En el camino hacia los 50

Sin grandes objetivos a la vista, el Tenerife sí ejercerá de juez en la pugna por los puestos de privilegio y de permanencia

Corredera se acerca al portero del Leganés en el partido del viernes pasado en el Heliodoro

Corredera se acerca al portero del Leganés en el partido del viernes pasado en el Heliodoro / ANDRÉS GUTIÉRREZ

Manoj Daswani

Manoj Daswani

En el contexto de una intrascendencia dolorosa, porque el proyecto estaba concebido para cotas mucho más altas, al CD Tenerife le quedan por cumplir solo objetivos de rango menor en las seis jornadas que faltan. Existe el peligro (y el riesgo) de que se hagan muy largas para todos los estamentos blanquiazules, pero es obligación para futbolistas y técnicos amarrar cuanto antes los 50 puntos que virtualmente otorgan la permanencia, intentar alcanzar los 58 del curso pasado con Ramis y, si es posible, mejorar la ubicación actual en la clasificación porque el reparto de los derechos audiovisuales se hace en función del puesto final en la tabla. De paso, al Tenerife le corresponderá la misión de juez en este segmento definitivo de la competición, donde apenas se juega nada.

Primera parada: Oviedo

El primero de los seis insípidos partidos que quedan será en el Carlos Tartiere ante un rival que sí tiene opciones reales de disputar la promoción. Muy solvente en su feudo y renacido con Luis Carrión tras el temprano cambio de entrenador que se produjo el año pasado con el cese de Cervera, el cuadro carbayón se la juega. Los astures no pierden en casa desde el 24 de septiembre del año pasado, cuando les superó el Real Valladolid (0-1). Ha sido su único borrón en la capital del Principado, donde el Tenerife intentará rubricar su primera alegría a domicilio en lo que va de año. Los blanquiazules no vencen en la Península desde que lo hicieran a principios de diciembre en Elda. Desde entonces, solo han coleccionado empates y derrotas.

Ante otro ‘gallito’

A renglón seguido y tras jugar en Oviedo, el equipo de Asier Garitano se las verá contra otro oponente posicionado en el hemisferio norte de la clasificación como el Racing de Ferrol, una de las revelaciones del campeonato y que aspira a repetir victoria contra los blanquiazules tras el contundente 3-1 de A Malata. Sin solución de continuidad, la siguiente cita será en Cartagonova y contra otro equipo que se atragantó en la primera vuelta (1-1 en el Heliodoro con tanto in extremis de Ángel). Los de Julián Calero no tienen aún los deberes hechos y van en busca de los puntos necesarios para abrochar su salvación, que parecía un milagro hace solo unos meses.

El penúltimo en casa

Para el 19 de mayo es casi seguro que el Tenerife ya estará matemáticamente sin opciones de descenso y también de promoción. Así que su penúltima cita de la temporada en el Heliodoro será intrascendente para los blanquiazules y está por ver si también para el Amorebieta, que apura sus posibilidades de salvación y que sufrió el pasado sábado un varapalo casi definitivo frente al Real Valladolid. Ha ganado solo tres veces a domicilio en toda la temporada y todas han sido en el marco de la segunda vuelta del torneo: 0-1 al Zaragoza, 0-1 al Andorra y un sorprendente 1-2 en el feudo del Levante (con remontada incluida) que había dado alas a los vascos.

Lo que pudo ser... y no fue

El partido de Burgos supondrá el último desplazamiento del año. Muchos aficionados y peñas blanquiazules habían preparado con mimo y esmero la peregrinación a la ciudad castellana. Con el convencimiento de que el Tenerife se estaría jugando su plaza en la promoción o incluso el ascenso directo, un largo número de birrias reservaron alojamiento y vuelos desde el año pasado. Ahora, el partido queda reducido a un día de despedidas y de hermanamiento con la afición local. Una vez abrochada la permanencia, el club de El Plantío se ha desinflado. Lo entrena Bolo, el otro aspirante al banquillo blanquiazul en el casting que devino en el fichaje de Asier.

Otras ventanas de interés

Y el 2 de junio, se acabó. La temporada que empezó con la ilusión por las nubes, récord de abonados y un entusiasmo colectivo sin precedentes en torno al Tenerife acabará como si hubiera sido un mal sueño, con el representativo posiblemente más cerca de las catacumbas de la clasificación que de la zona noble. No en vano, para subir tan solo un puesto tendría que esperar al menos dos semanas. Anclado a un lugar de la tabla que no le corresponde ni por coste real de la plantilla, ni por presupuesto ni tampoco por historia, afición o recorrido en la categoría, el equipo isleño despedirá esta campaña con un partido que tal vez esté en el centro del foco porque el rival es el Real Valladolid. Ahora igualado con el segundo clasificado, el cuadro pucelano podría certificar su ascenso en el Heliodoro como hace años ya lo hicieron Mallorca o Getafe. Muchos blanquiazules (entre ellos Asier) dirán adiós ese día.

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