El Lenovo Tenerife afronta otra cita copera sin nada que perder

Nada que perder y mucho que ganar. Con las opciones de clasificación muy limitadas a escasas jornadas del término de la primera vuelta, y certificado su pase en el último partido y dependiendo de derrotas de terceros, el Lenovo Tenerife podría haberse presentado en la Copa del Rey de Málaga simplemente a verlas venir. Pero no, este CB Canarias se ha metamorfoseado casi por completo respecto al equipo de hace dos meses, y de su presencia en el torneo del KO se puede esperar cualquier cosa. Por mucho que de entrada, en el enfrentamiento que cerrará los cuartos de final (viernes, 20:00 horas), tenga delante a un Unicaja Málaga que este curso parece empeñado en convertirse en seria alternativa a los todopoderosos Real Madrid y Barcelona.

Seis triunfos en los últimos siete encuentros ligueros, la sensación de tener armas para hacer frente a los grandes (doblegó a Baskonia y se le escapó la victoria contra el Barça en el último suspiro), y sus notables prestaciones lejos de casa son solo algunas razones para creer que este Lenovo Tenerife se encuentra en disposición de no pasar de puntillas por Málaga este fin de semana.

Oposita el cuadro lagunero a la que sería su cuarta semifinal consecutiva. Un hito si cabe aún más meritorio al de no haber fallado ni una sola vez al torneo del KO en los ocho últimos febreros. Lo hace con esa mejoría reciente a nivel global. Un manifiesto paso al frente que se explica con diversas individualidades, como el indisoluble y eterno binomio formado por Marce Huertas y Gio Shermadini. Ambos acabaron enero con un promedio superior a los 20 créditos de valoración. Unas prestaciones conjuntas que nunca habían logrado a lo largo de sus cinco cursos como canaristas.

Pero en esa ecuación de cambio de dirección también entra la llegada al club aurinegro de aire fresco. Una bocanada que encarna Kyle Guy. Con el de Indiana el Lenovo Tenerife recupera esa constante amenaza exterior de la que había quedado huérfano con el bajón que protagoniza desde hace meses Sasu Salin. Pero es que además el escolta formado en la Universidad de Virginia se ha convertido en un gran generador de juego (penetra y asiste), virtudes con las que encuentra espacios y a la vez descarga de responsabilidades mayores a buena parte de los demás exteriores.

Esa recuperación del conjunto isleño, ratificada hace menos de una semana con un festín ofensivo en Zaragoza (106 puntos con un espectacular 18/28 en triples), pasará ahora, en el Martín Carpena, una dura reválida contra un rival muy incómodo para sus principales características. Y es que con unas condiciones físicas más prominentes y un fondo de armario mucho mayor profundo, el cuadro cajista ha hecho doblar la rodilla a los isleños en los cuatro últimos duelos en los que se han visto las caras.

Una serie negativa para los tinerfeños que incluso deja atrás otros dos duelos entre ambos a vida o muerte. El de la lucha por la tercera plaza en la BCL 22/23 y la gran final copera de hace justo un año. El bronce continental se lo llevaron los aurinegros -en el mismo escenario de este viernes-, pero en la pugna por el título nacional fue el cuadro cajista el que salió airoso.

Esa dolorosa tarde vivida Badalona el 19 de febrero pasado es de la que ahora quieren desquitarse los tinerfeños. Sin haber afrontado tres partidos en menos de 48 horas (como en la Copa de 2023), sin lesionados de última hora (Sastre se había roto la muñeca en la Intercontinental), y con un plantel ahora mucho más formado, rodado y largo (en el duelo de la primera jornada liguera, disputado el 23 de septiembre, el Lenovo estaba todavía en pañales), las opciones de los aurinegros crecen en estos cuartos de final. Saber sufrir ante el juego físico que planteará el Unicaja y llevar apretado el marcador hasta bien avanzado el duelo resultará factores determinante para que el Canarias haga aflorar la presión en su rival -más obligado al lucir la vitola de campeón y anfitrión- y haga saltar la banca en el Martín Carpena.