Mirada al pasado más brillante

La del Tenerife y el Brondby es una historia única. La de un equipo, el tinerfeño, que se clasificó por primera vez para una eliminatoria de cuartos de final de una competición europea, la desaparecida Copa de la UEFA, y tuvo al danés como rival. Coincidieron hace 25 años y ocho meses. Los blanquiazules, dirigidos por Jupp Heynckes, fueron superando etapas. Primero derrotaron al Maccabi Tel Aviv, luego a la Lazio y, ya en octavos, al Feyenoord. El sorteo de la siguiente ronda deparó un duelo con el representante danés.

El encuentro de ida se jugó en el Rodríguez López el 4 de marzo de 1997. Ese día, en un estadio casi lleno –se quedaron sin vender 624 entradas–, Heynckes alineó a Ojeda, Motaung, Mata, César Gómez, Alexis, Chano, Jokanovic, Vivar Dorado, Felipe, Juanele y Kodro. En la segunda mitad actuaron Dani, Pinilla y Robaina, que fue expulsado con roja directa por decisión del árbitro Pierluigi Colina.

Solo tres días antes y en ese mismo escenario, el Tenerife había goleado al Barcelona en Liga: 4-0 con un hat-trick de Jokanovic. Una pegada que le faltó en la cita continental con un Brondby que aprovechó la sequía blanquiazul para encarrilar la eliminatoria. La escuadra preparada por Ebbe Skovdahl se mostró más efectiva y venció gracias a un tanto de Ebbe Sand cerca de la media hora de juego. El Tenerife no dejó de intentarlo. Juanele remató al palo e incluso Jokanovic falló una pena máxima con 0-1.

Con el inconveniente de la baja por sanción de Felipe Miñambres añadida a la de Robaina, el representativo viajó a Copenhague obligado de remontar. Y lo logró, escribiendo el 18 de marzo de 1997 una de las páginas más destacadas de su centenaria historia. El Tenerife salió al terreno de juego del estadio Parken con Ojeda, Llorente, Ballesteros, Mata, Motaung, Jokanovic, Vivar Dorado, Chano, Neuville, Juanele y Pinilla. Kodro, Pablo Paz y Alexis Suárez tuvieron minutos como reservas.

La eliminatoria quedó igualada en el minuto 20 cuando Pinilla batió a Krogh tras un jugada genial de Juanele. Tras el 0-1 fueron pasando los minutos sin que nadie desequilibrara el pulso y dando paso a la prórroga. En la media hora añadida, cuando parecía que el cruce se iba a decidir en la tanda de penaltis, emergió Antonio Mata para colar el balón en la portería danesa con un potente y colocado disparo de falta (118’). El malagueño golpeó a media altura, por un lado de la barrera, por fuera, sorprendiendo al guardameta. El 1-2 a esas alturas resultó definitivo.

Si el Tenerife ya había llegado más lejos que nunca al disputar los cuartos de final –en la anterior experiencia en la Copa de la UEFA, en la 93/94, cayó en octavos contra la Juventus–, terminó de ganarse la admiración de todo el fútbol nacional tras plantarse en unas semifinales en las que no le acompañó la suerte. Se midió con el Schalke 04. En la ida, jugada en la Isla, fue capaz de derrotar al conjunto alemán (1-0 con gol de Felipe), pero no pudo resistir el empuje de su oponente en Gelsenkirchen. Perdió por 2-0.

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