó el calendario de Liga con un pleno de minutos: 3.780, redondeando la cifra sin los alargues de cada partido. Participó siempre, de principio a fin, en todos los encuentros, desde el primero en Ipurua al último, el disputado el pasado viernes ante el Zaragoza en La Romareda. El guardameta fue el único integrante de la plantilla del Tenerife con este registro en el ejercicio 2022/2023.

La temporada pasada, la de su debut como blanquiazul, estuvo cerca de intervenir también todo el tiempo en el campeonato de Liga, incluyendo los cruces de la promoción de ascenso a Primera, pero se vio obligado a presenciar desde la grada el duelo contra el Málaga, de la antepenúltima jornada, por un arresto provocado por la acumulación de cinco tarjetas amarillas. En el presente curso no llegó a cubrir el ciclo de amonestaciones, pero no se quedó lejos: recibió la cuarta cartulina el 14 de mayo en la visita al Andorra.

No pasaba desde 1987. Para rescatar el último antecedente de un futbolista del Tenerife con su mismo número de minutos en una Liga, 3.780 –todos los posibles en 42 jornadas–, habría que viajar hasta la temporada 86/87, la del ascenso a Segunda División con un recién llegado Javier Pérez a la presidencia y con Martín Marrero en el banquillo. En ese torneo, Peio Aguirreoa, portero al igual que Soriano, fue titular en todos los encuentros y no salió en ninguno antes de tiempo. Aquella competición, la del Grupo I de la desaparecida Segunda B, también estuvo formada por 22 equipos.

Desde entonces solo se habían dado dos casos más de blanquiazules con presencia en cada instante del recorrido liguero, pero a diferencia de Aguirreoa y Soriano, con cuatro jornadas menos en el calendario. También fueron porteros: Eduardo Belza, en la Segunda División 88/89, y Sergio Aragoneses, en la Primera 2009/2010.

Nino, por muy poco. El más cerca que estuvo de jugarlo todo, dentro de ese período, fue Nino. El máximo goleador del Tenerife en la campaña de su último salto a Primera, la 2008/09, acabó esa Liga con 3.772 minutos. Le faltaron ocho para llegar al máximo posible. No lo consiguió porque fue sustituido cerca del final de tres partidos. Al igual que el delantero almeriense, Alejandro Alfaro disputó los 42 partidos de aquella Liga, pero no los completó todos.

También Andrés Fernández. En la clasificación de minutos de los veintidós clubes que formaron parte de la Segunda 2022/23, los únicos que no se perdieron ni un segundo de juego fueron Soriano y el cancerbero del Huesca, Andrés Fernández. El murciano, formado durante unos años en la cantera del Tenerife, también realizó el camino completo. Su entrenador, José Ángel Ziganda, decidió no darle descanso en el enfrentamiento de este sábado ante el Eibar.

Los números de Soriano. Según los datos publicados por LaLiga, en sus 42 actuaciones, Soriano realizó 59 paradas y despejó 84 balones. Entre otras cosas, no logró detener ninguno de los cinco penaltis que le lanzaron. El Tenerife encajó 37 tantos, o lo que es lo mismo, menos de uno por jornada (0,8). En su estadística llama la atención la existencia de una asistencia. Sí, Soriano figura entre los blanquiazules que repartieron, al menos, un pase de gol. Lo hizo en el triunfo ante el Granada, en el Heliodoro Rodríguez López, al conectar con un Iván Romero (2-0).

El Tenerife de la 21/22, el que llegó a la final de la promoción, también archivó la Liga –las 42 jornadas– con 37 tantos encajados, pero no todos los recibió Soriano. Cuando faltó el sevillano en la derrota ante el Málaga, su compañero Dani Hernández recibió dos.

La renovación como objetivo. Soriano fue anunciado como fichaje del Tenerife el 17 de junio de 2021 después de firmar un contrato de tres años de duración; es decir que todavía le queda una temporada más en el club blanquiazul. La intención de los nuevos dirigentes consiste en ampliar la duración de la relación laboral del guardameta cuanto antes, a ser posible, con la vuelta del equipo a los entrenamientos como límite.

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