Suso cotiza al alza

El protagonismo e influencia del excapitán aumenta desde la llegada de los nuevos gestores l> Le han ofrecido entrenar al Juvenil A y pilotar las relaciones con otros clubes

Suso Santana, en La Laguna en un acto reciente. | |

Suso Santana, en La Laguna en un acto reciente. | | / Andrés Gutiérrez

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Beneficiado con los cambios. La entrada de los nuevos dirigentes del representativo ha realzado la importancia de Suso Santana en el engranaje blanquiazul. Icono, emblema y ejemplo de fidelidad para las nuevas generaciones, su influencia crece de forma exponencial. Le han ofrecido un doble cargo y el tacuense medita aceptar.

«No tengo otro equipo; nunca he sido del Madrid del Barça, solo del Tenerife». Las palabras corresponden a Suso Santana Abreu (La Laguna, 1985) y el tacuense las pronunciaba recientemente en una entrevista que le formularon los niños de un colegio al que visitó el ya emblemático excapitán blanquiazul para hablar de su carrera como futbolista. Su compromiso y lealtad con el club de su tierra están fuera de toda duda y son valores que Suso renueva periódicamente, a pesar de que con él no hayan cumplido la palabra dada y aún quede pendiente un homenaje prometido y nunca celebrado.

Los nuevos gestores del Tenerife apenas llevan medio año en sus respectivos cargos y han encontrado en Santana a una persona de su entera confianza, de las que responde, de las que ofrece soluciones y no problemas. Buena prueba de ello es la recomendación que les formuló para fichar a Jony Vega, nuevo jefe de captación para la cantera y cuya contratación se anunciará de forma inminente.

Suso se ha integrado a la perfección en la llamada comisión deportiva y pronto recibirá premio doble a su trabajo en la sombra. Los responsables del club están próximos a ofrecerle el banquillo que anhela; y es muy probable que el isleño acepte convertirse en el nuevo entrenador del Juvenil A, un eslabón esencial en la cadena de filiales y que ha cosechado resultados ruinosos de forma casi permanente. No en vano, el Tenerife ha sido capaz de adjudicarse uno solo de los 14 campeonatos regionales disputados en esta categoría, clave para calibrar el trabajo en la captación del talento, ahí donde Las Palmas sigue a años luz en resultados numéricos, promoción de futbolistas y trofeos en la vitrina.

Si todo avanza según lo previsto, Suso aceptará la encomienda y se pondrá al frente de un equipo llamado a mejorar sus resultados más recientes y a no descolgarse de la pugna con el eterno rival, que en todo caso partirá con ventaja. Al de Taco no se le exigirán resultados inmediatos, pero sí que impregne de su raza y valores a un equipo que se ha alejado mucho de las coordenadas que esperan los nuevos dirigentes.

Las primeras decisiones adoptadas por el equipo de José Miguel Garrido apuntan a su evidente predilección por que los iconos y estandartes del club tengan galones y reciban misiones de alto grado. No es de extrañar que a Carlos Ruiz quieran ofrecerle vincularse también al área de cantera, que lo propio piensen de Aitor Sanz para cuando cuelgue las botas y que hayan pensado no solo en Suso, sino también en Cristo a la hora de configurar sus proyectos. «Son emblemas del tinerfeñismo, y como tales han de estar con nosotros», verbalizaba días atrás el presidente, Paulino Rivero.

De puertas adentro, por todos es sabida la vocación de entrenador que ha ido germinando en Suso una vez rechazó la opción de estirar su carrera como futbolista cuando el Tenerife decidió su no renovación. Desde entonces le han surgido oportunidades, como ir al Sobradillo, opción que desde el club le vetó la directiva anterior. Con contrato en vigor con el otro equipo de su vida, la UD Taco San Luis, lo previsible en las próximas fechas es que comunique a sus jugadores que no seguirá con ellos para irse al otro club de su vida, el Tenerife.

La misión del Juvenil no vendría sola para un Suso al que también espera un papel capital en las relaciones con el resto de clubes de cantera de la provincia y el Archipiélago. Ahí donde no podía llegar Sesé Rivero, todavía jefe del área de fútbol base, han enviado los nuevos dirigentes al de Taco. Subraya Garrido que reúne todas las condiciones para ser «un gran embajador para el club y una imagen potente» no solo para las nuevas generaciones, también para los dirigentes de otros clubes que ya han firmado o firmarán vínculos de colaboración con el Tenerife. Un paso esencial para evitar que sigan fugándose los talentos; y también para construir un proyecto nuevo que pone la canariedad en el foco.

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