Se busca un extremo más

Cordero se propone exprimir el margen salarial disponible para hacer dos o tres refuerzos en los últimos diez días de mercado l> El propósito, mejorar el rendimiento ofensivo que dieron las bandas el año pasado

Manoj Daswani

A solo diez días de que expire el plazo para hacer nuevos fichajes, la dirección deportiva del CD Tenerife se propone hacer malabarismos para conseguir con un muy constreñido margen salarial dos o tres refuerzos más. Se prevé un vertiginoso esprint final para Juan Carlos Cordero y su equipo de trabajo, que rastrean el mercado en busca de dos laterales –o uno polivalente, que haga competencia en ambas bandas– y un atacante más que aporte gol y actúe por las bandas.

Hecho un exhaustivo análisis respecto al rendimiento y prestaciones del equipo blanquiazul durante el curso pasado y diagnosticado dónde radica el margen de mejora para el representativo, hay dos conclusiones que destacan por encima de todas las demás: la primera, hay que adecentar los dígitos en el Heliodoro (el año pasado, solo 32 puntos); y la segunda, es preciso que los jugadores de segunda línea y las bandas den mayor caudal anotador al conjunto que dirige Luis Miguel Ramis.

Justamente la certidumbre de que urgía mejorar el rendimiento por los costados fue el motivo de que se haya producido una casi total renovación de las dos bandas, así como el gran desembolso y esfuerzo realizado por Cordero para traer a Mo Dauda, uno de los extremos más pretendidos en el mercado de Segunda. Entretanto, salían de la disciplina blanquiazul jugadores como Víctor Mollejo –por cuya cesión no se pujó este año– o Álex Bermejo, enrolado en esta oportunidad en la disciplina del Burgos. A estas desvinculaciones hay que sumar la de Nahuel Leiva, que se marchó a probar suerte al extranjero; y la consentida salida de Rubén Díez, a quien se permitió ir al Deportivo de La Coruña tras una negociación en la que el Tenerife satisfizo sus pretensiones económicas (ahorro del 100% de la ficha y 50.000 euros adicionales).

Ahora, con el margen al límite y con las gestiones activadas ante LaLiga para disponer de una cifra suficiente para hacer los fichajes que faltan, las gestiones de Cordero se centran en traer un atacante más. En este sentido se ha explorado la opción de reclutar a André Bukia, prometedor jugador del Arouça portugués, pero al que el club impide su salida. Tras una rotunda negativa a la primera proposición blanquiazul –de cesión por un año con obligaciones de compra– se ha declinado también por parte de los lusos una oferta de la Ponferradina. Además, también ha habido contactos con un descarte de Primera como es Jordi Mboulá, ligado al Mallorca; y se ha desestimado la opción de reclutar al peruano Andy Polo, internacional por su país. El fichaje de un atacante más, que se producirá con casi total seguridad, dejaría en una muy delicada posición a Elady Zorrilla, que encontraría una feroz competencia por su costado (Dauda y Waldo) y con un súbito incremento en la nómina de efectivos de perfil ofensivo. A Enric y Shashoua, que ya estaban el año pasado, se suman Garcés e Iván Romero (cuando llegue). Aún con días por delante, el otro propósito es apuntalar la defensa para traer competencia a las posiciones de Nacho y Mellot.

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